Fin de año y gastos sin control: claves para evitar el sobreendeudamiento
El aumento de gastos en diciembre puede desordenar las finanzas familiares. El académico Francisco León (UBO) entrega recomendaciones para planificar con anticipación y evitar el sobreendeudamiento.
El fin de año representa uno de los períodos más exigentes para el presupuesto de los hogares chilenos. Las obligaciones propias de diciembre, sumadas a compras impulsivas y celebraciones, incrementan el riesgo de desorden financiero.
Según cifras de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), el nivel mediano de compromisos de los deudores bancarios alcanzó los $1.935.715 a junio de 2024, mientras el Banco Central advierte que el crédito de consumo sigue siendo vulnerable a variaciones en ingresos y tasas de interés.
Fin de año y gastos en alza: experto entrega claves para evitar el sobreendeudamiento
En este contexto, el académico Francisco León subraya la necesidad de organizar los recursos antes de gastar. “El problema no es celebrar, sino hacerlo sin organización”, señala. A su juicio, la falta de presupuesto y el consumo impulsivo son factores que agravan la situación: “La mayoría de las personas desconoce cuánto gasta y cómo se distribuye su dinero”.
Para evitar desequilibrios, recomienda planificar el mes considerando solo el 90% del ingreso real, lo que permite contar con un margen para imprevistos. También sugiere reservar un 10% para los gastos propios de la temporada, dividiéndolo en 4% para regalos, 1% para celebraciones y 5% para vacaciones.
Crédito con responsabilidad y hábitos financieros para iniciar bien el año
Respecto al uso del crédito, León es categórico: “Endeudarse para pasar unas buenas fiestas nunca es recomendable”. Solo considera adecuado utilizar la tarjeta si se pagará el total en la fecha de vencimiento. Además, insta a detenerse antes de cada compra y evaluar si es realmente necesaria.
De cara al nuevo año, destaca tres hábitos clave: ahorrar una parte fija del ingreso mensual, evitar financiar vacaciones en cuotas y elaborar un presupuesto riguroso. “La educación financiera es una inversión en bienestar”, afirma.