La memoria en papel: Cristián Zegers y la identidad que se esfuma cuando los diarios callan
En una conversación con Cristián Warnken en el podcast Tú, hipócrita lector, el exdirector de El Mercurio recorre su infancia en el centro de Santiago, la vocación por el periodismo, el retroceso de la cultura en la prensa y la fragilidad del alma chilena frente a la violencia. “El diario ordena la cabeza del lector”, afirma, en tiempos de infoxicación digital.
En Tú, hipócrita lector, Cristián Warnken conversó con Cristián Zegers sobre su vida, sus lecturas y la identidad profunda del periodismo chileno.
Zegers vuelve a la infancia en un Santiago hoy irreconocible: un centro lleno de cines, librerías y vida urbana. Hijo menor de una familia enorme, creció rodeado de adultos y conversaciones que lo formaron como observador atento.
Cuando la cultura sale de los diarios
Zegers lamenta la pérdida de espacio de la cultura en la prensa escrita, un retroceso que, advierte, afecta directamente la identidad del país. Lo explica con una frase que condensa su preocupación.
“Si desaparece la cultura de los diarios, desaparece con ella la identidad. Porque los escritores eran los que reflejaban el alma de Chile, los que vinculaban la historia, las costumbres, la idiosincrasia del pueblo. Si no tienes eso, pierdes una dimensión fundamental de la realidad.”
Para él, los suplementos literarios no eran un adorno, sino un espejo donde Chile se reconocía semana a semana.
Censura, riesgos y la apertura de La Segunda
El periodista recuerda también su trabajo en La Segunda durante los años 80, cuando la libertad de expresión era frágil. Entre presiones, censuras parciales y episodios que incluso lo obligaron a dejar momentáneamente la dirección, el vespertino abrió espacio a voces diversas que tensionaron los límites de lo permitido.
Zegers sostiene que, pese a las restricciones, la prensa chilena recuperó márgenes de libertad más rápido que otros países sometidos a dictaduras prolongadas, como la España franquista.
El diario como brújula en medio del ruido
Defiende el diario como una estructura que permite ordenar el mundo y comprenderlo. No solo entrega noticias: jerarquiza la realidad. Frente al caos informativo contemporáneo, afirma que “el periodismo nos da una estantería para colocar toda la información que acumulamos”.
Agrega que “si no tenemos esa estantería clara, todo termina en una mezcolanza que no sirve para nada. La lectura diaria del diario ordena la cabeza: enseña a distinguir entre lo importante y lo no importante. ”En su mirada, esa organización mental es algo que las redes sociales no pueden reemplazar.
El alma chilena y su rechazo a la violencia
Apasionado por la historia, Zegers retoma una idea que considera clave para entender nuestras crisis recientes: “Chile tiene horror a la confrontación violenta. Por eso nos ha chocado tanto el desorden, la anomia. Cuando llega la violencia, como en 1891, el país queda violentado y trata de borrar eso lo antes posible.”
Esa mezcla de trauma y olvido rápido, dice, sigue marcando la forma en que Chile enfrenta sus momentos de quiebre. Por eso, asegura, es tan decisivo comprender el país en su larga duración, leer la historia y leer los diarios: porque ahí están las claves que permiten ordenar el presente.
En tiempos de ruido y desorientación, su defensa del periodismo, como memoria, como jerarquía y como identidad, aparece no sólo como una mirada nostálgica, sino como un llamado urgente a recuperar la profundidad perdida.