Actualidad

Las empresas B en Chile

Imagen principal
POR Francisco Ibañez |

El enfoque de estas firmas busca que los beneficios financieros impacten positivamente en el bienestar social y ambiental. En PAUTA Bloomberg, Juan Pablo Larenas, cofundador y director ejecutivo de Sistema B, explica las claves de este modo diferente de ver la empresa y sus beneficios.

Las empresas B son una nueva tendencia en el mercado, y están presentes en distintas industrias. ¿Qué es una empresa B? Es un enfoque diferente de hacer negocios, un nuevo modelo con mayor responsabilidad y que busca que los beneficios financieros impacten positivamente en el bienestar social y ambiental. 

En PAUTA Bloomberg, el cofundador y director ejecutivo de Sistema B, Juan Pablo Larenas, conversó sobre esta tendencia, los beneficios que tiene, el alcance que está logrando en Chile y el mundo y las proyecciones a futuro.

“Algo de lo que estamos seguros es que el Estado y la sociedad civil deben jugar un rol fundamental en la solución de grandes problemas sociales y ambientales, pero la empresa también. Ya no es suficiente con que las empresas maximicen utilidades, generen empleos, paguen impuestos. Necesitamos que las empresas se pongan al servicio de las grandes problemáticas sociales y ambientales”, dice Larenas sobre el enfoque de las empresas B, agregando que aquellas empresas que definan un propósito claro serán más rentables en el largo plazo. “Ya no estamos hablando de que haya que hacerlo sólo por convicción, sino porque el mercado va hacia allá”, afirma.

Grandes, medianas o pequeñas: todas pueden ser B

Aunque actualmente la mayoría de las empresas B son pequeñas y medianas, Larenas destaca que la tendencia se está extendiendo. “Si bien el concepto de empresa B definitivamente para una empresa pequeña o mediana hace más sentido […] lo notable es que cada vez empresas más grandes y con mayor historia se están convirtiendo en empresas B”, cuenta.

Larenas destaca, entre las grandes empresas el caso de Hortifrut, productor frutícola que se certificó como empresa B hace alrededor de un mes. “Es la empresa de arándanos más grande del mundo y la segunda empresa de berries más grande del mundo […] siendo una empresa abierta, es más notable todavía”, dice, ya que hay complejidades como el cambio de estatutos necesario para certificarse.

Otras empresas B que Larenas destaca son TriCiclos y Algramo, “que venden productos o servicios que buscan solucionar una problemática social o ambiental”, cuenta. Menciona también a Danone que, según informó su CEO, “de aquí al 2030 van a certificar las más de 200 subsidiarias que tienen”. Destaca que la multinacional no nació para solucionar un problema, sino que se fue adaptando al criterio de las empresas B, tal como Parque del Recuerdo, otra empresa B que Larenas menciona.

Los beneficios de ser B

“Ojalá que toda empresa genere un impacto positivo en las personas y el medio ambiente a través de su modelo de negocios, y no solamente a través de sus prácticas. Ahí está el gran aporte que queremos hacer, y ojalá que de aquí al 2030 Sistema B desaparezca, que sea el mínimo”, dice Larenas.

“Ser empresa B es un camino de mejora permanente, nosotros siempre decimos que ser empresa B no es un sello de perfección. Todas las empresas B generan impactos negativos también”, explica Larenas como el punto más relevante para tomar la decisión de certificarse.

También hay otro tipo de beneficios, explica. “Ser empresa B a más del 50% los ha ayudado a levantar capital […] Hay inversionistas que están prefiriendo empresas B por sobre otro tipo de empresas”, dice. Además, hay un tema de posicionamiento, dice.

Un último beneficio es la atracción y retención de talento, dice Larenas. Las empresas B, cuenta, retienen a los talentos, especialmente entre los millennials, dos años más que una empresa tradicional, y que son un desafío para las empresas, por su rotación laboral.

“Hay una serie de beneficios asociados, que por suerte tenemos más estadísticas hoy día, que podemos demostrar empíricamente, pero tratamos de ser súper cuidadosos de que esa no sea la razón principal para certificarse. Si tú no tienes la convicción de que es fundamental llevar la empresa hacia el camino de una empresa B, es posible que después de un tiempo de estar certificado te desilusione un poco ser empresa B si lo que esperas son los beneficios”, explica Juan Pablo Larenas.

Diferencias entre industrias

“Me encantaría que hubiera más empresas B en aquellos rubros que depende más la economía del país, definitivamente. Minería, agricultura, vitivinícola, industrias extractivas en general”, dice Larenas. Y agrega “empresas de retail, empresas que son muy intensivas en la contratación de personas”.

“En Colombia, el 90% de las empresas B que hay son empresas productivas, empresas de recursos naturales, de cacao, de chocolate, de café”, cuenta. “En Chile el 70% de las empresas B son empresas de servicios, consultoras, headhunters, empresas tecnológicas, fintech”, explica.

Sobre la certificación de empresa B para el sector público, Larenas cuenta que aún es bajo, aunque hay ejemplos. “Las empresas estatales también pueden ser empresa B, y el mejor ejemplo es que BancoEstado Microempresas y Caja Vecina lo son”. Apunta que Caja Vecina es de las 10 empresas B que generan mayor impacto en el mundo.

Vea el video de la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: