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El uno a uno de PAUTA: Sánchez recuperó la confianza

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Agencia Uno
POR Raul Toledo |

El equipo nacional venció 2-1 a Ecuador y se instaló en la próxima fase de la Copa América. El delantero del Manchester United cumplió en la cancha y Aránguiz nuevamente brilló en el andamiaje chileno.

La Selección Chilena no realizó un buen cometido frente a Ecuador. Un partido enredado, con pocas ideas y, sobre todo, falto de carisma. El inicio de la primera fracción fue aceptable. El balón detenido, al igual que en el compromiso ante Japón, fue clave para el equipo de Reinaldo Rueda. Un lanzamiento de esquina de Charles Aránguiz fue pivoteado por Érick Pulgar y, de inmediato, apareció la respuesta de José Pedro Fuenzalida.

De ahí en adelante, el equipo nacional batalló en la mitad del campo y descuidó la creación del juego. Muchas imprecisiones, pocas llegadas y la falta de finiquito fueron la tónica. Aparte fue la situación de Gabriel Arias, quien dejó su portería, atropelló a Méndez y Enner Valencia anotó desde el lanzamiento penal.

Chile, en el segundo tiempo, despertó gracias a una genialidad de Alexis Sánchez. Aránguiz, nuevamente, fue clave en la jugada. Un lateral ofensivo ejecutado por Isla, centro del volante del Bayer Leverkusen y con una derecha, el delantero del United convirtió su segundo gol en la Copa América. Luego, el partido se tornó complicado y fueron pocas las jugadas de ataque.

El análisis de la Roja

Gabriel Arias: Otra vez tuvo poco peligro en su portería. Sin embargo, tuvo dos salidas terroríficas. A los 24′, el meta de Chile salió a destiempo y atropelló a un rival en plena área. Su jugada temeraria terminó con el gol en contra. Luego, por una torpeza, casi fue expulsado. Discreto lo realizado por el jugador de Racing.

Mauricio Isla: Es cierto, no es el mismo lateral de hace una década, pero sigue cumpliendo bien su trabajo. Sabe cuando partir en demanda de la portería rival. El jugador del Fenerbahce se transformó en defensa prudente. La experiencia lo hace tomar buenas decisiones, aunque aún se espera más de su nivel. Su deuda sigue siendo la parte defensiva y otra vez finalizó el partido como extremo derecho.

Gary Medel: Estos son los partidos que le gustan al capitán de Chile. No tiene problemas en colocarse el overol. Ante Ecuador, el líder de la Roja aplicó la mesura y siempre salió jugando. Sin embargo, su lentitud le sigue pasando la cuenta y fue responsable en parte del penal cometido por Arias.

Guillermo Maripán: El zaguero del Alavés no tuvo su mejor partido, aunque sí cumple su función. Le costó entrar en ritmo de juego y, a pesar de su envergadura física, tuvo problemas para cubrir a Enner Valencia. Igualmente, Ibarra se las arregló para complicar al ex Universidad Católica. No sintió el partido.

Jean Beausejour: Uno de los que físicamente muestra todo su despliegue. En esta Copa América, el lateral izquierdo de Chile ha estado más contenido y contadas veces va hacia el ataque. Sabe como cumplir su tarea y se asoció en varias ocasiones con Sánchez por la ofensiva. Inteligencia pura a la hora de jugar.

Charles Aránguiz: Otra vez fue el mejor de Chile. El golpe sufrido a los tres minutos lo dejó a maltraer durante varios pasajes del partido. Sin embargo, su lectura de los balones detenidos ha sido clave en esta Copa América. Uno de sus lanzamientos de esquina terminó en gol y el movimiento en el lateral de Isla, en el complemento, fue determinante para el gol de Sánchez. Juega simple, es vistoso e inteligente.

Érick Pulgar: Es el auxilio de todos en el mediocampo. Le costó entrar en ritmo durante el partido, pero logró estar, de cualquier forma, acompañando a Vidal y Aránguiz. Entiende que su rol es preponderante en los balones detenidos. Sabe que el juego aéreo es una de sus mayores fortalezas. Prueba de ello fue su acción en el primer gol de Chile y tuvo una clara ante Domínguez. Bien, otro de los destacados.

Arturo Vidal: En esta Copa América, el jugador del Barcelona tiene claro su rol: ir a la refriega. No ha dado luces de sus condiciones, pero sí deja en claro que el compromiso con el equipo es a toda prueba. Errático, duditativo, pero logró cortar, en varias ocasiones, el circuito ofensivo de los ecuatorianos. Uno siempre espera más del ex Bayern Munich y recibió una tonta cartulina amarilla sobre el final.

José Pedro Fuenzalida: Los primeros 20 minutos de juego fueron de mucha intensidad para el capitán de la Universidad Católica. Apareció justo para convertir el primer gol de Chile. Sin embargo, con el paso de los minutos, el “Chapa” se fue diluyendo y se dedicó a resguardar nuevamente a Mauricio Isla. Tiene claro que debe ir al sacrificio. Dejó su puesto para Paulo Díaz.

Eduardo Vargas: El referente de área de Chile jamás sintió el partido y recibió solo un par de balones con ventaja. Muchas ocasiones retrocedió para pedir el balón y se las ingenió para ser partícipe del juego de la Roja. Los defensas ecuatorianos contarrestaron los movimientos de uno de los goleadores históricos de la Selección. Quedó al debe y jamás sobrepasó a Robert Arboleda. Tiene tarea de cara al desafío con Uruguay.

Alexis Sánchez: Desplegó todo su potencial por la banda izquierda en el ataque. Muy activo durante el primer tramo del partido. Encaró y siempre buscó la asociación con sus compañeros. El tiempo fue pasando y se diluyó su actuar en la cancha. En la segunda parte, el delantero del United estuvo en el momento preciso para recibir el centro de Aránguiz. Marcó su segundo gol en la Copa América. Su moral está por las nubes. Se nota que la Selección lo hace sentir bien.

Paulo Díaz: Recibió una gran oportunidad por parte de Reinaldo Rueda. Queda demostrado que el formado en Palestino es un polifuncional y maneja todos los aspectos del juego. Fueron 20 minutos que ayudan en lo anímico. Tuvo poca proyección en el ataque y logró mantener el cerrojo en la defensa.

Pedro Pablo Hernández: Estuvo cinco minutos en la cancha y su rol fue afirmar el mediocampo. Tiene experiencia y siempre aporta con algo distinto.

Gonzalo Jara: Ingresó en el minuto 90 por Arturo Vidal. Entró en el registro con su quinta Copa América consecutiva.