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El sacerdote que encontró la luz en el infierno

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POR Fernanda Valiente |

El presidente de Fundación Paternitas, Nicolás Vial, viaja con Cristián Warnken por sus más de tres décadas dedicadas al trabajo en las cárceles y a la reinserción de los reos.

Nicolás Vial (64), presidente de la Fundación Paternitas, afirma que la sociedad actual se encuentra estancada en una situación de indiferencia y egoísmo. En un contexto individualista, el sacerdote luchó para crear un espacio de empatía. “La fundación no nació por choreza. Los propios reos con largas condenas me pidieron que nos preocupáramos de sus hijos, lo que me llamó la atención. Algunos dijeron ‘nuestra generación está perdida, preocúpense de los que están creciendo'”, le contó Vial a Cristián Warnken.

Sin resentimientos

En Desde El Jardín, el también fundador de la entidad que trabaja por la reinserción de los reos afirma que tiene “un alma parrésica”. El sacerdote viene de una familia acomodada, por lo que explica que su discurso no nace de una mirada que esconde algún tipo de rabia, sino que busca denunciar la falta de empatía del “poderoso”, quien viene a representar al que “no aporta en sociedad, [porque] no es capaz de mirar más allá de sí mismo”.

Pero el problema de la delincuencia va mucho más allá de la falta de cuidado o empatía que puedan tener los sectores que concentran los recursos. Para el sacerdote, debe recordarse que muchas personas de sectores vulnerables se sienten abandonadas por una falta de sentido en la vida y porque no existe un vínculo fuerte con su comunidad. Ambos ambientes generan una sensación de vacío, lo que lleva a que menores de edad consuman drogas o usen armas, como lo que ocurrió recientemente en la balacera de Puente Alto.

Cuando niños son abandonados a temprana edad, ¿qué puede esperar la sociedad de ellos?, es la pregunta que ronda en esta conversación.

“No se trata de castigo, sino de humanismo”

A pesar de que no siempre se alcanzan logros tangibles en el corto plazo, el sacerdote afirma que los cambios pueden venir en veinte años más, y lo que importa finalmente es no desistir.

Por ello, observando el ejemplo de otros países, el director de Paternitas asegura que el modelo holandés descubrió que es mucho más eficiente eliminar la privación de libertad para obtener una reinserción que funcione con mayor eficiencia. “No hay castigo más duro que el de la conciencia”, plantea.

Tras cuatro décadas entre reos, el religioso admite que “la luz que se encuentra hasta en el lugar más oscuro, está ahí anidada tratando de salir, muchas veces aplastada por las circunstancias”. Y aunque no niega que la sombra es parte de su existencia, añade: “Creo que gracias a esa luz no he sido atrapado por el infierno”.

Respecto de la crisis que enfrenta la iglesia chilena, el sacerdote reflexiona que “se nublaron la ética y la moral”, y cree que lo que se requiere es que gran parte de la autoridad eclesiástica se retire. A Vial le gustaría también que el Papa emérito Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) analizara la orden de castidad, puesto que considera que, a partir de una lectura de la Biblia, es “un tema que le dejaría a los maestros” y que se tiene que “estar abierto a las posibilidades”. 

Revise el programa completo de Nicolás Vial