Actualidad

Lamberto Cisternas y una nueva Constitución: “El clamor popular es lo más decisivo”

Imagen principal
POR Ana María |

El vocero de la Corte Suprema dice a PAUTA que en una nueva Carta Fundamental se pueden incorporar “los anhelos, los derechos y lo que se siente necesario”.

El vocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, cree que Chile necesita una nueva Constitución. En medio del estallido social de octubre de 2019, la autoridad de uno de los tres poderes del Estado se inclina por un mecanismo de renovación de la Carta Fundamental: “El clamor de la ciudadanía es tan grande, que deberíamos abocarnos a eso”.

En entrevista con CNN Chile, Cisternas señaló que pese a que “tenemos una Constitución relativamente parecida, no importa. Estamos haciendo una revisión, de acuerdo con el clamor ciudadano y dentro de causas normales”.

Según Cisternas, el mecanismo para una nueva Constitución tendría que surgir del consenso. “Sé que eso tiene muchas dificultades, porque el momento no está como para muchos consensos. Pero los actores políticos son, por ejemplo, los partidos. A lo mejor las grandes organizaciones gremiales o sindicales. Por allí buscaría yo un consenso para determinar un consenso que nos lleve a determinar la forma para efectuar una reforma constitucional”.

Consultado en CNN Chile si un plebiscito es una de las fórmulas, dijo que “es una posibilidad. Si se produce el consenso de por ahí iniciamos el camino, lo iniciamos. Lo otro es seguir la pauta que tiene actualmente la Constitución, que va a tener en problema de entrebarse con muchas discusiones”.

La legitimidad de la Constitución de 1980

En conversación con PAUTA, Cisternas detalló que para el cambio “el clamor popular es lo más decisivo, porque la Constitución es la carta política de los países. Y si existe un clamor general, yo creo que vale la pena detenerse frente a él y hacer lo necesario para tener una nueva Constitución”.

Lamberto Cisternas en PAUTA

Añadió que el cambio es necesario “aún cuando esta nueva Constitución repita en muchas partes los mismos términos de la actual, pero con eso se satisface ese clamor y, en definitiva, se incorpora dentro de la nueva los anhelos, los derechos y lo que se siente necesario”.

-¿Qué aspectos cree que son necesarios en una nueva Constitución?

“Pienso que en una nueva Constitución lo más probable es que quiera incrementarse el catálogo de los derechos de los ciudadanos. Y eso es algo con lo que uno tiene que tener un poco de cuidado, porque puede tener una larga lista, pero al momento de tratar de ejercerlos, de hacerlos prácticos y realidad, hay que contrastar ese catálogo de derechos con las posibilidades que tiene el Estado de satisfacerlos”.

-¿Qué opina de la Constitución de 1980? ¿Es legítima o no?

“Yo creo que la Constitución (del 80) ha terminado por legitimarse por los distintos cambios que se le han hecho, en que han intervenido distintos Congresos y distintos Presidentes de la República. Y, en consecuencia, autoridades legítimamente elegidas han terminado de legitimarla. Ahora, en cuanto a la legitimidad de nacimiento, es una cuestión que no tiene mucho sentido discutir, porque ha regido durante mucho tiempo y eso es lo que da legitimidad en definitva a los cuerpos jurídicos, más el contraste que uno va haciendo en su aplicación y las modificaciones que se le hacen”.

-¿Qué impide que en Chile se inicie un proceso constituyente?

“La Constitución tiene establecido un proceso de reforma constitucional, y es el que habría que elegir si se opta por una iniciativa parlamentaria o un mensaje presidencial. Entonces, si se quiere una asamblea constituyente o un camino diferente, habrá que buscar la manera de hacer realidad ese camino, sea a través de una consulta plebiscitaria o una reforma de la Constitución por los mismos caminos que existen. Por eso yo he dicho que esos caminos hay que buscarlos por la vía del consenso, y el consenso es lo que me parece más importante en este momento”.

-¿Qué le parecen los cabildos ciudadanos para buscar una nueva Constitución?

“Son interesantes las experiencias de diálogo, y el diálogo es una cosa muy importante dentro de la convivencia democrática. Pero, necesariamente, hay que buscar la manera de que estas expresiones, asambleas o como quieran llamarse, vayan entregando un producto que sea vinculante y alguien, o alguna institución, haga la recopilación. Y también ponernos de acuerdo, y volvemos al consenso, sobre los contenidos de la Constitución. Yo ahí no me pronuncio, porque es algo que está por verse y que depende fundamentalmente del acuerdo ciudadano”.

-¿En la Corte Suprema se ha conversado la necesidad de una nueva Constitución?

“Lo estoy que dando es mi opinión personal. Esto no compromete al Pleno de la Corte Suprema de  ninguna manera”.