Por qué Corea es una economía del primer mundo con una moneda de país en desarrollo
El won tiene limitaciones: no puede cambiarse directamente por monedas distintas del dólar estadounidense o el yen chino.
Durante la última década, Corea del Sur se ha librado de la mayoría de los enredos de una economía en desarrollo, pero se dirige hacia la década de 2020 con una moneda que sigue siendo de un mercado claramente emergente.
El won coreano solo se puede intercambiar directamente con el dólar estadounidense y la moneda china, y el comercio en el extranjero se limita al yuan en Shanghái. Además, el mercado de divisas de US$ 50.000 millones del país abre solo seis horas y media al día.
El régimen restringido de comercio de divisas del país, un sello distintivo de muchos mercados emergentes, posiblemente no se ajusta a la realidad económica actual de la nación.
“Las autoridades son reacias a permitir que el won se negocie en el extranjero”, dijo Lee Jang Young, exvicegobernador del Servicio de Supervisión Financiera. “Temen que inversionistas extranjeros exploten cualquier vulnerabilidad para lanzar ‘ataques especulativos’ en nuestros mercados”, dijo Lee, quien ahora es asesor principal de la firma de abogados Kim Chang en Seúl.
Malos recuerdos
Sus temores están profundamente arraigados en la crisis financiera asiática de fines de la década de 1990, cuando las finanzas de Corea colapsaron cuando los fondos globales sacaron grandes sumas de dinero del país.
Muchos de los altos funcionarios del Gobierno actual estaban en primeras filas en 1997, cuando el won perdió la mitad de su valor en dos meses. Todavía recuerdan haber sido atacados en la prensa por fallarle a la nación, ya que acudió al Fondo Monetario Internacional para un rescate.
Las consecuencias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la propia disputa de Corea con Japón solo sirven para reforzar la mentalidad defensiva de los responsables políticos, los mismos que han observado con creciente preocupación este año, ya que las exportaciones cayeron mes tras mes.
Cualquier cambio en el régimen monetario ahora también se produciría en un momento en que Corea se enfrenta al ascenso de China como rival en innovación técnica, y mientras el país lucha por adaptarse a tasas de crecimiento más lentas que son parte integrante de lo que significa convertirse en una economía madura.
Cambio necesario
Sin embargo, un cambio es exactamente lo que Corea necesita, según defensores de la internacionalización del won como Lee, exregulador. Argumenta que reducir la dependencia del dólar también reduciría el riesgo de choques externos.
Tener que cambiar el won por dólares antes de cambiarlo a otras monedas como el euro y el yen aumenta los costos para las compañías coreanas y complica los negocios.
Permitir que la moneda se negocie las 24 horas del día en los mercados mundiales probablemente reducirá el costo del intercambio de dinero, al tiempo que generará una competencia más feroz para las empresas financieras locales.
Tal como están las cosas ahora, los inversionistas deben confiar en los contratos de derivados conocidos como forwards para gestionar su exposición al won offhsore.
El estrecho margen de negociación de la moneda en Seúl es de 9 a.m. a 3:30 p.m.
Efectos secundarios
Si bien el comercio offshore puede traer beneficios, el Gobierno tiene que sopesar el riesgo de efectos secundarios, según el Ministerio de Hacienda.
Existe la posibilidad de un impacto significativo en el mercado y cualquier cambio en las reglas debe ser gradual, dijo un alto funcionario, quien se negó a ser identificado.
El desarrollo más importante en los últimos años fue el lanzamiento de operaciones won-yuan en Seúl en 2014, y su extensión a Shanghái dos años después. Corea extendió el horario comercial para el won por 30 minutos en 2016.
La cautela de Corea también se refleja en su formidable tesoro de reservas internacionales de divisas. Con más de US$ 400.000 millones, figuran entre los 10 más grandes del mundo.
“Economía de altos ingresos”
A pesar del fuerte control sobre el comercio de divisas, el FMI describe a Corea como una “economía avanzada” y el Banco Mundial la clasifica como una “economía de altos ingresos”.
El centro neurálgico de las exportaciones es un líder mundial en tecnología y hogar de marcas de consumo conocidas en todo el mundo. Su ingreso per cápita superó los US$ 30.000 y el Gobierno recientemente renunció a los privilegios de los países en desarrollo en la Organización Mundial del Comercio.
Incluso sus problemas, desde la baja inflación hasta la disminución de la tasa de natalidad, tienen más en común con Europa y Norteamérica que las naciones emergentes en Asia.
El peor desempeño
La caída del won de cerca de 7% este año, la mayor de cualquier moneda asiática por un amplio margen, recuerda a los funcionarios sobre su vulnerabilidad.
La mediana proyectada en una encuesta de Bloomberg indica que el won se mantendrá cerca de los niveles actuales en el primer semestre del próximo año antes de fortalecerse a alrededor de 1155 por dólar a fines de 2020.
“Probablemente sea demasiado pronto para hablar del won como una moneda emergente”, dijo An Young-jin, economista de SK Securities Co. en Seúl. “Pero claramente, los mercados coreanos se han vuelto mucho más estables. Las cosas están cambiando, sin lugar a dudas”.