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Pago según asistencia y dieta de salida: las primeras ideas para el nuevo sueldo parlamentario

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

El Consejo de ADP tiene como mandato reducir las remuneraciones parlamentarias. Hay al menos una visión en contrario.

“Yo no sabía que teníamos un problema y siento que sí tenemos un problema. O, a lo menos, un debate o una discusión abierta”.

Con esas palabras resumía la directora de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo, Bettina Horst, la sesión de tres horas que mantuvo la mañana de este martes el Consejo de Alta Dirección Pública (CADP), cuya tarea en el próximo mes es rebajar la remuneración de ministros y parlamentarios, de manera transitoria y hasta que funcione el organismo especializado para hacerlo.

Las instrucciones eran claras: hasta 30 días para pronunciarse sobre las dietas de parlamentarios y ministros, 90 días para la reducción de sueldos de otras autoridades. O eso se creía, pues en medio del debate surgió una interpretación que planteaba lo contrario: el mandato no era reducir, sino “fijar, determinar y precisar”.

De izquierda a derecha, los integrantes del Consejo de Alta Dirección Pública: Bettina Horst, Eduardo Riquelme, Alejandro Weber (presidente, sentado al centro), Eduardo Abarzúa y Cristina Orellana. Créditos: Servicio Civil
De izquierda a derecha, los integrantes del Consejo de Alta Dirección Pública: Bettina Horst, Eduardo Riquelme, Alejandro Weber (presidente, sentado al centro), Eduardo Abarzúa y Cristina Orellana. Créditos: Servicio Civil

Otras ideas aparecieron durante la sesión telemática del CADP: que los ministros debieran ganar más que los parlamentarios pues tienen mayor responsabilidad, al contrario de lo que fija la ley. Que si acaso el CADP tenía que decidir también sobre las asignaciones, o si los congresistas debieran ser remunerados según la cantidad de sesiones a las que asistan y, por último, hasta qué funcionario de la Presidencia estaban obligados a llegar con la fijación de sueldos.

“El mandato no obliga”

El mes de plazo parte recién con la promulgación de la ley despachada por el Congreso, lo que recién ocurriría el próximo viernes. No obstante, este martes el Consejo empezó a sesionar de forma de adelantar el trabajo que tendrán en las semanas siguientes. 

En ese debate, en el que participaron como invitados el sociólogo Alfredo Joignant, los abogados constitucionalistas Sebastián Soto, Tomás Jordán y el abogado administrativista Enrique Rajevic, se plantearon diversas interpretaciones acerca de lo que proponía el mandato emitido por el Poder Legislativo. En una de esas lecturas, la rebaja de la dieta ni siquiera estaba asegurada.

La interpretación la hizo Soto, quien leyó para los consejeros el inciso tres de las disposiciones transitorias que incluía el texto aprobado en las cámaras.

El CADP reducirá la última remuneración percibida por las autoridades ya mencionadas, en el porcentaje en que su estudio lo justifique”, se lee ahí.

“Yo interpreto que esa es una norma adecuatoria en caso de que se reduzcan las remuneraciones. Es decir, si usted reduce las remuneraciones en una resolución que dicta a mediados de mes, eso tiene un efecto retroactivo respecto de la última remuneración percibida. O sea, a la última remuneración percibida se le pueda restar, en caso de así ocurrir. Pero no creo yo que haya un mandato imperativo a reducir, sino a fijar, determinar y precisar”, explicó Soto, en referencia a los verbos utilizados en el texto legislativo.

Su comentario expuso las diferencias con sus pares abogados: tanto Jordán como Rajevic se mostraron en desacuerdo con la interpretación.

“Desde la opinión como ciudadano que tengo, sería una burla que no hubiera una reducción. Porque era lo que estaba en la idea inicial, uno lee el inciso y creo que la lectura natural era que la comisión permanente no tiene la necesidad de reducir porque no está ese verbo, pero para esta determinación transitoria, que tendrá una duración temporal, creo que sería muy difícil explicar”, respondió Rajevic.

Atentos, mientras, los consejeros, que de forma telemática presenciaron la discusión entre los académicos. “Ha quedado de manifiesto la complejidad de la tarea y las decisiones que debe tomar al respecto el CADP”, sintetizó al finalizar la sesión el director del organismo, Alejandro Weber.

El recuerdo de Pablo Longueira

En esta ocasión, parte del debate se centró en los criterios que tendrán que ser utilizados para definir los sueldos de parlamentarios y autoridades. Uno de ellos, la independencia para cumplir funciones y atribuciones, fue ampliamente abordado en la sesión. Allí se rememoró el caso de los “sobresueldos” en el Ministerio de Obras Públicas y se comparó la situación a la de otros países de la región.

Fue Joignant quien mencionó que en Bélgica se utiliza un sistema de “dietas de salida”, una serie de pagos a los parlamentarios que salieran del cargo, para ayudarlos a adaptarse ya fuera del Parlamento. Y trajo a colación una situación con el exsenador UDI Pablo Longueira, ingeniero de profesión.

Yo generé un buen vínculo con Longueira hace muchos años y él me decía abiertamente: ‘¿Tú crees que yo sé algo de ingeniería? No tengo idea’. Y era superhonesto, porque son personas que se transformaron en profesionales de la política. Y eso hay que considerarlo […] Para algunos, perder el mandato es una tragedia. El tema de la dieta de salida, que es socialmente intolerable en Chile, dado el clima de opinión, no carece de fundamentos, para nada”, opinó el sociólogo.

Pago según asistencia

Otro punto estudiado y comparado con la legislación de otras partes del mundo fue si había que decidir el sueldo en base a la asistencia de los parlamentarios a comisiones o sesiones en sala. Así, determinar una remuneración base a la que se le sumara qué tanto había cumplido el parlamentario.

La ley aprobada equipara los sueldos de los ministros con los de los parlamentarios, por lo que en ese caso, los sueldos deberían ser iguales cuando el diputado o senador asistiera al 100% de las instancias. 

“Pagar por sesión es muy atractivo y un criterio interpretativo tiene que ver con que la remuneración equivalente a la de los ministros se diera cuando se cumplan todos los estándares de equivalencia. Es decir, si voy a todas las sesiones y estoy en todas las comisiones, obviamente que el criterio es el máximo y por lo tanto va a ser la misma remuneración del ministro de Estado y, con base en eso, ir reduciendo, esa puede ser una fórmula a trabajar”, propuso Jordán.

¿Y las asignaciones?

Tampoco les quedó claro a los consejeros si tenían que referirse acerca de las asignaciones o no. Si bien en el proceso legislativo se retiró la referencia a las asignaciones y gastos de representación, y se equiparó la “dieta” a la “remuneración”, los abogados plantearon que remuneración en general incluía también asignaciones. 

El Congreso sí hizo una distinción. De hecho, durante la discusión de la rebaja de la dieta, la bancada de la UDI insistió en que también se legislara sobre las asignaciones, alegando los gastos millonarios que realizan algunos parlamentarios en pagos a asesores y sedes distritales, entre otros.

En ese contexto, el diputado Juan Antonio Coloma (UDI) ingresó un proyecto para que también sea el CADP el que defina, por una vez, las asignaciones para diputados y senadores. Está actualmente en revisión en la Comisión de Constitución de la Cámara.