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Sandra Quijada (INE) sobre el IPC: “Sigue siendo preciso”

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Agencia Uno
POR Francisca Vargas |

La directora del INE no cree que tras la pandemia se produzcan correcciones significativas en el precio de los alimentos. “No tomamos como regla general las ofertas”, dijo.

Las restricciones de movilidad en el país han afectado tanto a la economía como a los indicadores que buscan medir su impacto. Uno de los que se ha debido adaptar en este período es el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), al momento de realizar la encuesta nacional de empleo y el IPC, entre muchos otros indicadores. 

El proceso para llevar a cabo las mediciones ha cambiado sustancialmente: de una recolección completamente presencial, han debido mudarse a una mixta que contempla recolección de datos vía telefónica y a través de la página web. El Índice de Precios al Consumidor (IPC), en tanto, ha volcado su trabajo a “lo que nosotros llamamos gabinete, que es básicamente oficinas, a excepción de la recolección de los precios de ferias libres y supermercados”, comentó la directora nacional del INE, Sandra Quijada. 

Ante la dificultad para contar con todos los precios, parte del indicador se calcula en base a la metodología de imputación. Es decir, se miden productos o servicios similares. En abril, 42% del índice tuvo que ser imputado a falta de registros presenciales. En junio, la cifra bajó a 26,9%. “Abril fue un mes particular porque no hicimos prácticamente recolección en terreno […] Solo en ese mes en particular, porque nos estábamos adaptando a esta nueva forma de hacer las cosas. Pero de ahí en adelante, dado que ya se generó la adaptación y que ya tenemos el procedimiento de captura de precios a través de páginas web y otros mecanismos, ya esa tasa de imputación la pudimos bajar a un nivel muy importante”, indicó.

En esa línea, en PAUTA Bloomberg de Radio PAUTA, descartó que el IPC pierda validez como indicador para medir la inflación. “Sigue siendo preciso”, comentó, “la cifra sigue siendo representativa y, en el caso de que no lo fuera, declararíamos que así es”.

¿Espacio para más “sorpresas”?

El IPC de mayo estuvo marcado por la polémica: días antes de que se dieran a conocer los datos, el INE anunció un cambio en su metodología en el sector turismo. Si bien esto generó críticas, Quijada atribuyó el cambio repentino a que “en general esos precios de pasajes se toman un mes antes de hacer efectivo el pasaje, y el paquete turístico dos meses antes. La información que nosotros recibimos de los proveedores de esos productos, para tener una proyección de ellos de uso, no la obtuvimos hasta un día antes de la publicación de la nota técnica, entonces para nosotros como INE era imposible tomar una decisión antes de tener los datos a la vista”.

Debido a la pandemia “hay decisiones que se tienen que tomar de una semana para la otra”, dijo. Y junto con eso, trabajar en los mecanismos mixtos disponibles para recolectar la información es esencial.

No obstante, en ese punto se produce un nuevo conflicto: “Estamos llamando a los teléfonos que tenemos disponibles”, por lo que una vez levantadas las cuarentenas, enviarán “una carta donde les vamos a decir que han sido seleccionados para responder la encuesta y le vamos a dar todas las indicaciones para que se comuniquen con nosotros, nos entreguen su teléfono y nosotros nos comuniquemos con ellos”.

“Nuestras tasas de respuesta alcanzan el 60% o 70%, dependiendo de la región […] Antes era sobre el 90%”, agregó.

Correcciones pospandemia

Con la imputación de precios y la dificultad para recolectar la información, hay economistas que han advertido que se podría producir un ajuste significativo en los valores luego de que la emergencia sanitaria comience a disminuir. Sin embargo, la directora nacional del INE rechazó estos pronósticos. 

Afirmó que “no tomamos como regla general las ofertas, porque es el precio regular el que se toma en el IPC. Si la tienda tiene un precio distinto al que está declarado en la página web efectivamente podríamos tener un cambio, pero nosotros estamos chequeando la información para, en el fondo, no tener esta distorsión”.

La fijación de métricas y la autonomía

Dentro de lo que implica el manejo de las cifras, realizar conferencias con otros organismos públicos es algo que desde el INE está realizando hace meses. El objetivo principal es “fijar métricas y acciones que lleven a tener estadísticas de calidad”. 

Quijada enfatizó que “creemos que efectivamente tenemos que hacer que todos los servicios públicos tengan la misma rigurosidad en la entrega de información, en el levantamiento de información y en el análisis de información. Eso, porque se dan a conocer cifras que podrían no estar sujetas a estándares de calidad que nosotros como INE no publicamos porque sabemos que los datos no son precisos”.

“Hoy en día nosotros tenemos una ley en que podemos solicitar datos a otros servicios públicos, pero la interpretación de eso, dado que no está explícito en la ley es que ‘mira, en realidad nosotros entendemos que la interpretación de nuestra ley está por sobre la ley del INE’ y eso no pasaría si fuéramos un ente autónomo y tuviéramos detalladas cada una de las cosas que pudiéramos hacer”, sostuvo.

Sobre el Censo 2022, Quijada explicó que “lo que estamos haciendo ahora es probar el cuestionario con funcionarios públicos que no son expertos en levantamiento de información, de manera que ellos nos puedan retroalimentar sobre la comprensión de las preguntas”.

Revise la entrevista con Sandra Quijada en PAUTA Bloomberg