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El mapa de las elecciones de Bolivia

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Bloomberg
POR Francisca Rivera |

Los socialistas seguidores de Evo Morales tienen a su candidato, Luis Arce, liderando las encuestas. Sin embargo, el apoyo a Carlos Mesa podría llevar la disputa de este domingo 18 de octubre a una segunda vuelta.

Los socialistas de Bolivia quieren recuperar el poder en las elecciones de este domingo, un año después de que su entonces líder, Evo Morales, fuera expulsado y llevado al exilio.

Luis Arce, economista que estudió en el Reino Unido y es aliado de Morales, lidera las encuestas, pero debe evitar una segunda vuelta en la que sus oponentes podrían unirse bajo un solo candidato.

Su principal rival es el expresidente Carlos Mesa, quien quedó en segundo lugar después de Morales en las caóticas elecciones del año pasado, lo que provocó disturbios generalizados, acusaciones de fraude y la salida del jefe de estado del país.

El jueves se formaron colas en algunos supermercados y estaciones de servicio en la capital, La Paz, debido a que la gente comenzó a abastecerse en caso de nuevos disturbios.

El país andino sin salida al mar, con 11,5 millones de habitantes, está atravesando la crisis económica más profunda de la que su historia tenga registro, además del caos político por el que está pasando debido a que ha estado sin un líder electo durante un año. Las elecciones se postergaron dos veces debido a la pandemia.

Calificación crediticia

Las principales agencias de calificación crediticia han rebajado a Bolivia cada vez más dentro de territorio chatarra desde las elecciones del año pasado, aludiendo al riesgo político y la reducción de las reservas de dólares mientras rebajaban la calificación del país un total de seis veces entre ellas. La economía, una de las más pobres de América, se contraerá 7,9% este año, según una proyección del Fondo Monetario Internacional.

Arce dice que, si gana, buscaría renegociar miles de millones de dólares en créditos con prestamistas multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial para evitar el incumplimiento de la deuda del país. Los dos principales candidatos se han comprometido a defender la paridad cambiaria de Bolivia de alrededor de siete bolivianos por dólar.

Arce, de 57 años, que es popular entre los indígenas bolivianos y la gente de las zonas rurales, prometió adherirse al modelo económico de los 14 años de mandato de Morales, que se caracterizó por el aumento del gasto social y la redistribución de las ganancias por la venta de gas natural.

Mesa, un experiodista de 67 años, dice que quiere atraer capital extranjero a los sectores de energía y minería del país y hacer que el sistema legal sea más favorable para los inversionistas.

Los inversionistas en bonos soberanos en dólares de la nación “reaccionarían favorablemente” ante una victoria de Mesa, pero su entusiasmo pronto se enfriaría si no puede forjar una coalición gobernante en el Congreso, dijo la analista de Eurasia Group Risa Grais-Targow.

Según las leyes electorales bolivianas, un candidato puede ganar en la primera vuelta con solo 40% de los votos, siempre que haya un margen de más de 10 puntos porcentuales sobre el segundo. En las últimas semanas, dos candidatos, incluida la presidenta interina, Jeanine Áñez, se retiraron por temor a que Arce pueda triunfar sobre sus oponentes divididos, lo que permitiría que su partido socialista retomara el poder.

Segunda vuelta

Una encuesta publicada la semana pasada por “Your Vote Counts”, una alianza de universidades, medios de comunicación y organizaciones religiosas, mostró que Arce lideraba con 33,6% de las intenciones de voto en la primera ronda en comparación con el 26,8% de Mesa y el 13,9% de un tercer candidato, Luis Fernando Camacho.

Eso significaría una segunda vuelta entre Arce y Mesa el 29 de noviembre, que favorecería a Mesa, ya que es probable que los partidarios de otros candidatos antisocialistas voten en contra de Arce en ese escenario.

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Arce, como ministro de Economía y Finanzas Públicas entre 2006 y 2017, supervisó una de las tasas de crecimiento más rápidas de América Latina, pero su tarea se vio facilitada por los fuertes ingresos de las exportaciones de gas natural de Bolivia y la gran mayoría de su partido en el Congreso. Si gana el domingo, probablemente tendrá que gobernar sin ninguna de esas ventajas.

Las urnas están abiertas de 8 a.m. a 5 p.m., y los resultados se esperan para la noche del domingo.