Actualidad

No me toques las cerezas: lecciones para Boric

Imagen principal
Agencia Uno
POR Andres Sepúlveda |

El gobierno encontró el apoyo de los empresarios ante la huelga de transporte y eso debería enseñarle lo importante que es mantener la economía chilena abierta al exterior.

Las dos principales asociaciones del gremio de los camioneros que protagonizaron la reciente huelga de ocho días descubrieron en su propia carne que el país no es el mismo de hace 50 años. Y deberíamos congratularnos por ello. El gobierno descubrió pronto que tenía a su lado a las organizaciones empresariales que, en una nación netamente exportadora como Chile, prácticamente deben su legitimidad existencial a que el país siga funcionando y no se pare.

Las cerezas y otros productos ya estaban madurando en los árboles y había que sacarlas pronto hacia los mercados internacionales antes de que se estropearan. Hasta los embajadores de los países clientes estaban preocupados, telefoneando a La Moneda. Para este año, el Comité de Cerezas de Asociación de Exportadores de Frutas (Asoex) estimaba enviar al extranjero 446.769 toneladas, un crecimiento de un 25% con respecto a 2021. De ahí el enorme protagonismo de los empresarios en la resolución de esta crisis.

Lo ocurrido en este conflicto debería servirle al presidente Boric para comprender mucho mejor por qué es tan importante que Chile siga siendo un país abierto al exterior. Y, por lo tanto, para entender por qué los intentos neoproteccionistas de su subsecretario Ahumada no son más que postulados teóricos que no tienen a un país detrás. Los inputs que nos llegan desde el extranjero nos ayudan a corregir las cosas en las que a veces nos equivocamos o nos empecinamos.

Esta experiencia también debería enseñarle al Presidente Boric cómo sumar las fuerzas de sectores que tradicionalmente no le resultan simpáticos a su coalición política. De esa forma podrá dejar de sufrir varapalos como la derrota de su candidato a fiscal general en el Senado. Estos errores transmiten la impresión de que el suyo es un gobierno no sólo sin estrategia, sino también sin capacidad táctica.

Revisa la videocolumna