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La capilla “fantasma” de Gaudí en Rancagua: la historia del proyecto que lleva más de 100 años esperando

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POR Santiago Parro |

En 1922 el genio catalán donó el bosquejo, pero recién en 2010 fue el primer anuncio oficial. En Radio Pauta investigamos las razones de por qué, la que sería la única obra de Antonio Gaudí fuera de España, sigue sin ser levantada.

En 1922, el chileno Angélico Aranda, tomó una decisión que muchos podrían catalogar como una impertinencia o incluso una locura. Decidió enviar una carta al célebre arquitecto catalán Antonio Gaudí. ¿La razón? Pedirle que diseñara para Chile “un lugar para vivir la experiencia del perdón a quienes lo buscan”.

La intención del fraile franciscano era que el famoso arquitecto catalán dibujara los planos para construir una capilla en Rancagua, “como sólo usted sabe hacer”, le planteó en la carta. A cambio, Aranda prometió “pagarle con oraciones”.

Ante la sorpresa de varios, el genio catalán, respondió. A pesar de estar inmerso en la construcción de la Basílica de la Sagrada Familia, Gaudí recogió la extraña petición venida desde Sudamérica. El arquitecto explicó que no tenía tiempo para crear nuevos planos, sin embargo, para cumplir con la petición, envió dos croquis de una capilla que él había pensado construir en la parte posterior del megatemplo de Barcelona.

De esta peculiar manera, se inició en 1922 la gestión de la primera y única obra de Antonio Gaudí fuera de España, en la desconocida ciudad de Rancagua, en la zona central de Chile. Más de un siglo después, la obra aún no se construye. 

La “capilla fantasma” de Gaudí en Rancagua: la historia del proyecto que lleva 100 años esperando

La Corporación Gaudí de Triana Chile, lleva impulsando el proyecto de construcción de la capilla en Rancagua hace más de 27 años. La obra forma parte del diseño original de la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, por lo que su importancia arquitectónica es crucial.

Beatriz Valenzuela, arquitecta perteneciente a la corporación, aseguró que “para que se lleve a cabo el proyecto, que demoraría 27 meses en ser construido, sólo estaría faltando el sí político del gobernador regional de O’Higgins. Ya hemos solicitado una audiencia con él y con el Ministerio de Obras Públicas para discutir el financiamiento”.

Gestión difícil, ya que el proyecto ya ha fracasado dos veces. Así lo refrenda, Christian Matzner, arquitecto a cargo de la capilla desde 2010. “En 2016, después aspectos muy puntuales con una empresa constructora que quebró una vez que se la había adjudicado. Por causas económicas ajenas al proyecto, esa empresa ya venía quebrada”.

Tampoco es la primera vez que la licitación ha jugado un papel fundamental. La última licitación registrada de la capilla de Gaudí en Rancagua data de 2017. El arquitecto del MOP de la región de O’Higgins, Roberto Soto, especificó que la licitación “tenía un presupuesto de 7.000 millones. El problema fue que la oferta más barata fue de 9.000 millones, por ende no se pudo adjudicar”.

Gonzalo Matzner explicó que muchas empresas “han subestimado la complejidad constructiva del proyecto, en especial de la piedra, es decir, las dovelas, que son las unidades de piedra que tiene la superficie con doble curvatura y labradas, cuya conexión con las otras piedras es un sistema constructivo que no es fácil”.

Un proyecto cuesta arriba: complejidad y alto costo

Pablo Silva, Gobernador Regional de la región de O’Higgins, dijo que “el proyecto tiene un valor aproximado de 15 mil millones de pesos, actualizado a los valores de la construcción y su equipamiento. Lo que yo he señalado es que estoy de acuerdo con la construcción, en la medida que no sea con recursos del Gobierno Regional”.

La capilla tiene un valor superior a casi dos Cesfam. En ese mismo terreno se va a construir la Teletón, una obra que nadie puede cuestionar su importancia y que nos cuesta 10.200 millones de pesos. Por lo tanto, lo que he señalado yo es que si existen los recursos de parte del Gobierno central o de particulares, no tengo ningún problema en que se construya esta capilla, pero sin recursos del Gobierno Regional”, agregó Silva.

A pesar de la negativa del gobernador, Christian Matzner, tiene confianza. “Lo que se ha estado tratando es que sea un financiamiento entre el Ministerio de Obras Públicas y el Gobierno Regional”, comentó el arquitecto. Para lograrlo, se debe asegurar que el proyecto es rentable socialmente. “A pesar de su alto costo, la capilla le entregará a la comunidad, a la región y provincia un gran aporte económico y cultural”, dijo.

“Las obras propiamente tal, nosotros deseamos que comiencen este año 2023 o el próximo año con el proceso de la licitación”, complementó Matzner.

Sin embargo, según Roberto Soto, el MOP considera una estrategia de financiamiento entre varios ministerios. “Lo correcto no es que el Ministerio de Obras Públicas financie el 100% del proyecto, ya que este abarca áreas de otros ministerios como el de Cultura y el de Vivienda y Urbanismo”.

A pesar de las buenas intenciones, a día de hoy no existe un esquema de financiamiento definido que le dé viabilidad al proyecto. De esta manera, desde 1922, año en que Gaudí donó los bosquejos a Chile, la capilla sigue siendo “fantasma”, a pesar de la voluntad explícita del genio catalán.

El estudio podría aprovecharse mucho antes de su ejecución en Barcelona y sería una prueba de confraternidad espiritual entre España y América“, escribió el propio Gaudí de su puño y letra, en una carta de respuesta al fraile Aranda, con fecha 12 de octubre de 1922.

De este modo, el arquitecto catalán especificó, en el día del encuentro de dos mundos, su voluntad. La capilla en Rancagua debía estar lista antes de finalizar el proyecto de la Sagrada Familia en Barcelona.

Al día de hoy su voluntad no ha sido cumplida.

Revisa las fotos del proyecto de la capilla de Gaudí en Rancagua: