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Columna de Víctor Maldonado: “Derrota sin explicación, candidatura sin piso”

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POR Equipo Radio Pauta |

“No se puede vaticinar que se dará vuelta un resultado para terminar diciendo que no se supo informar adecuadamente de las bondades de una excelente Constitución. No se puede decir tanto antes y tan poco después”.

Nada cambió y eso no es nada bueno

Luego de terminado el plebiscito se podían tomar dos caminos: asumir una agenda de acuerdos nacionales o dejar que predominara una miscelánea de temas sin gran importancia, pero que nos diera la apariencia de estar ocupados.

No hemos tomado el camino de los acuerdos transversales. Si hacemos el recuento de las resoluciones relevantes tomadas luego del 17 de diciembre, se encontrará una sola decisión: una ayuda de emergencia obligada a las Isapre.

El gobierno dio un paso importante cuando el ministro Mario Marcel entregó un meditado documento que sustenta la propuesta de Pacto Fiscal.

La ministra Jeannette Jara entregó una nueva fórmula en pensiones destinada a destrabar las negociaciones, pero más se demoró en darla a conocer que en recibir una contestación negativa de la oposición. El silencio es la respuesta.

Es decir, tras el plebiscito se constata que el debate político siguió concentrado en los temas menudos como si nada hubiera ocurrido. Ambos bandos se refugian en la intransigencia que estaría mostrando la contraparte al no ceder. Se podrá criticar el tono empleado al informar sobre las propuestas del oficialismo, pero lo cierto es que las contrapropuestas brillan por su ausencia.

Lo que está fallando es la voluntad de llegar a acuerdos y posiblemente esto se vincula al hecho de que el plebiscito no cerró el tema de la opción presidencial dentro de la derecha, sino que lo dejó más abierto que antes.

Una cuestión previa deja las oportunidades de los acuerdos reducidos a su más mínima expresión. Estamos condenados a una actividad política irrelevante mientras no se fortalezcan personalidades aglutinantes que nos hacen falta.

Se busca candidato presidencial, de preferencia dialogante

Luego de la elección de los consejeros constitucionales, no cabe duda que Kast era consciente de que consolidar su posición como postulante a La Moneda requería un discurso más ponderado, aprovechar el consenso previo en materia constitucional y ponerse a la cabeza.

El excandidato presidencial no disponía del liderazgo indiscutido que todos le suponían en su tienda. Se convirtió en uno de los conductores que se vio obligado a seguir a sus conducidos en un discurso y práctica identitarios que desperdició los acuerdos ya conseguidos y que pudo haber rubricado.

A Kast no lo ha superado en su partido otra figura individual, fue la reacción colectiva de un grupo acostumbrado a defender sus convicciones de nicho lo que terminó por imponerse. Republicanos mantuvo su líder, pero le impuso la línea política que más lo perjudicaba. Kast quedó a la cabeza de una estrategia que lo llevó a la derrota. Opciones como Rojo Edwards prefirieron la salida.

En la derecha se dieron cuenta de la situación y dejaron de recibir instrucciones o de hacerles caso. La muestra de debilidad se acrecienta por la ausencia de explicaciones. No se puede vaticinar que se dará vuelta un resultado para terminar diciendo que no se supo informar adecuadamente de las bondades de una excelente Constitución. No se puede decir tanto antes y tan poco después.

Se anunció que se abrirían las puertas del futuro para luego declarar que no se encontraron las llaves. El paso brusco de lo sublime a lo prosaico evidencia la magnitud de la frustración alcanzada. En la derecha la conducción está vacante.