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Columna de John Müller: “Lo mismo me da que me da lo mismo”

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POR Equipo Radio Pauta |

En la agenda política chilena ‘tragarse un sapo’ en víspera de Año Nuevo es lo mismo que hacerlo a primera hora del día, como recomendaba Mark Twain.

Quizá la noticia más importante que dejó 2023 sea el acuerdo de Corfo y SQM para la explotación conjunta del litio del Salar de Atacama hasta 2060. El presidente Gabriel Boric dijo que se trata de “un hito sin precedentes en la industria minera chilena y un avance concreto para alcanzar un desarrollo justo y sostenible”.

Ni una sola referencia a que SQM ha sido, para la izquierda chilena de la que Boric forma parte, la encarnación neoliberal de todos los males, desde la relación familiar con el general Pinochet de su principal artífice hasta su papel central en la financiación ilegal de la política chilena.

“Cómete una rana viva a primera hora de la mañana y nada peor que eso te pasará el resto del día”, decía Mark Twain. ‘Eat the frog’ forma parte de una de las costumbres de la gente altamente eficiente, según Stephen Covey, uno de los gurús del management.

La idea es que hay que ponerse primero con las tareas que más nos disgustan y así el resto del día será coser y cantar. Las agendas políticas no son iguales que las humanas y en Chile lo mismo da que da lo mismo hacer este anuncio cuando se termina 2023 que cuando comience 2024, porque el verano lo amortigua todo, menos el fuego.

Estamos hoy muy lejos de la comisión de investigación que se creó por la Cámara de Diputados -con la firma de Gabriel Boric- en marzo de 2016 sobre los acuerdos entre Corfo y SQM o de las denuncias que presentó Corfo, presidida entonces por Eduardo Bitrán, contra la empresa por financiación ilegal de la política.

“El hecho de que recursos provenientes de la explotación del Salar de Atacama hayan tenido como destino el financiamiento ilegal de la política, es causal suficiente para solicitar la terminación anticipada del contrato”, se leía en una de las demandas presentadas por Corfo contra SQM en 2016. ¡Cuánto está dando de sí ese salar que ha conseguido cambiar hasta las más firmes convicciones!

¿No tiene usted la tentación de pensar que todos los políticos son iguales, que siempre intentan manipular a la opinión pública y que son todos unos demagogos? Podría darle la razón, pero la pregunta que hay que hacerse es: ¿Cuándo han sido manipuladores y demagogos, ahora o en 2016?

En 2023 se ha impuesto el pragmatismo. La portavoz del gobierno dice que pactar con SQM forma parte de su estrategia nacional del litio, cosa que no parecía tan clara en abril pasado cuando se anunció ésta. Lo que resulta muy sorprendente es por qué el gobierno puede permitirse ser pragmático con el litio y no con la reforma de las pensiones o con el pacto fiscal.

La explicación más plausible es que el gobierno sigue pensando que puede, desde el Estado, cambiar la opinión de los trabajadores chilenos y convencerles de que deben entregar una parte de sus rentas para costear las pensiones de otros. La incertidumbre sobre las pensiones es tanto o más dañina que una reforma fiscal que pretende subir los impuestos cuando la economía carece de fortaleza para crecer, más allá incluso de la situación cíclica. Pero ustedes son mucho más fáciles de convencer de que Ponce Lerou.