Columna de Víctor Maldonado: “Dice que el Gobierno tiene méritos, pero no es de izquierda”
“Winter ha dicho es que el gobierno está dispuesto a llegar a acuerdos a costa de perder el objetivo principal. Ni más ni menos. Lo evidente es un cambio en el orden de las lealtades y que el apoyo al gobierno ya no es, para algunos, la primera prioridad”.
El problema con las reiteradas declaraciones de Gonzalo Winter, que realizó una autocrítica por estar perdiendo la disputa ideológica, junto a una crítica a Demócratas y Amarillos, no es que haya logrado enojar a todos por igual.
Lo que ocurre es que presenta una visión parcial de los acontecimientos y no le deja a su sector razones para tener esperanza. Nuevamente, nos encontramos en la izquierda con un dirigente que actúa como si reflexionar en voz alta no tuviera mayores consecuencias.
Estos dichos parecen un resumen de los factores que tienen al gobierno en las condiciones que conocemos: autorreferencia, perspectiva reducida y ausencia de responsabilidad por los propios actos.
Lo más problemático de su actuación es que no tiene ningún propósito, es decir, ninguno que pueda significar un aporte para mejorar la actuación de su conglomerado o del gobierno del que forma parte.
Es una de esas declaraciones que se pueden explicar por razones mucho más pedestres, como ocurre cuando se participa en un debate interno y luego se continúa la polémica a través de la prensa.
Esto es un gran problema porque, al cambiar la discusión directa por la declaración pública, la mayor parte de quienes escuchan el mensaje carecen del contexto donde se origina y solo pueden evaluar lo que se dice. Y lo que se dice es autodestructivo, aunque se diga en medio de muestras de deferencia.
Solo fallamos en la principal, no demás está bien
La crítica de Winter solo puede estar dirigida a Gabriel Boric, puesto que al afirmar “hemos fallado en nuestro rol de dar una disputa ideológica” no se puede referir a uno que otro dirigente. Dice que la pelea ni siquiera se ha dado. El abandono de la disputa principal se produce cuando falla el líder del equipo.
Según el diputado, “ha parecido que lo que empuja este gobierno no es la justicia social, sino el acuerdo mismo”, se ha extraviado o, más bien, lo han extraviado por un mal ejercicio del liderazgo. La derecha ni se ha movido del escritorio.
Cuando Winter dice que “el gobierno tiene que asumir un rol en la disputa de las ideas porque si no va a perder todo”, lo acusa de hacer un abandono estratégico de su discurso diferenciador. No se puede hacer una crítica más dura.
Winter le está hablando al público interno del Frente Amplio en un momento en que la constitución de un solo partido redefine los pesos de los dirigentes. Si alguien cercano a Boric pone el acento en alagar a la audiencia dura de su referente político en desmedro de la alineación de apoyo al oficialismo, está dando una señal de inicio del abandono del propósito común.
Es preocupante que un parlamentario se refiera a las negociaciones en curso por la reforma previsional sosteniendo que el gobierno “solamente” está buscando un acuerdo, como si fuera fácil y como si fuera poco.
Winter ha matizado sus dichos iniciales, diciendo que nunca se ha opuesto a la búsqueda de acuerdos. No, lo que ha dicho es que el gobierno está dispuesto a llegar a acuerdos a costa de perder el objetivo principal. Ni más ni menos. Lo evidente es un cambio en el orden de las lealtades y que el apoyo al gobierno ya no es, para algunos, la primera prioridad.