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Columna de John Müller: “La potestad y el acierto no son lo mismo”

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POR Equipo Radio Pauta |

La Constitución atribuye al Presidente la política exterior, no al consenso ni al pacto.

La decisión de Gabriel Boric de cambiar la política exterior de Chile hacia Israel forma parte de sus atribuciones presidenciales. Eso no está en discusión. Podría suceder que, por la naturaleza jurídica de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae), el Presidente haya empujado a su administración a cometer algún desatino jurídico, pero eso no supone cuestionar su capacidad de dar forma a esa política.

La mayoría de las críticas que denuncian la ruptura del consenso en política exterior olvidan que éste quedó liquidado en Cúcuta, en febrero de 2019, cuando el Presidente Sebastián Piñera se sumó a una operación internacional cuya principal consecuencia ha sido el afianzamiento de la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela.

También entonces se denunció la ruptura del consenso en la política exterior chilena. Y el hecho de que la derecha lo rompiera con Maduro ha terminado validando que la extrema izquierda pretenda lo mismo con Netanyahu.

La Constitución es taxativa: “(Es atribución del Presidente de la República) conducir las relaciones políticas con las potencias extranjeras y organismos internacionales”. Las deliberaciones sobre estos asuntos pueden ser declaradas secretas si el Presidente así lo estima necesario.

Estando clara la potestad, lo que de ninguna manera está garantizado es el acierto. La operación ideada por el colombiano Iván Duque en Cúcuta fue un error calamitoso y el propio Piñera se dio cuenta de ello cuando reprochó a Juan Guaidó el escaso apoyo popular que suscitó.

Por lo mismo, es muy probable que la decisión presidencial en torno a la Fidae haga más daño a esta feria y a la Fach, que han consumido tantos esfuerzos y recursos para convertirla en una cita con capacidad de convocatoria internacional. La exclusión de Israel rompe la política no escrita de que estas reuniones no se utilizan para exhibir valores morales o alineamiento geopolíticos. Curiosamente, el expresidente Piñera también le ofreció una coartada a Boric, ya que excluyó a Rusia de la Fidae de 2022 por la invasión de Ucrania.

Hace ya tiempo escribí que, en la relación entre Chile e Israel, nuestro país tiene mucho más que perder que Israel. Chile no es un país clave ni para la economía de Israel ni para sus intereses geopolíticos. Hace muchos años que la diplomacia israelí viene tomando nota de que las distintas posiciones de poder en las instituciones y en los medios de comunicación chilenos han sido ocupadas por personas con sensibilidades propalestinas. En el Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel y en el de Asuntos Exteriores son plenamente conscientes de ello. Desafortunadamente, hemos decidido importar su conflicto a nuestra sociedad y no sus profundos conocimientos sobre, por ejemplo, la gestión del agua.