Se siguen sumando empresas a la ola “anti woke” en Estados Unidos: Disney, Walmart y Meta entre ellas

En sus primeras semanas de gobierno, Donald Trump ha firmado decenas de órdenes ejecutivas para retroceder o poner fin a una serie de medidas de derechos civiles, como la eliminación federal de políticas DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión), y muchas empresas han hecho lo mismo.
La nueva administración Donald Trump, de la mano de Elon Musk, inició una embestida directa contra las políticas DEI por considerarlas “woke”, medida criticada por muchos expertos ya que dejaría desprotegidos a grupos históricamente marginalizados.
El mandatario ya terminó con estas iniciativas en el gobierno federal, y si bien no tiene facultad para hacer lo mismo a nivel privado, muchas empresas (como Disney o Walmart) se han sumado a esta llamada ola “anti woke”, pese a las décadas de las políticas DEI.
¿Qué es DEI y por qué lo consideran woke?
La sigla DEI quiere decir “Diversidad, Equidad e Inclusión”. Estas políticas encuentran su origen en la Ley de Derechos Civiles de 1964, promulgada por el expresidente Lyndon Johnson.
Apuntan a crear puestos laborales y educacionales para grupos históricamente excluidos, y abogan por que no exista discriminación racial o étnica, de género, religiosa, sexual o de otra índole en la convivencia de esos espacios.
Donald Trump ha sido particularmente crítico de estas medidas por considerarlas “woke” y, a través de órdenes ejecutivas, derogó políticas de inclusión transgénero en la milicia o la emisión de pasaportes con género ‘X’ para personas trans o no binarias.
El término “woke”, por otra parte, inicialmente se usó para referirse a las personas con consciencia social de problemas raciales, de género u otros. Más tarde, sin embargo, tomó una connotación despectiva entre los conservadores, que lo usan para indicar que alguien es “hipócrita” y se cree “moralmente superior e intransigente”.
Meta fue de las primeras en retroceder en sus políticas DEI
En el mundo corporativo, distintas empresas han hecho lo propio con sus políticas DEI de inclusión laboral desde que inició el segundo gobierno de Trump. Entre ellas se encuentran Meta, Walmart y Disney.
A inicios de enero, poco antes de que Trump asumiera su segundo gobierno, fue conocida la decisión de Meta de eliminar la verificación de datos en Facebook e Instagram, que fue reemplazado por un sistema de notas en que los usuarios determinan si un post necesita más contexto o información.
Además, desde el inicio de la nueva administración Trump, Meta también ha eliminado restricciones de forma que los usuarios puedan llamar “retrasados mentales” a personas de la comunidad LGBTQ+ o cuestionar la inclusión laboral femenina.
Walmart y Disney ponen fin a llamadas prácticas “woke”
Walmart es la mayor minorista y empleadora del sector privado (tiene 1,6 millones de trabajadores). Comentó a los medios que “quiere fomentar un sentimiento de pertenencia y están dispuestos a cambiar”, junto a su plantilla de empleados y clientes, “que representan a toda América”.
Entre las medidas, dejarán de vender productos dirigidos a la comunidad LGBTQ+ y cerrarán el Racial Center of Equity, la organización benéfica que crearon en 2020, luego de la muerte de George Floyd, para financiar la lucha contra la desigualdad racial en EE.UU.
Disney, por su parte, decidió esta semana acabar con sus programas DEI y dejará de mostrar las advertencias por “descripciones negativas y/o maltrato de pueblos o culturas” que se incluyen antes de algunas de sus películas.
La otra cara de la moneda: acciones legales y desinformación
En EE. UU. se vive un ambiente tenso a raíz de estas políticas anti-inclusión, por lo que se han producido represalias contra empresas “woke” o derechamente por desinformación.
Por ejemplo, el estado de Missouri demandó esta semana a Starbucks por supuesta discriminación en base a políticas DEI, ya que estas serían “un mero pretexto para su compromiso con la discriminación ilegal”, según declaró el Fiscal del Tribunal Supremo de ese estado, Andrew Bailey.
Durante los últimos días, además, en Estados Unidos se reportó un boicot latino a Coca-Cola luego de que circulara en redes sociales que la empresa estaría reportando a sus propios empleados a la policía migratoria.
Sin embargo, esta información es falsa, como lo han constatado múltiples medios. No hay pruebas de que esto ocurra o haya ocurrido e, incluso, un video donde supuestos empleados de la empresa son deportados, fue generado con inteligencia artificial.