Columna de Víctor Maldonado: “Un peldaño más a la polarización”
Víctor Maldonado escribe sobre la figura de José Antonio Kast: “El republicano ha hecho explícito su deseo de no tocar los temas valóricos, donde encuentra más resistencia, concentrándose en temas como seguridad, migración y desempleo, donde tiene audiencia segura”.
La candidatura de Kast no se caracteriza por moderar su discurso a la búsqueda de un electorado centrista. Lo que está haciendo es ir al encuentro de una ciudadanía que vaya aceptando cada vez más soluciones polarizadas, cansadas de la política tradicional. Es un curso de acción persistente.
El republicano ha hecho explícito su deseo de no tocar los temas valóricos, donde encuentra más resistencia, concentrándose en temas como seguridad, migración y desempleo, donde tiene audiencia segura.
Esta campaña no pretende quedarse en esta posición inicial. Va graduando la tolerancia a sus propuestas duras en la medida que la recepción del auditorio se lo va permitiendo. Trabaja para canalizar un descontento creciente.
El hecho de que haya decidido aumentar en un grado la sinceridad respecto de sus propósitos, muestra que el horno está cada vez más para bollos. No se trata de un paso improvisado: se da justo en el momento en que el crecimiento del apoyo a Jara se detiene y cuando Matthei hace su mejor intento de recuperación.
Se dieron las condiciones para que Kast pasara a la ofensiva y no se trata solo de un movimiento individual, sino sincronizado con su base de apoyo.
La candidata oficialista cometió un error y mostró una debilidad. El error fue negar una propuesta explícita contenida en un programa inicial que pretende mejorar. La debilidad consistió en no encontrar ninguna respuesta aceptable que enmendara el primer tropiezo con lo que se amplificó el daño.
Matthei reaccionó a su bajo desempeño de varias semanas incorporando a dos personajes de reconocida autoridad: Coloma y Sutil. Identificó una carencia personal, le apuntó con el ajuste de precisión realizado y eso impactó de inmediato en las encuestas. Este intento puede encontrar un límite.
En lo que se han puesto de acuerdo en Chile Vamos es en reforzar la campaña ya desplegada y, sobre todo, en impedir la creciente fuga de figuras hacia Kast. Esto último se consiguió en el límite, si es que se consiguió. Lo que pudo ser un movimiento masivo puede pasar a transfusión por goteo, menos visible, pero igualmente verificable. No se detiene, se ralentiza.
Pero evitar descender al cuarto lugar no es lo mismo que conseguir una recuperación constante. La mejor forma de impedirlo por parte de republicanos es consolidando el terreno ya ocupado y hacer imposible que Matthei encuentre espacio para atraer con sus propuestas moderadas.
Ahora Kast dice que “el Congreso no es tan relevante” y que su intención es usar “todas las potestades administrativas que tiene el Estado”. Lo que se insinúa es gobernar por la vía de los decretos, recurriendo menos al Parlamento de lo que ha sido usual hasta ahora. ¿Qué pasa si ahora es la derecha la que no sabe cómo reaccionar? La respuesta es sencilla: que Kast subirá otro peldaño en su apuesta y empezará a tener a la centroderecha detrás rezongando, pero detrás.
En paralelo, republicanos golpea desde otro frente y, con maldad infinita, aguijonea a Chile Vamos a que llegue a acuerdo con Demócratas y Amarillos, cocinándolos en su propio jugo. Saben que los que van a ganar son generosos y los que no están seguros no sueltan prenda.