ME-O al inscribir su quinta candidatura presidencial: “Kaiser, Kast y Jara encarnan los errores y fantasmas del pasado”
Enríquez-Ominami oficializó su quinta candidatura presidencial ante el Servel, acompañado de su madre, su hija y cientos de adherentes. Reunió más de 37 mil patrocinios y criticó con dureza a Kast, Kaiser y Jara, además de advertir contra la idealización de la dictadura y los años ochenta.
La mañana de este lunes 18 de agosto, Marco Enríquez-Ominami (ME-O) también inscribió oficialmente ante el Servicio Electoral (Servel) su quinta candidatura presidencial.
Lo hizo acompañado por su madre, la destacada periodista Manuela Gumucio, su hija Manuela Enríquez-Ominami Doggenweiler y cientos de adherentes que llegaron hasta las oficinas del organismo electoral para respaldar el proceso.
MEO acusa intentos de “repintar” la dictadura y llama a un nuevo ciclo político
El hoy abanderado independiente, destacó que la inscripción no fue “un simple trámite administrativo”, sino la culminación de una primera etapa en la que recorrió el país financiando personalmente sus actividades y con fuerte despliegue en redes sociales.
Según detalló, su candidatura logró reunir más de 37 mil patrocinios ciudadanos: “Estas decenas de miles de apoyos son nuestra voz que merece estar presente porque nuestro camino es legítimo”.
Candidato independiente para decir la verdad
Durante su discurso, MEO subrayó que su postulación busca representar a “otro Chile”, alejado de los privilegios de las élites y fuera de la lógica de los bloques tradicionales.
“Ser candidato independiente, libre de decir toda la verdad, es un desafío y molesta. Ni la derecha ni la izquierda defienden este mensaje”, afirmó.
El exdiputado también apuntó contra sus contendores, y acusó a los candidatos José Antonio Kast, Johannes Kaiser y ala oficialista Jeannette Jara de “encarnar los errores y fantasmas del pasado” y de ofrecer salidas que conducen “al mismo lugar: el desastre”.
“La democracia no es un negocio y la dictadura no nos salvó del caos”
Enríquez-Ominami también defendió la necesidad de enfrentar con honestidad la memoria histórica, y cuestionó los intentos de algunos sectores de presentar la dictadura como un período positivo.
Recordó que en los años ochenta la pobreza alcanzaba cerca del 50% y que el modelo económico heredado dejó como saldo miedo, injusticia y desigualdad.
“La democracia no es un negocio. Y no, la dictadura no nos salvó del caos”, recalcó, y subrayó que esas visiones “antes marginales” hoy reaparecen en discursos oficiales que buscan repintar esa etapa como una supuesta “edad de oro”.
Finalmente, convocó a abrir un nuevo ciclo político basado en la lucidez y el diálogo: “Hoy los convoco a un nuevo Chile, a un nuevo ciclo. Superar los bloqueos del pasado, reinventarnos con esperanza”.