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Muere a los 85 años, Alejandro Goic, obispo emérito de Rancagua

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Agencia Uno
POR Sofía Cereceda Sotta |

El pasado viernes 29 de agosto, el religioso había sido ingresado de urgencia a la Clínica Isamédica en dicha ciudad donde estuvo bajo observación médica.

Este lunes se informó el fallecimiento del monseñor Alejandro Goic, obispo emérito de Rancagua, a sus 85 años.

La información fue dada a conocer por el Obispado de la ciudad por medio de un comunicado: “Con profundo pesar informamos que hoy, 1 de septiembre, ha partido a la Casa del Padre monseñor Alejandro Goic Karmelic, obispo emérito de Rancagua”, comienza diciendo el texto.

“Rogamos a toda la comunidad eclesial y a quienes lo conocieron unirse en oración por su descanso eterno y por el consuelo de sus familiares y cercanos”, agrega.

Por último, menciona que “pronto se entregará más información respecto a sus funerales”.

El pasado viernes 29 de agosto, la institución informó que Goic había sido internado de urgencia en la Clínica Isamédica de Rancagua debido a complicaciones de salud, permaneciendo desde entonces bajo observación y cuidados médicas.

¿Quién fue el monseñor Alejandro Goic?

Nacido en Punta Arenas, Goic, fue ordenado sacerdote el 12 de marzo de 1966 en su ciudad natal.

El Obispado de Rancagua informó que durante sus primeros años ministeriales el religioso se desempeñó como “párroco de Nuestra Señora de Fátima y capellán de la Penitenciaría de Punta Arenas, además de vicario general de esa diócesis”.

Agregan que en el “sur del país, le correspondió participar activamente en las gestiones que realizó la Iglesia católica chilena junto con su par argentina, para evitar un conflicto bélico en 1978, esfuerzo que culminó con el arbitraje papal”.

Posteriormente, en 1979, el papa Juan Pablo II, lo nombró obispo titular de África y obispo auxiliar de Concepción. En mayo de ese mismo año, recibió su ordenación episcopal en el Vaticano, “de manos del propio pontífice, siendo el primer obispo chileno ordenado directamente por él”.

Luego, en 1991, fue trasladado a la diócesis de Talca como obispo auxiliar, hasta que en 1994 fue designado obispo de Osorno.

Su vínculo con la diócesis de Rancagua

Su vínculo con la diócesis de Rancagua comenzó en 2003, cuando Juan Pablo II lo nombró obispo coadjutor. Un año más tarde, tras la renuncia de monseñor Javier Prado Aránguiz, asumió como obispo, cargo que desempeñó hasta 2018.

Su renuncia fue aceptada por el papa Francisco y desde ese momento, la entidad, señala que “vivió su retiro dedicado oración, la lectura y la reflexión, en el monasterio de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento”.

Además de su labor pastoral en las diócesis que encabezó, Goic fue presidente de la Conferencia Episcopal de Chile entre 2004 y 2010, y presidió el Consejo Nacional para la Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas desde 2011, “promoviendo políticas de protección de menores y de ayuda a quienes sufrieron situaciones de abuso”.

Será “recordado por su carácter sencillo y pastoral”

El Obispado de Rancagua subraya que el otrora monseñor, “tuvo un importante rol, dando a conocer la opinión de la Iglesia en temas de contingencia y justicia social: su intervención favorable en la huelga de trabajadores de la Mina El Teniente del 2007 y su referencia al ‘sueldo ético’ en 2009″.

“También fueron tópico de preocupación ‘las desigualdades escandalosas’, la situación preocupante que viven los inmigrantes o los privados de libertad”, añade la institución.

Finalmente, señalan que será “recordado por su carácter sencillo y pastoral” y destacan que Goic “dedicó su vida a servir con cercanía a las comunidades, con un fuerte acento en la justicia social y el acompañamiento de los más vulnerables”.

“Su paso por Punta Arenas, Concepción, Talca, Osorno y especialmente Rancagua, dejó huellas profundas en sacerdotes, laicos y familias que lo reconocen como un pastor cercano y comprometido”, concluye.