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Columna de Tatiana Klima: “La falsa zona gris del juego online”

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POR Equipo Radio Pauta |

“Partamos con la verdad sobre la mesa: el juego online es ilegal e inconstitucional en Chile. No es una discusión moral, es un hecho jurídico”, sostiene en su columna para Pauta la periodista y asesora de estrategia comunicacional.

En Chile, el juego a través de plataformas online no está en una “zona gris”: es ilegal. La Constitución lo prohíbe, la Corte Suprema lo ha ratificado en múltiples fallos, y sin embargo, estas empresas operan a plena luz del día. Lo hacen sin domicilio en el país, sin pagar impuestos, sin aportar a la sociedad y, peor aún, colonizando espacios tan emblemáticos como el Estadio Nacional o las camisetas de los principales equipos de fútbol.

Durante la pandemia, el juego online creció como un cáncer invisible, con la misma lógica de expansión que el narcotráfico: se instaló sin que nadie lo advirtiera, sin que nadie —o casi nadie— actuara para detenerlo. Antes del confinamiento, la ludopatía afectaba sobre todo a personas sobre los 35 años. Hoy, los datos muestran algo alarmante: adolescentes de 14 a 17 años ya están dentro del rango que podría catalogarse como ludópata. Este es un problema que debe ser tratado como un asunto de salud mental, y es justo reconocer que este gobierno ha puesto ese tema sobre la mesa.

Quienes defienden estas plataformas repiten que operan en una supuesta zona gris legal. No es cierto. La ilegalidad está clara: la Corte Suprema ha sido categórica y la Constitución solo reconoce cinco formas de apuestas, todas bajo autorización estatal, con altos impuestos y aportes directos al erario nacional. El problema real está en la zona gris de la regulación, en la ausencia de medidas concretas que cierren este vacío.

Mientras el Parlamento discute un proyecto para regularlas —presentado en el gobierno anterior—, estas empresas han consolidado una presencia invasiva: redes sociales inundadas de influencers y deportistas incentivando apuestas, pasarelas de pago de destino incierto y marcas extranjeras sin control tributario ni trazabilidad de sus ganancias. No hay comparación posible con los casinos o loterías autorizadas, que están obligados a aportar y a someterse a controles estrictos. Las plataformas online deberían tener un régimen impositivo y de aportes aún más alto que las casas de juego autorizadas.

La pandemia nos encerró en nuestras casas y permitió que flagelos como el crimen organizado, el narcotráfico y, en otra escala, el juego online, crecieran sin resistencia. Hoy, ese crecimiento se traduce en adicción en menores de edad, opacidad financiera y una red de intereses que permea el deporte, la cultura y el consumo digital.

Podemos y debemos regular. Pero partamos con la verdad sobre la mesa: el juego online es ilegal e inconstitucional en Chile. No es una discusión moral, es un hecho jurídico. Y si vamos a permitir que exista bajo un nuevo marco regulatorio, que sea con reglas claras, impuestos altos y trazabilidad total de sus operaciones. Porque si seguimos aceptando la mentira de la “zona gris”, el único gris que veremos será el de un país que mira hacia otro lado mientras se instala un nuevo flagelo social.