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Misión Malaika: la historia de Jorge Rivera, el influencer que encontró a niños virales por bailar canciones chilenas en Uganda

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POR Noelia Méndez Carrillo |

El creador de contenidos realizó un voluntariado en Uganda, que lo llevó a ver la realidad de los niños en el país.

En un nuevo capítulo de Pauta Global, el creador de contenidos de @detalpalo.conecta e impulsor de la Misión Malaika, Jorge Rivera, se refirió a su experiencia realizando un voluntariado, experiencia que lo llevó a conocer a los niños de Uganda que se viralizaron por bailar canciones chilenas.

“Coke” Rivera asegura que siempre tuvo un apego por las causas sociales y, tras recibir un mensaje de una reclutadora de una ONG internacional, emprendió rumbo a este voluntariado, los cuales son de menor duración, porque así profesionales con familia pueden asistir y ser un aporte.

A fines de julio partió a Uganda a iniciar este voluntariado, eligió el país porque “era el que más necesidades tenía de África”.

Allí le daban dos semanas para adaptarse, pero Rivera prefirió ocupar ese tiempo para “tratar de hacer mi misión solito y tratar de aportar”, por lo que comenzó la Misión Malaika -que significa “ángel”- con la que ayudó a los niños en el lugar.

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Mientras estaba en el país, se propuso encontrar a los niños que se viralizaron en redes sociales por bailar canciones chilenas. Y tras preguntarle a muchas personas pudo llegar a ellos. Les preguntó por qué les gustaba tanto esta música, y los niños explicaron que después de pasar por canciones de Bolivia y Argentina, llegaron a la música de Américo que les encantó.

“Ellos lo hacen porque les encanta bailar. Allá llueve mucho y empezaron a hacerlo dentro de su casa, pero ya no cabían todos, entonces les empezaron a decir que tenían que ir afuera”, explicó Jorge. Y como el internet es muy lento en el lugar, “subir sus videos les demoraba mucho, se demoraban 30-40 minutos en subir un video”.

Además, los niños le dijeron que lo que más les llamó la atención fue que “con Chile, la gente, la recepción era completamente diferente a la de otros países. La gente nos mandaba mensajes por interno, que nos querían regalar cosas, ‘que por favor cantáramos esta canción’, ‘que bailáramos esta otra’. Entonces lo que eran dos semanas pareciera que hubiesen sido dos años”.

En cuanto al sistema educativo en Uganda, a pesar de vivir en una situación de precariedad, las escuelas públicas se pagan de forma trimestral: “Trimestralmente pagan como 75 dólares, que para ellos es demasiado”, por esto viven muchos niños en orfanatos, como los que fue a apoyar Jorge.

Al finalizar su voluntariado, regresó en agosto para seguir ayudando a estos niños. Al volver, Jorge llevó 60 lienzos para que los niños pintaran, y los vendieran para utilizar el dinero para su educación: “Los niños tocaban la pintura y se miraban como diciendo ‘oye mira nosotros no solo podemos pintar con estos lápices de palo, nosotros también podamos pintar con pinturas’. Entonces yo me ponía a pensar, muchas veces con los ojos llorosos, que estamos tan lejos de esta realidad: yo sé que en Chile tenemos gente muy pobre, pero es muy raro que alguien muera por contaminación por agua”.

Revisa la entrevista completa: