Tras años de juicios y demoras: comienza desalojo de la toma de Quilpué
Tras años de litigios, el Serviu inició el derribo del asentamiento Calicheros, en un terreno vinculado al empresario asesinado Alejandro Correa. La operación considera apoyo a las familias, control migratorio y resguardo policial.
Después de más de cuatro años de disputas legales, este lunes se inició la demolición de la toma “Calicheros” en Quilpué, Región de Valparaíso. El predio pertenece a la familia del empresario Alejandro Correa, asesinado en 2020 en medio de un conflicto por el uso de dichos terrenos.
La Corte de Apelaciones de Valparaíso había ordenado en agosto de 2024 al Ministerio de Vivienda ejecutar la demolición. Sin embargo, la medida se retrasó hasta ahora. En agosto pasado, el Minvu instruyó formalmente el procedimiento, que fue adjudicado a la empresa Río Grande SpA por $131 millones.
Medidas de apoyo para las 150 familias afectadas
El Serviu informó que las faenas se desarrollarán en seis etapas y durarán alrededor de una semana. El operativo incluye verificación de la situación migratoria de los residentes, presencia de Carabineros y habilitación de albergues para las familias sin redes de apoyo, así como planes para niños, adultos mayores y animales.
Este lunes se realizará un operativo con participación del Servicio Nacional de Migraciones y la PDI para comprobar la situación migratoria de los residentes.
En paralelo, Carabineros mantendrá un despliegue preventivo ante eventuales incidentes. El martes 30, en tanto, comenzará el ingreso de maquinaria pesada para el desarme de las estructuras, faena que se extenderá por dos días.
Finalizadas estas labores, el terreno será entregado a sus dueños y se efectuará el cierre perimetral de los predios.
“Recuperar el terreno de mi papá es fortalecer el Estado de Derecho”
En la toma viven unas 150 familias. Algunos pobladores presentaron recursos judiciales para frenar la demolición, argumentando que no existe una orden de desalojo. La Corte de Apelaciones ya rechazó un primer recurso, aunque revisa una nueva reposición.
Valentina Correa, hija del empresario, valoró el inicio de las obras y escribió en la red social X: “la justicia tiene caminos difíciles: no siempre llega a tiempo, pero siempre es necesaria”. Recuperar el terreno de mi papá es fortalecer el Estado de Derecho y la democracia. Gracias a quienes creyeron y empujaron. Y a los que no, mostramos que era posible”.