Actualidad

Debate migratorio en Pauta de Análisis

POR María Alejandra Gallardo Contreras |

Paula Walker y Hugo Herrera llaman a sacar la discusión migratoria del clima electoral, alertan sobre la imposibilidad de ejecutar expulsiones masivas y piden una política de Estado que aborde dignidad, regularización y condiciones de vida.

En la habitual franja de análisis político, los panelistas Paula Walker, periodista y consultora en comunicaciones estratégicas, y Hugo Herrera, abogado y doctor en Filosofía, fueron convocados para examinar la creciente tensión en la frontera norte y el lugar que ocupa la migración en la campaña presidencial.

Ambos coincidieron en la necesidad de debatir el fenómeno con perspectiva de Estado y no desde consignas electorales, subrayando que la situación humanitaria y administrativa exige soluciones reales y coordinadas.

Humanidad, institucionalidad y responsabilidades del Estado

Walker sostuvo que el debate ha perdido humanidad: utilizar la tragedia de quienes huyen de países como Venezuela, muchas veces víctimas de trata, precariedad y violencia, para fines electorales constituye, dijo, una falta ética profunda.

Expuso cifras que evidencian el fuerte aumento migratorio entre 2017 y 2019, periodo que desbordó la capacidad estatal. Valoró el empadronamiento biométrico iniciado en 2023, pero advirtió que no existe aún claridad sobre si esas personas serán regularizadas, convirtiendo el desafío en una tarea para la próxima administración.

Herrera, en tanto, afirmó que para analizar el tema seriamente es indispensable sacarlo de la lógica de campaña. Advirtió sobre la existencia de guetos urbanos y condiciones de vida inaceptables, asociadas a la desregulación previa y la incapacidad estatal para integrar a un volumen tan alto de inmigrantes.

Insistió en que Chile requiere fronteras permeables pero ordenadas, evitando tanto el uso partidista como la mercantilización de la migración.

Expulsiones inviables y necesidad de integración

Ambos panelistas consideraron irrealizable la idea de expulsar a cientos de miles de personas. Walker recalcó que sin documentos ningún país puede recibirlos, mientras Herrera recordó que muchos sí cuentan con datos que permiten reconstruir su identidad, lo que facilitaría soluciones transitorias.

Coincidieron en que el país debe diseñar políticas de empleo, vivienda y servicios que permitan convivencia e integración, guiadas por un principio común: la dignidad como base de cualquier respuesta estatal.