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Las reacciones que desató la cirugía a la madre de la ministra de Salud

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POR María Alejandra Gallardo Contreras |

La rápida intervención a la madre de la ministra de Salud generó críticas desde la oposición, solicitudes de fiscalización y una defensa del Gobierno basada en criterios clínicos y protocolos médicos.

La cirugía realizada a la madre de la ministra de Salud, Ximena Aguilera, se ha transformado en el centro de una controversia que trascendió lo médico y escaló al plano político.

La paciente ingresó al Hospital del Salvador ubicado en Providencia,  el 23 de diciembre pasado,  tras sufrir una fractura de cadera y fue intervenida quirúrgicamente poco más de 10 horas después, cerca de las 21:00 horas de esa misma jornada.

Una intervención médica que derivó en controversia política

La rapidez del procedimiento contrastó con los extensos tiempos de espera que enfrentan otros usuarios del sistema público en situaciones similares.

De acuerdo con antecedentes conocidos posteriormente, en los registros del recinto asistencial quedó consignado que la priorización de la intervención se realizó tras una decisión administrativa, elemento que alimentó los cuestionamientos por un eventual trato preferente.

El hecho provocó una ofensiva política desde la oposición, particularmente desde la UDI, cuyos diputados acudieron a la Contraloría General de la República para solicitar que se revise el procedimiento aplicado.

Además, anunciaron que pedirán citar a la ministra de Salud y a autoridades sanitarias a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputadas y Diputados para que entreguen explicaciones.

La defensa del Ejecutivo y el llamado a respetar los protocolos clínicos

Desde el Ejecutivo, el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, salió a defender el actuar del hospital y descartó cualquier intervención política.

Según explicó, las decisiones sobre cirugías corresponden exclusivamente a los equipos clínicos de cada recinto y se adoptan en base a protocolos vigentes del Ministerio de Salud, los que distinguen entre intervenciones programadas y cirugías de urgencia.

Más allá del caso puntual, el episodio reactivó el debate sobre equidad, transparencia y confianza ciudadana en la salud pública, en un escenario marcado por largas listas de espera y una creciente sensibilidad frente a eventuales privilegios en el acceso a la atención.