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El nivel de contagio y el impacto del confinamiento en niños

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PAUTA/ Fernanda Monasterio Blanco
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Carlos Flores, director de la Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica, conversó con PAUTA sobre cómo niños y adolescentes enfrentan la pandemia y el encierro.

“Nunca compartimos como Ministerio de Salud la idea de cerrar las escuelas, nunca. Y la evidencia que tenemos ahora acumulada demuestra que efectivamente eso fue un grave error, que dejó a los niños sin vacuna, sin educación, sin comida, sin protección”, indicó el ministro de Salud, Jaime Mañalich, el pasado 21 de abril durante su participación virtual en la sesión de la Cámara de Diputados.

Sobre cómo el Covid-19 afecta a las poblaciones de menor edad y los efectos que tiene el cierre de las escuelas, tanto en el ámbito sanitario como su efecto en los jóvenes, en PAUTA conversamos con el epidemiólogo, médico cirujano, y director de la Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica (Sochinep)Carlos Flores

-¿Considera usted que suspender las clases presenciales en el momento en que se hizo fue la decisión correcta?

“Es una decisión difícil la de cerrar o abrir las escuelas durante una pandemia, pero al tomar conocimiento de lo planteado, la primera reacción que surge es de desaprobación, por lo cual es necesario analizar el trasfondo”.

-¿Por qué desaprobación?

“Probablemente habría sido necesario terminar primero con la campaña de vacunación de influenza para poder enfrentar lo que se venía, pero a estas alturas ya todo está hecho. Además, se supone que el hogar es el lugar más seguro para la población escolar y que el cierre de las escuelas es una medida para aplaudir, ya que quedarse en casa es una de las estrategias más importantes para frenar la propagación y minimizar el impacto del SARS-CoV-2″.

-Pero llevar la escuela a la casa tiene sus dificultades…

“Así es, surge inmediatamente el tema de la desigualdad y no es menor, ya que esta pandemia saca a la luz la cruel realidad existente en Chile. Muchos niños pertenecientes a familias de escasos recursos desayunaban y almorzaban en la escuela, lo cual era un gran alivio, y los procesos de educación en línea son imposibles, ya que no todos tienen acceso desde sus casas a una buena señal de internet o simplemente no existe factibilidad”.

-Y a nivel mundial, ¿qué tanto se ha adoptado esta decisión?

“La mayoría de los gobiernos de todo el mundo han cerrado temporalmente las instituciones educativas en un intento por contener la propagación de la pandemia. Un 91,3% de los estudiantes del mundo llegó a estar fuera del sistema escolar, y hasta el 7 de junio de 2020 existían 1.127.737.072 estudiantes con sus centros de estudio cerrados, lo que representa el 64,4% del total de ellos”.

 

¿Qué hace que haya que tener especial precaución con la situación de los niños?

“Los niños, por su estrecha relación con contactos familiares, son especialmente susceptibles a infecciones cruzadas, pudiendo cumplir un rol en la transmisión al actuar como verdaderos vectores, pero esto aún es poco claro”.

-¿Cuál es el motivo científico?

“El virus tiene unas proyecciones de la membrana que le dan la apariencia de corona: la llamada proteína S. Esa es la principal inductora de anticuerpos neutralizantes, es responsable de la unión a los receptores en el huésped y de la internalización del virus. Estos receptores se encuentran en las células del aparato respiratorio y los niños tienen pocos de estos en comparación con los adultos. Se cree que los niños, como tienen menos, generarían una menor afinidad para hacer la enfermedad y si la hacen sería menos sintomática”.

“Un ejemplo de esto es lo ocurrido en el colegio Saint George de Santiago, donde para un estudio de la Universidad de Chile se testearon 1.244 miembros de la comunidad escolar y el 12,3% de los niños de nivel preescolar y el 5,7% de los de enseñanza media tenían anticuerpos para la enfermedad”.

-Entonces, debemos tener claro que los niños no son inmunes a la enfermedad.

“En Chile, según los Informes Epidemiológicos del Minsal, se han registrado 6.400 casos confirmados en niños menores de 15 años. A fines de marzo, abril, mayo y primeros días de junio se habían notificado un total de 53, 865, 5.639 y 6.400 casos, respectivamente. Del total se han hospitalizado 436 niños, que representan un 6,81% y han fallecido cuatro niños (0,06% del total de contagiados)”.

 

-¿Qué efectos trae el cierre de las escuelas para el avance de la pandemia?

“Una revisión sistemática, publicada el 6 de abril de 2020, evaluó los hallazgos de 16 estudios que analizaron los efectos del cierre de escuelas por los brotes de coronavirus en China, Hong Kong y Singapur, de los cuales se desprendió un beneficio limitado en la disminución de la propagación del virus“.

-¿O sea que estos cierres también pueden traer asociados algunos efectos negativos?

“Los autores enfatizaron en que los cierres deben considerarse dentro de un contexto más amplio: pérdida de trabajadores esenciales debido a las demandas de cuidado infantil, restricciones en el aprendizaje, la sociabilización y la actividad física para los alumnos, y el sustancial riesgo para los niños más vulnerables”.

“Por ejemplo, después del cierre de escuelas en medio de la epidemia de ébola en África Occidental, las tasas de trabajo infantil, abandono, abuso sexual y embarazos adolescentes aumentaron, y muchos niños nunca regresaron a la escuela. Asimismo, en Reino Unido, un estudio de modelaje hecho por Ferguson y colaboradores concluyó que el cierre escolar reducirá la mortalidad solo entre un 2 y 4%”. 

“Además, el confinamiento en el hogar traerá dificultades para lograr las pautas de la OMS que recomiendan 60 minutos diarios de actividad física moderada a vigorosa para niños de cinco a 17 años. Esto pone en peligro no solo el bienestar mental y el estado de peso saludable de los jóvenes, sino que también aumenta el riesgo de establecer hábitos peligrosos, como un mayor tiempo de pantalla y alimentación que puede dañar su salud cardiovascular y musculoesquelética futura”.

 

-Y en el caso de los adolescentes, a diferencia de los niños más pequeños, ¿cuáles pueden ser los desafíos?

“Para los adolescentes, el cierre de escuelas y el distanciamiento social pueden ser particularmente desafiantes. Se pierde el contacto con sus pares que a estas alturas es más prioritario que el que tienen con sus padres. La ansiedad también puede surgir cuando intentan comprender la pandemia y la amenaza que representa para ellos, sus familias y amigos”.

“Pero, por otro lado, la pandemia ofrece también una oportunidad para que los jóvenes desarrollen y perfeccionen su resistencia y adaptabilidad, y aprecien el valor de la responsabilidad social y el sacrificio personal para la protección de los más vulnerables”.

-O sea que estar en la casa también tiene su lado positivo, tanto para los jóvenes como por el aporte sanitario de esta decisión.

“Algunas revisiones sistemáticas de los efectos del cierre escolar en brotes de Influenza o pandemia sugieren que puede ser una medida útil de control, aunque no siempre el cierre es masivo. Una de ellas, realizada en 2014, concluyó que el cierre escolar puede disminuir la transmisión de la Influenza si se realiza precozmente. Asimismo, en 2018 una revisión de 31 estudios concluyó que esta medida disminuyó el peak en un 29,7%”.

“Otra revisión, pero del 2020, también encontró evidencia convincente de que los cierres redujeron la transmisión, particularmente entre los niños en edad escolar (5–17 años). Sin embargo, hubo evidencia sustancial de que la transmisión volvió a surgir una vez que las escuelas volvieron a abrir, y hubo poco consenso sobre el momento adecuado de cierre, y mucho menos la reapertura de las escuelas”.

 

-Entonces, ¿considera usted que reabrir las escuelas aún no es una opción?

“Frente a una pandemia con un agente etiológico poco conocido y sin vacuna a nivel mundial fue pertinente el cierre precoz de las escuelas, como se hizo aquí, y no me parece razonable, en estos momentos, pensar en abrirlas cuando estamos en un ascenso paulatino y al borde del colapso de nuestro sistema sanitario”.

-Pero para eso se necesitan mejorar algunas cosas.

“La vulnerabilidad en que se encuentra la población infantil requiere medidas urgentes a implementar para no justificar lo injustificable. La atención primaria debe cumplir el rol que siempre debió cumplir, pensando globalmente y actuando localmente. La educación debe continuar dando a nuestros niños equidad en el acceso a las redes de comunicación actual, los programas de vacunación no se alteran en un país con el mejor y más eficiente sistema de salud del planeta, la protección de la infancia la debe resguardar el estado y es una vergüenza plantear que nuestros niños puedan estar sin alimentos. Estamos en pandemia y debemos prevenir sus efectos actuando consecuentemente formando equipos transversales porque en estos momentos el enemigo es uno solo”.

Revise en la siguiente infografía elaborada por PAUTA los principales puntos de la conversación con Carlos Flores:

Carlos Flores

  • Médico cirujano, Universidad de Concepción.
  • Especialidad de pediatría, Universidad de Chile.
  • Subespecialidad de broncopulmonar, Pontificia Universidad Católica de Chile.
  • Magíster de epidemiología, Pontificia Universidad Católica de Chile.
  • Director de la Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica (Sochinep).
  • Presidente del Capítulo Médico de Ovalle.
  • Miembro de la European Respiratory Society (ERS).
  • Miembro de la American Thoracic Society (ATS).
  • Socio de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe).
  • Socio de la Sociedad Chilena de Epidemiología (Sochepi).
  • Socio de la Sociedad Enfermedades Respiratorias de Chile (SER).