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Fernando Echeverría: “En Santiago somos capaces de retomar las faenas hoy”

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Agencia UNO
POR Rita Cox |

El presidente de Echeverría Izquierdo detalla las medidas y protocolos que ha adoptado el sector para minimizar el riesgo de contagio. En Chile hay 888 obras paralizadas.

Varios representantes de empresas constructoras chilenas grandes, y que no solo desarrollan proyectos privados de edificios, sino también proyectos públicos, industriales y mineros, publicaron este martes 23 de junio una carta en El Mercurio donde solicitaban a la autoridad poder reanudar sus obras en zonas de cuarentena. En el texto argumentan sobre el impacto económico y en el empleo que esta paralización de faenas está provocando en el país y su rol en la reactivación económica. 

Uno de los firmantes es Fernando Echeverría, presidente del directorio de la Echeverría Izquierdo, quien un día después de esa publicación, en Plaza Pauta, de Radio PAUTA, afirmó que “en Santiago somos capaces de retomar las faenas hoy, tenemos el know how de hacer esto, vamos a proteger a nuestros trabajadores y podemos reanudar las obras hoy”.

De acuerdo con cifras de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) al 23 de junio hay 888 proyectos habitacionales paralizados por la cuarentena, con cerca de 365 mil trabajadores afectados.

Sobre la determinación de hacer pública la petición de volver a las faenas, Echeverría explica que desde hace tiempo que un grupo de empresarios estaban con la inquietud de determinar el efecto que están teniendo en la industria de la construcción y en sus trabajadores las medidas de cuarentena. “Por eso decidimos mandar esta carta para solicitarle a la autoridad que nos dé la oportunidad de iniciar las obras en las zonas de cuarentena. Tenemos una experiencia muy grande en materia de prevención de riesgo. Hemos logrado en los últimos años reducir las tasas de accidentabilidad a niveles de países desarrollados”, dice Echeverría, a la vez que reconoce que hasta la fecha ha sido Patricio Donoso, presidente de la CChC –gremio  controlador de PAUTA– quien ha tenido acercamientos con la autoridad.

Hay 600 obras paradas en todo el país.
La Cámara Chilena de la Construcción contabiliza 888 proyectos habitacionales paralizados al 23 de junio por la cuarentena.

Sin embargo, advierte que todavía no han visto resultados. “Hemos estado en momentos bien dramáticos y esta no es la prioridad de la autoridad en estos momentos, pero queremos llamar la atención y pedirle que lo tome como prioridad. Nosotros tenemos actividades en Perú, que ha tenido una cuarentena mucho más estricta que en Chile, y han permitido a las constructoras volver a funcionar. De hecho, las obras nuestras han reanudado faenas y para eso hemos presentado los planes de retorno seguro y están funcionando bien y no hemos tenido problemas de contagio en obras. Siempre hay algunos contagios, pero no masivos”, comenta el empresario.

Medidas de protección Covid 

Desde su rol en la empresa Echeverría Izquierdo, Fernando Echeverría -quien fue presidente de la CChC a inicios de la década de 2000- dice que mantiene obras muy importantes en operaciones, como es el caso del proyecto MAPA, de Arauco. “Todos los días, de lunes a domingo, trabajan tres mil personas que están viajando desde la zona de Concepción, desde Coronel y alrededores, para lo cual se han tomado una serie de medidas que han permitido que, aunque hemos tenido casos de contagio, existan todos los protocolos para identificar esos casos, se aisle a esas personas, que hagan las cuarentenas ellas y los grupos cercanos, y que sigan trabajando”. 

Echeverría suma también faenas activas en Antofagasta. “Hemos estado en período de cuarentena, con 1.500 trabajadores trabajando para una planta de litio, en los alrededores de la ciudad, donde hemos tenido un número de contagios mayores que en el sur, pero hemos logrado mantener el fuerte de la obra indemne”.

Añade otro ejemplo, el del Metro de Santiago, que nunca ha suspendido las obras debido a su carácter de obra pública, lo que la hace de interés prioritario.

Como garantía frente a la petición de reanudar los trabajos en obras en zonas con cuarentena, Echeverría detalla una serie de protocolos y acciones que se han implementado. Entre ellos están la readecuación de los comedores para que exista la distancia social de más de metro y medio por persona; la ampliación de los camarines para el uso de duchas y cambios de ropa, además de la implementación de turnos para su uso; y un set de preguntas para cada trabajador, con el fin de pesquisar casos de Covid o contacto de estos con personas que hayan dado positivo.

A estas medidas se suman algunas más tradicionales, como la toma de temperatura antes de entrar a la obra; el uso obligatorio de pantallas y máscaras de doble vía; el acceso a aparatos de limpieza de manos y la provisión de alcohol gel.

“En el caso del proyecto MAPA, nosotros todos los días pasamos a buscar a nuestros trabajadores a sus casas y antes de subirse al bus sanitizado se les pregunta a cada uno si ha tenido contacto con alguna persona con coronavirus, si tiene algún síntoma y se le toma la temperatura. Además, todos deben contar con sus elementos de protección personal. A la entrada de la obra se vuelve a hacer la misma serie de preguntas y se vuelve a tomar la temperatura”, asegura Echeverría.

Plan de retorno seguro

Con esa experiencia en funcionamiento, y otras nuevas medidas, Echeverría dice que en su rubro existe un plan de retorno seguro que incorpora una autodeclaración para clasificar a cada trabajador con o sin riesgo, similares a las que se ocupan para la hipertensión. “Tenemos un acuerdo con UC Christus y con la Mutual de Seguridad. Estamos haciendo una capacitación a los trabajadores vía digital. Hemos estado comprando elementos para mejorar los comedores, las oficinas, las duchas. Estamos viendo que las charlas diarias de seguridad se hagan por vía virtual, aunque los trabajadores estén en la misma obra. Pero para que haya distancia”, ejemplifica. 

Respecto de la posibilidad de implementar sistemas de turnos, el empresario detalla que en Santiago es difícil hacerlo por los horarios, a diferencia de faenas en la minería. “Trabajamos en algunas obras día y noche, siete días a la semana, y ahí es fácil hacer un turno. Por ejemplo, en Antofagasta tenemos un turno 14 por 14, con trabajadores que llevamos en aviones charters desde Concepción y Santiago; aviones que sanitizamos […] En ese caso es fácil. Pero no cuando se tienen horarios en que no puedes trabajar antes de las 8 de la mañana y después de las 8 de la noche, y tampoco sábados y domingo, por el tema de los ruidos. En ese caso no son factibles los turnos”. 

Avances de apenas 10% o 15%

Echeverría admite que durante estos tres meses de urgencia sanitaria la producción de la construcción ha sido “mala”. “Hemos estado viendo avances en el 10% o 15% durante el mes de junio de lo que eran los meses de enero y febrero. Eso nos tiene tremendamente preocupados, porque tenemos que cumplir con plazos y urgencias de entregas y no se ha podido avanzar. En abril produjimos como al 70% o 60% y en mayo al 50%. Y este mes, sobre todo las obras que están en Santiago, vamos a producir como 10%”. 

A pesar de este complejo panorama, Echeverría cree que el sector está en mejor condiciones que en el pasado para enfrentar la crisis. Pero incluso considerando esto, las perspectivas son negativas. “Espero que no lleguemos a lo que pasó en la crisis de los años 80, que fue feroz. Se paró totalmente el país, quebraron las empresas, los bancos, industrias y las constructoras. Yo creo que hoy estamos mucho mejor preparados, las empresas están más sólidas financieramente, se prepararon con tiempo, no veo problemas de liquidez importantes en las empresas actuales. Pero sí vemos que el mercado se derrumbó: no hay demanda, empresas de arriendo de departamentos no han arrendado ningún departamento en los últimos dos meses, las ventas han sido bajísimas”.

Revise la entrevista completa con Fernando Echeverría en Plaza Pauta