Ciudad

Ambulantes en el Paseo Ahumada: la lucha por el espacio público de un lugar emblemático

Imagen principal
POR Manuel Izquierdo |

A raíz del fallo de la Corte de Apelaciones que le dio 45 días al municipio de Santiago para retirar los ambulantes del lugar, vecinos, locatarios y autoridades debaten sobre la salida de un problema que se arrastra hace años y que parece no tener solución.

El pasado 6 de marzo, la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó a la Municipalidad de Santiago la creación de una mesa de trabajo conjunta con el Ministerio del Interior, el Servicio Nacional de Prevención de Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) y otros organismos, con el fin de erradicar el comercio ambulante del Paseo Ahumada. Todo esto, en un plazo de 45 días.

La resolución ocurrió luego de que el 1 de julio de 2022, la Librería Antártica, representada por el abogado Carlos Aguirre, interpusiera un recurso de protección en contra del municipio, alegando que el comercio ilegal ha impedido el acceso a la tienda, que se ubica en la intersección con Agustinas, reduciendo en un 40% sus ventas.

Aguirre cuenta que “nosotros tenemos ese local desde 2020. En un principio el comercio ambulante existía, pero era tolerable y estaba más o menos controlado, y en general la gente circulaba. A nosotros nos interesa mucho el Paseo Ahumada porque hay una gran circulación de personas. Evidentemente, las personas cuando van caminando miran la vitrina y entran a la tienda a comprar”. 

El abogado relata que “ya en junio de 2021 se empezaron a poner carpas y el Paseo Ahumada se dividió, básicamente, en tres paseos. Uno, el principal, y dos que quedaron tapados con las carpas. Ahí, de frentón, perdimos la vitrina”.

“Conjuntamente con las carpas, empezó a aumentar la delincuencia, y empezaron a verse los lanzazos. Nuestros trabajadores empezaron a tener miedo… el centro se empezó a poner complicado y se ha venido abajo”, comenta.

La presidenta de la junta de vecinos de Santiago Centro, Leticia Araya, concuerda con la versión de Aguirre. Araya dice “las personas nos tenemos que encerrar temprano y no podemos hacer los trámites como corresponde. Andamos con miedo, porque aquí a cada momento pasan cosas”.

Según ella, “en Ahumada y Puente hay muchas personas que se colocan ilegalmente y venden”, lo que se suma a quienes llegaron de otros sectores a instalarse con permiso municipal. “Donde hay problema es con las personas que no están autorizadas, porque no hay lugar donde colocarlos. Aquí ya no se puede, no se puede”, sentencia.

La líder vecinal asegura que “incluso, como se amontonan tanto, uno no puede pasar ni por las esquinas. Ellos se toman hasta las cunetas donde pasan los vehículos”. 

La situación de seguridad ha motivado el cierre de locales comerciales, que han debido trasladarse a comunas del sector oriente, como Providencia, Las Condes y Vitacura. “Ahora uno ve por la calle y no queda nada”, expresa con tristeza la vecina, mientras rememora sus recorridos por el paseo peatonal los fines de semana.

Una locataria del sector plantea que es necesario distinguir entre dos tramos del Paseo Ahumada. El más seguro, asevera, es el que se ubica entre Alameda y Compañía de Jesús, que cuenta con mayor control de parte de inspectores municipales. Ese lugar todavía tiene locales comerciales activos.

En tanto, la situación se torna más compleja entre Paseo Puente y Mapocho, donde según la comerciante, la mayoría de las tiendas están cerradas e incluso “los policías temen ir allá”. “De Puente a Mapocho tienes que defenderte con arma en mano”, advierte. Es en esa zona donde está la sucursal de Antártica. 

La respuesta del municipio y las dudas de los vecinos

Desde la municipalidad de Santiago, liderada por la alcaldesa Irací Hassler (PC), afirman que ya fueron notificados por el tribunal de alzada y aseguran que no apelarán a la resolución judicial ante la Corte Suprema.  

Además, señalan que ya existe una mesa para enfrentar el comercio ambulante, que ya ha funcionado en otros barrios como Meiggs, Franklin y República. En la instancia participan, entre otros actores, el Ministerio del Interior, la Delegación Presidencial Metropolitana, Carabineros de Chile, la Policía de Investigaciones, la Asociación Gremial de Turismo y la Asociación de Comerciantes.

Pero, a juicio de Leticia Araya, “esto está tan desatado y hay una descoordinación grande. No nos coordinamos todos a la vez para resolverlo. Dicen que eso lo van a erradicar, pero yo veo que no pasa nada”. 

Por eso, la dirigente duda de la efectividad de la mesa de trabajo que gestiona el municipio. “Hacen una mesa, conversan, toman acuerdos, pasan y pasan los meses, y veo que no hay una solución. Esas son conversaciones, pero siguen los problemas… pasa un año y está todo cada vez peor”, reclama decepcionada.

La concejala de Santiago, Rosario Carvajal (Ind-ex PC), lamenta que “vecinos y locatarios tengan que acudir a tribunales para intentar que las instituciones tomen medidas efectivas para frenar y revertir la situación de inseguridad en la comuna”. Para ella, “esto da cuenta de la desesperación”. 

La autoridad plantea que “en el comercio ilegal, que no es sólo en el Paseo Ahumada, sino en distintos puntos de la comuna y es una situación que está totalmente desbordada, lo que se requiere es un plan integral, un plan inteligente. De eso es lo que carece en estos momentos la institucionalidad en general”.

“Quisiéramos que la municipalidad sea la que lidere el diseño de un plan integral a mediano y largo plazo para revertir esta situación”, agrega.

En ese sentido, Carvajal cuestiona que “las mesas de trabajo son una salida ante las crisis y los conflictos. Pero lamentablemente pocas veces logran resolver los conflictos. Es un comienzo, pero hay que insistir en que se cumplan los plazos y hacer un seguimiento con resultados”.

“Una mesa por una mesa no tiene mucho sentido. Lo importante es que estas instancias generen una estrategia integral que involucre a todos los actores. Cada una de las intervenciones tiene que tener una coherencia, una dirección y un seguimiento. En seguridad, la realidad es muy dinámica, el comercio ilegal rápidamente modifica sus estrategias”, sostiene.