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La importancia de los monumentos y los lugares de memoria a 50 años del Golpe de Estado

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Muro con nombres de víctimas de DDHH en Villa Grimaldi | Créditos: Agencia Uno
POR Manuel Izquierdo |

En Ciudad Pauta, la doctora en arquitectura y académica UAI, Valentina Rozas-Krause, sostuvo que “tener lugares de memoria donde uno pueda aproximarse a ese pasado abre otras maneras de entender el pasado y sus múltiples capas. Además, tenemos que encontrar maneras de vivir en el presente con ese pasado”.

Estamos ad portas de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, evento que ha generado tensiones en el mundo político, pero también una serie de libros, exposiciones y seminarios. Por eso, en Ciudad Pauta, de Radio Pauta, nos preguntamos por el rol de las ciudades y los lugares de memoria en este debate.

La importancia de los monumentos y los lugares de memoria a 50 años del Golpe de Estado

Según la doctora en arquitectura y académica de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Valentina Rozas-Krause, “los lugares de memoria han jugado un rol central en la recuperación del pasado, no sólo en Chile sino también en países como Argentina, Sudáfrica, Alemania, entre otros”.

“Los lugares nos permiten aproximarnos al pasado de una manera distinta que con la retórica, el libro o un evento. Hay una manera de experimentar la ciudad que es mucho más abierta y permite distintas lecturas. El tener lugares de la memoria donde uno pueda aproximarse a ese pasado abre otras maneras de entender el pasado y sus múltiples capas. Además, tenemos que encontrar maneras de vivir en el presente con ese pasado”, añadió.

Un ejemplo de eso es el Estadio Nacional, centro deportivo y cultural, pero también centro de detención y de tortura. “Es un caso absolutamente fascinante. Fue junto con La Moneda uno de los símbolos de la destrucción del Golpe. Es súper importante también que la ciudad y los edificios nos dan evidencia científica de las cosas que pasaron. Nosotros sabemos que el estadio fue ocupado públicamente como campo de prisión y las fotos de eso se esparcieron por todo el mundo. Ahí está hoy ese legado, que es evidencia de lo que sucedió. Lo mismo pasó en La Moneda”, expresó.

Para la académica UAI, “es clave quién hace estos lugares. Estos lugares funcionan y tienen capacidad de ser lugares de sanación cuando cuentan con la participación de familiares de víctimas, vecinos, comunidades en el presente, y cuando no pretenden ser una verdad absoluta y cerrar el tema”.

“Uno de los grandes problemas que tenemos en el fondo es que no sabemos completamente la verdad y no hemos encontrado los cuerpos, y probablemente nunca los encontremos todos. Todavía hay una herida abierta porque hay un caso general abierto”, lamentó.

Rozas-Krause comentó que “hay claves de memoriales que pueden ayudar no a sanar pero sí a darle un lugar a los cuerpos ausentes, a poner ese nombre de un familiar en algún lugar de esta tierra y poder ir a visitarlo. El dolor enorme de no tener dónde poner una flor es algo inimaginable, y ahí los memoriales hechos por familiares de víctimas juegan un rol muy importante”.

La doctora en arquitectura sostuvo que “la gran clave de los memoriales es que están en el espacio público relativamente descuidados. Si son espacio público, cualquiera puede usarlos a la hora que sea, interpretarlos como quiera, y usarlos como quiera. Pero también en eso está el potencial de los memoriales en los espacios públicos, que es que permiten llegar a otros públicos y llevarlos al presente”.

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