“Lucila”: el nuevo monumento a Gabriela Mistral que honrará a las mujeres de Chile en el nudo Baquedano
La obra fue diseñada por las arquitectas Norma Ramírez y Mariana Silva, y se levantará en 2026 como parte del proyecto Nueva Alameda. A través de retratos intervenidos con nombres recolectados de forma ciudadana, el monumento busca ser un gesto colectivo de memoria y reconocimiento.
Este jueves 31 de julio se dio a conocer oficialmente el diseño ganador del concurso nacional para erigir el nuevo monumento a Gabriela Mistral en el corazón del eje Alameda‑Providencia, específicamente en el nudo Baquedano.
La propuesta seleccionada fue “Lucila”, una obra conjunta de las arquitectas Norma Ramírez y Mariana Silva, que se alzará como un homenaje no solo a la Nobel de Literatura, sino también al legado colectivo de las mujeres de Chile.
Un homenaje escultórico a la Nobel y a la historia compartida de las mujeres
Concebida como una intervención escultórica de gran escala, “Lucila” se instalará durante el primer trimestre de 2026 como parte del proyecto Nueva Alameda, que busca transformar el centro de Santiago con nuevas áreas verdes, espacios públicos amables y una circulación urbana renovada.
La pieza se compone de dieciséis prismas verticales de acero, alineados uno junto a otro. Sus caras cuadradas, recubiertas en aluminio bruñido, sostienen retratos restaurados de Gabriela Mistral que fueron seleccionados por su expresión amable y cercana, un contrapunto a la imagen severa con que usualmente ha sido representada. Los retratos fueron extraídos del Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional.
Pero el verdadero corazón de la obra está en su dimensión colectiva: cada retrato ha sido intervenido digitalmente con los nombres de cientos de mujeres chilenas, recolectados mediante una convocatoria abierta a la ciudadanía.
De este modo, el monumento no solo inmortaliza a una figura literaria universal, sino que también encarna un acto de memoria compartida y reconocimiento plural.
El conjunto se verá realzado con iluminación LED, versos en bajo relieve del poema Todas íbamos a ser reinas, y protección contra rayos UV y grafitis.
Convocatoria y controversias
El concurso fue convocado en junio por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, en el marco de los 80 años desde que Mistral recibiera el Nobel de Literatura en 1945. Se presentaron diez propuestas y se asignó un presupuesto máximo de $300 millones.
Cada uno de los proyectos presentado, fue evaluado mediante un proceso público que consideró experiencia profesional, calidad técnica, viabilidad económica y plazos de ejecución.
Sin embargo, el proceso en su conjunto, generó cuestionamientos. La elección se realizó apenas dos semanas después del cierre de postulaciones, el 17 de julio, y cuatro meses antes de lo estipulado en el calendario oficial.
“Este ha sido un proceso apresurado e irreflexivo, que puede traer consecuencias negativas, con la imposición de un proyecto que no ha sido correctamente dialogado con la comunidad”, criticó el artista visual Arturo Duclos en declaraciones a El Mercurio.
Pese a las controversias, Lucila promete erigirse como un faro simbólico y sensible, un tributo que entrelaza la figura de Gabriela Mistral con la historia silenciada de tantas otras mujeres.
En pleno centro de Santiago, entre las tensiones del presente y las aspiraciones del futuro, el monumento buscará abrir un espacio para la poesía, la memoria y la revalorización de lo colectivo y acompañará a la estatua del General Manuel Baquedano, que volverá a su espacio habitual.