La ciudad ya no se detiene: peatones caminan más rápido y socializan menos en espacios públicos, según estudio del MIT
Un análisis comparativo de imágenes urbanas desde 1980 revela un cambio en el comportamiento social: menos pausas en el espacio público y una vida peatonal más acelerada.
¿La vida urbana se ha acelerado? Un nuevo estudio desarrollado por investigadores del MIT sugiere que sí, y no solo en términos subjetivos.
A través del uso de herramientas de inteligencia artificial para comparar videos urbanos de 1980 con registros actuales, los científicos detectaron un cambio significativo en el comportamiento de los peatones: caminan un 15% más rápido y permanecen menos tiempo en espacios públicos.
El estudio “Explorando la vida social de los espacios urbanos a través de la IA”, publicado esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciences, se basó en registros grabados hace cuatro décadas por el urbanista William Whyte en Boston, Nueva York y Filadelfia.
Cambio en el espacio público: más como vía de comunicacion y menos como espacio de encuentro
Las imágenes fueron digitalizadas y luego comparadas con grabaciones contemporáneas realizadas en los mismos puntos urbanos. El análisis reveló que la cantidad de personas que se detienen o socializan en el espacio público ha disminuido un 14% entre 1980 y 2010.
“Lo que observamos es que los espacios públicos funcionan de maneras ligeramente diferentes, más como vías de comunicación y menos como espacios de encuentro”, explicó Carlo Ratti, profesor del MIT y coautor del estudio.
Una vida urbana más transaccional
Los investigadores detectaron que si bien algunos patrones no han variado, como el porcentaje de personas que caminan solas (pasó de 67% a 68%), otros indicadores sí reflejan una transformación. Tal es el caso de la cantidad de personas que entraban a un lugar público y se unían a un grupo: bajó de 5,5% a 2%.
Las causas, según los autores de la investigación, apuntan a múltiples factores. Uno es el auge de los celulares, que modificó las formas de coordinar encuentrs y redujo los momentos espontáneos de interacción. Otro, la proliferación de cafeterías y espacios interiores que reemplazaron la socialización al aire libre.
“El comportamiento en el espacio público podría haber estado evolucionando durante todo este tiempo”, sostuvo Ratti, y agregó que “quizás hoy el espacio público tenga una naturaleza más transaccional”.
“El espacio público es un elemento fundamental de la vida cívica”
La investigación fue posible gracias a la aplicación de modelos de visión artificial y aprendizaje automático sobre horas de metraje urbano.
Este enfoque no solo permitió cuantificar los cambios de manera objetiva, sino también sentar las bases para nuevas investigaciones a escala global. El equipo ya trabaja en un estudio similar en 40 plazas europeas para entender cómo las personas usan y se relacionan con el espacio urbano.
Para Arianna Salazar-Miranda, coautora del estudio y profesora en la Universidad de Yale, el hallazgo tiene implicancias concretas para el diseño urbano: “El espacio público es un elemento fundamental de la vida cívica. Cuanto más lo mejoremos, más propicias serán nuestras ciudades para la reunión”.