Conectar Café y Centro Inclusivo R: las historias detrás de dos lugares en Santiago donde la inclusión laboral es una realidad
Ambos trabajos ofrecen un espacio inclusivo para personas con discapacidad intelectual en nuestro país, donde aún existen muchos mitos por derribar y sigue siendo necesaria la educación a nivel de sociedad.
“A mí me dijeron que tenía un niño Down y yo pensé, en el momento en que me lo dijo el médico, que tengo en mis manos poder hacerlo feliz. Y la verdad es que nunca cesamos en la familia para que él lograra lo que ha logrado”, declara emocionada Verónica Contreras, madre de Daniel Lamatta (35), trabajador del Conectar Café.
Verónica fue parte del grupo de padres que fundó la Corporación Apertura Para el Mañana (APM), quienes crearon esta cafetería inclusiva. Antes de este espacio, Daniel no había podido trabajar de manera estable en otro lugar.
Por otro lado está José Antonio Barros (41), trabajador del Centro Inclusivo R (CIR), quien a pesar de tener un grado en bioquímica y un master en ciencias biológicas, estuvo 15 años sin trabajo: “En su minuto lo que me diagnosticaron era única y exclusivamente una discapacidad severa en relaciones interpersonales. Y me explicó el evaluador de la discapacidad que, si bien no debiera ser discapacidad para ejercer un empleo,es una discapacidad para conseguir empleo y para después mantenerlo”.
Tanto el Conectar Café como el Centro Inclusivo R han ayudado a muchos adultos a volver a tener autonomía, independencia financiera, autoestima y autovaloración, y han acabado con años de desempleo que han tenido que enfrentar estas personas debido a la falta de inclusión, pese a existir una ley que lo exige tanto en empresas privadas como instituciones públicas.
Corporación APM y el sueño de la cafetería inclusiva
En 2014 un grupo de padres de la Escuela Anadime se encontraban muy preocupados, porque luego de los 26 años que es la edad máxima de permanencia en educación diferencial, sus hijos con discapacidad no tendrían más acompañamiento en educación pública.
Entre ellos se encontraba Gloria Baeza, psicóloga, madre de un joven con Síndrome de Down y actual directora de la Corporación Apertura Para el Mañana (APM): “La misión de nuestra corporación es promover la inclusión laboral, sociolaboral, de jóvenes con discapacidad intelectual. Y también fomentar áreas de desarrollo y de oficios para que los chicos puedan ir aprendiendo y poder insertarlos laboralmente en distintas acciones o donde ellos quieran trabajar“.
Tras realizar un taller de cocina para los jóvenes de la corporación, en 2020 surgió la idea de hacer algo para que vendieran sus productos: un café donde pudieran trabajar no solo ellos, sino que también voluntarios.
Conectar Café abrió sus puertas el 14 de julio de este 2025 y se volvió todo un éxito gracias a las redes sociales. En apenas un mes, ya han recibido más de mil clientes.
“Creamos un instrumento en donde ellos pudieran acceder de manera más sencilla a la comanda con la cual ellos trabajan. Todo esto está ligado a la accesibilidad cognitiva. Entonces, a través de imágenes, a través de números y colores, ellos acceden a esta herramienta que les permite poder trabajar de manera más independiente y autónoma en su lugar de trabajo”, explica Camila Arcos, terapeuta ocupacional y encargada de inclusión laboral de la corporación.
Este espacio es atendido por 11 personas con discapacidad intelectual junto con 8 voluntarios de una corporación, derribando todos los prejuicios y mitos sobre la inclusión laboral en el país.
Daniel Lamatta y Florencia Ulloa (28) comenzaron a trabajar en el café, y describen esta experiencia como “maravillosa”. Florencia además destaca la voluntad de los clientes ya que, a pesar de que el local esté lleno, esperan pacientemente para vivir la experiencia. Los padres de ambos son voluntarios del café y trabajan en la corporación.
“Yo soy Down, y me gusta ser Down, y voy a seguir siendo Down, porque soy feliz siendo Down. Gracias a la cafetería se da la posibilidad de ser uno mismo“, declara Daniel con alegría. Él comenta que se siente muy emocionado y agradecido de su familia por ser parte de este proyecto, ya que su mamá es voluntaria, su papá es uno de los directores de la corporación y su hermana Francisca es quien coordina los equipos de trabajo y maneja la caja.
Para Verónica, madre de Daniel, es una alegría que su hijo por fin pueda trabajar y se sienta tan cómodo en este lugar: “Me siento dichosa.Porque he sentido que realmente todo lo que hemos hecho por él ha tenido un resultado y hemos podido lograr esto. Entonces ha sido muy lindo, y ser voluntaria aquí ha sido más lindo todavía”.
Centro de Inclusión R: ayudando al medio ambiente con inclusión
El CIR es un espacio que desde sus inicios buscó generar un triple impacto: ambiental, social y económico. Cuando Sebastián Herceg, fundador del CIR y director de asuntos corporartivos de Kyklos, fue seleccionado en 2016 como uno de los 250 líderes emprendedores jóvenes por “Young Leaders of the Americas Initiative Professional Fellows”, programa impulsado por Barack Obama, y pudo visitar una planta de reciclaje estadounidense donde el 95% de los trabajadores eran personas con discapacidad cognitiva.
“Ahí vislumbré que había mucho que aprender de las personas con discapacidad, sobre todo de los prejuicios que existen ahí, y había mucho que hacer en Chile en esa misma línea”, comentó Herceg. Fue así como en 2019 se fundó el centro, y lo que partió como solo un espacio de reciclaje, ha crecido con un enfoque de reparación y reutilización.

En cuanto a su experiencia en el lugar tras llevar casi un año trabajando en CIR, José Antonio Barros dice que “no tengo derecho a quejarme. Los jefes cuando se equivocan lo reconocen y eso es bastante decir. Yo a veces tiendo a ser más duro conmigo mismo que los propios jefes. Tienen bastante paciencia”. Además, menciona que con sus compañeros se apoyan y se ayudan al momento de trabajar, por ejemplo, llamándose la atención mutuamente para concentrarse en su trabajo.
Soledad Alonso, terapeuta ocupacional del CIR, explica que, al igual que Conectar Café, hay un enfoque familiar de acompañamiento y apoyo: “Para nosotros es súper importante la autonomía, y que finalmente trabajar es un derecho humano. Lo que nosotros hacemos primero es tratar de hacer las modificaciones conductuales con las personas que trabajan acá en situación de discapacidad, y cuando no logramos que esos cambios se produzcan, trabajamos con la familia para que se pueda replicar en casa y que ellos nos puedan apoyar”.
Inclusión laboral en Chile
La Ley 21.015 que incentiva la inclusión de personas con discapacidad al mundo laboral fue promulgada en el año 2017. Esta exige que las empresas e instituciones estatales que tengan una dotación anual de 100 o más funcionarios o trabajadores, a lo menos el 1% de la dotación anual deberán ser personas con discapacidad o asignatarias de una pensión de invalidez. Las personas con discapacidad deberán contar con la calificación y certificación que establece esta ley.
En el caso de no poder cumplir esto, las empresas e instituciones deben explicar las razones mediante un informe a la Dirección Nacional del Servicio Civil y al Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis). Solo se consideran como razones fundadas las que sean relativas a la naturaleza de las funciones que se desarrollan en el lugar, no contar con cupos disponibles en la dotación de personal y la falta de postulantes que cumplan con los requisitos respectivos.
En 2024 se promulgó la Ley 21.690 que introduce modificaciones al código del trabajo y otros cuerpos legales en materia de inclusión laboral de personas con discapacidad y asignaturas de pensión de invalidez, la cual además pretende que cuando el 80% de las empresas e instituciones en Chile cumplan con el 1%, se aumente a un 2% la obligación.
La directora (s) del Senadis, Karen Astorga, explica que esta modificación busca fortalecer la fiscalización y la evaluación, además de aumentar la cuota de contratación. “La Ley de Inclusión Laboral efectivamente no es la mera contratación sino que es la sensibilización de toda una ciudadanía y de toda una sociedad para poder, no tan solo insertar a personas con discapacidad, sino que hacer una inclusión efectiva“, comenta Astorga.
Juan José Lechuga, abogado consultor en cumplimiento normativo e inclusión laboral, explica que “muchas empresas la realizan, pero de cierta forma es una inclusión forzada por obligación legal y en ese sentido muchas veces no se realiza de la manera correcta para que esta inclusión sea efectiva”.
Además, en las consultorías que ofrece a las empresas, Lechuga se ha podido dar cuenta que la ley es poco conocida: “Es abismante el nivel de desconocimiento que hay respecto de la inclusión laboral, no solamente en términos operativos, sino que en términos legales también”.
De todas formas el abogado afirma que “las leyes de inclusión laboral en Chile son de las leyes laborales que mejor han sido formuladas en los últimos años”, puesto que el sistema busca que se cumpla la normativa y es complicado para las empresas proponer sus razones fundadas del porqué no están siguiendo la ley. Además, las sanciones por cumplir erróneamente o no cumplir en absoluto la ley son altas y acumulativas.
Un Chile más inclusivo: “Debiese ser algo del día a día”
Muchos comentarios en redes sociales, desde el desconocimiento, decían que estas iniciativas no eran “inclusión real”. Pero es importante aclarar que, tal como explica Soledad Alonso, “la inclusión laboral no es colocación laboral, porque una cosa es dejar a una persona con discapacidad y olvidarse, y otra cosa distinta es hacer los seguimientos, acompañar a la familia, hacer las evaluaciones de desempeño para que sean adaptadas para personas con discapacidad, o mejor dicho, que sean accesibles para todo el mundo”.
La terapeuta ocupacional agrega que es importante entender que “el trabajo es un derecho humano” y que personas con discapacidad estén en un trabajo aporta a toda la comunidad, “porque cuando aprendemos a respetar las diferencias, a comunicarnos mejor, a tener más tolerancia, nos damos cuenta de que en realidad todos necesitamos ciertos ajustes, no solamente las personas con discapacidad”.
El abogado Lechuga también se ha encontrado con esta visión de la inclusión: “Por mi trabajo me ha tocado ver que muchas veces la inclusión es mal entendidacomo forzar la incorporación de personas de distintos espectros (…) pero creo que con el paso del tiempo la gente ha ido entendiendo mejor de qué se trata la inclusión especialmente cuando se trata de personas con discapacidad”.
Eduardo Lamatta, otro de los directores de APM, consejero de la Sociedad Civil y padre de Daniel, destaca lo importante que es dar estos espacios de trabajo, ya que el periodo laboral es muy corto para estas personas: “Porque a los 35 años, más o menos, puede que estén capacitados para entrar a una actividad laboral. Y después a los 45 años ya son adultos mayores (…) esa experiencia la tienen que vivir más que lograr un sueldo, que lograr una jubilación, es vivir la experiencia. Y así como lo estamos enfrentando, creemos que es la forma porque ellos están felices“.
La directora (s) del Senadis, apunta a que “la verdadera inclusión es que no sea novedad. Que no sea algo de que admirarnos. ¿Por qué tiene que ser innovador que un café sea atendido por personas con discapacidad? Eso debiese ser algo del día a día”.
La independencia financiera, la autonomía, el autoestima, y el poder sentirse válidos en la sociedad, hace que espacios como estos sean realmente una fuente de alegría para estas personas con discapacidad, que tanto les ha costado conseguir un lugar de trabajo donde se sientan cómodos y no sean juzgados o incomprendidos por sus compañeros. Ambos lugares están poniendo fin a años de desempleo, y están entregando nuevas herramientas para la vida de estas personas.