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El 85% son hombres y promedian 46 años: así son los chilenos en situación de calle

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Pixabay
POR Rita Cox |

A pesar de las diversas políticas públicas, el problema ha ido en aumento. El programa “Vivienda primero” del Hogar de Cristo y el Gobierno busca marcar un cambio radical.

En mayo pasado se cumplieron dos años de la implementación del programa “Vivienda primero” que ejecuta el Hogar de Cristo, el que es financiado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, en convenio con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Ya hay 350 personas, entre hombres y mujeres, todos mayores de 50 años y con más de cinco viviendo en la calle, quienes residen en 181 viviendas.

Un programa dirigido a combatir una situación crítica de nuestro país: a la fecha se contabilizan 17 mil personas que viven en la calle, a pesar de que en los últimos 15 años la política social ha desarrollado diferentes líneas de acción que combinan programas de asistencia social primaria con programas de segunda generación, relacionados con apoyo sicosocial, sociolaboral y de intervención comunitaria.

¿Qué ha fallado? En conversación con Plaza Pauta, de Radio PAUTA, el director técnico de Inclusión Social Personas en Situación de Calle del Hogar de Cristo, Andrés Millar, dijo que uno de los errores ha sido el de los sistemas de alojamientos masivos en desmedro de las viviendas. Y citó la experiencia en Finlandia, que ha sido exitoso en erradicar el problema gracias a la implementación del programa “Vivienda Primero”.

En Chile, el programa consiste en el acompañamiento sicosocial para lograr que hombres y mujeres salgan de la situación de calle y se instalen en un departamento unipersonal o mariposa, o en una casa de tres habitaciones. El programa cuesta unos $550.000 por persona al mes. “Es un programa caro, pero es mucho más caro que una persona en situación de calle tenga riesgos en su salud y deba ir a hospitalizarse. Eso al Estado le cuesta cerca de $14 millones anuales por persona”.  

La vivienda se concreta bajo la figura de un subsidio del Minvu, del que Millar también es crítico. “El DS 52, el subsidio para el arriendo, es una mala herramienta porque no está pensada para personas en situación de pobreza y vulnerabilidad. Las personas logran tener pagado en un 30% el departamento por este subsidio, pero queremos que sea un subsidio permanente”, dijo.

Hasta ahora las viviendas del programa se encuentran en Recoleta, Independencia, San Miguel, Santiago Centro, Renca, Pudahuel, San Bernardo, generalmente en barrios en el centro de las comunas.

¿Quiénes son?

El promedio de edad de las 17 mil personas en situación de calle es de 46 a 47 años. Según los antecedentes de Millar, el 85 % corresponde a hombres. Adultos mayores y mujeres bordean el 15%, respectivamente. También hay niños y niñas sin sus padres que están completamente solos. “Contabilizamos unos quinientos niños y adolescentes”, dijo. El 68% del total trabaja en empleos informales, como cuidando autos y arte callejero.

Siete años en promedio es el tiempo de permanencia en la calle de estas personas que, en palabras de Millar, “provienen principalmente de situaciones traumáticas. En más del 50% se debe a situaciones que se originan en la infancia, en contextos de pobreza y extrema pobreza, donde hay una familia que no tiene las condiciones para sostenerse. La pobreza en sí es una situación de violencia que se reproduce en la familia y termina expulsando a niñas y niños. La violencia se transforma en maltrato, en abuso sexual”.

“Mucha gente cree que las personas en situación de calle tienen problemas de alcohol y drogas. Eso no es así. Eso es una consecuencia. Es más, nosotros creemos que muchas veces el alcohol y las drogas son una buena compañía porque permiten aliviar el dolor y les permite dormir. Hay que imaginar lo que es intentar dormir con frío”.

Deterioro físico y mental. Soledad. Las consecuencias de la vida en la calle son brutales. Pero Millar explicó que una vez que estas personas cuentan con un techo digno, comienza un proceso de sanación. “Les vuelve el alma”, comentó.

Revise la entrevista completa con Andrés Millar en Plaza Pauta