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El Gobierno cambia las reglas del juego con la nueva nominación a la Suprema

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POR Eduardo Olivares |

María Angélica Repetto, que se ha inhabilitado en causas de DDHH, será la nueva carta para integrar el Pleno. El Gobierno optó por evitar un sondeo previo entre parlamentarios.

Tres elementos centrales: que fuera mujer, de región y que tuviera antecedentes éticos intachables. Eso, para comenzar. Pero la nominación anunciada por el Gobierno la tarde del jueves 16 de mayo de la jueza María Angélica Repetto García como su nueva candidata para integrar la Corte Suprema tiene otros elementos más importantes: el nombre no fue previamente sondeado entre los parlamentarios, se termina la práctica del “cuoteo” y con ello se inicia el camino hacia una reforma constitucional en el sistema de designación de los miembros del Poder Judicial.

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El costo político e institucional del fracaso con la nominación de Dobra Lusic fue demasiado elevado tanto para ella como para el Gobierno. Lusic, ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago y cuyos fallos eran valorados entre defensores de los derechos humanos, terminó solicitando el retiro de su nombre el miércoles 15, justo minutos antes de que fuese sujeto a votación por el Senado. 

A esas alturas resultaba evidente que sería rechazada por una mayoría parlamentaria, dados los antecedentes que se fueron revelando sobre presuntas irregularidades en su gestión. Incluso el vocero de la Suprema, Lamberto Cisternas, dijo en Primera Pauta que le hubiera gustado contar con esa información antes de haber conformado la quina integrada por Lusic.

Así, a 24 horas del revés para el Ejecutivo, el nombre de Repetto llega como un elemento de peso para despejar el episodio Lusic. Sin embargo, ya aparecen las primeras críticas.

Inhabilitada en causas de DD HH

La nominada por el Gobierno es chilena. Y también italiana. No domina ese idioma, pero sí el inglés y el francés. Estudió en las Monjas Francesas (SSCC) de Viña del Mar. Según ella misma cuenta en su currículum vitae, fue “mejor alumna durante toda la Enseñanza Media”.

Cursó derecho en la Universidad Católica de Valparaíso y se tituló en 1980. En su memoria de prueba abordó la “Justificación del Bicameralismo en Chile (1822-1925)” y fue profesora de derecho civil entre 1995 y 1996 en la desaparecida Universidad del Mar.

María Angélica Repetto García. Créditos: Prensa UCV

Su carrera en el Poder Judicial partió apenas titulada y siempre en la Región de Valparaíso. Primero trabajó en el Primer Juzgado Civil de Valparaíso y luego en los juzgados de Letras de San Felipe y de Los Andes. Entre 1982 y 1985 fue relatora en la Corte de Apelaciones de Valparaíso, tras lo cual fue secretaria titular en el Segundo Juzgado del Crimen de esa ciudad. Entre 1988 y 2002 fue la jueza titular del Cuarto Juzgado Civil de Viña del Mar, y desde 2002 asumió en propiedad como ministra titular de la Corte de Apelaciones de Valparaíso. Presidió esa instancia en 2015. 

María Angélica Repetto tiene 65 años. Si su nombre llegase a ser ratificado, estará 10 años en la Corte Suprema, pues los ministros deben retirarse de ese tribunal al cumplir 75 años.

En la quina propuesta por la Corte Suprema al Gobierno, Lusic contaba con 12 votos; Repetto recibió seis.

En su historial judicial, existe un elemento relevante que el Ejecutivo no mencionó al destacar sus características: ella misma se ha inhabilitado de conocer causas relacionadas con violaciones a los derechos humanos, debido a que es la sobrina del abogado Ricardo García Rodríguez, exministro del Interior del régimen militar. García Rodríguez es hoy el presidente del directorio de la Universidad Mayor.

“Estimando la Ministro Sra. María Angélica Repetto García, que por encontrarse ligada por vínculo de parentesco por consanguinidad con quien ocupara el cargo de Ministro del Interior don Ricardo García Rodríguez, durante el período del denominado ‘Gobierno Militar’, lo que podría estimarse como un elemento que pusiera en duda su imparcialidad frente al juzgamiento de los hechos investigados en esta causa, y en resguardo de la transparencia e imagen de la judicatura, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 19 N° 3 inciso cuarto de la Constitución Política de la República se declara inhabilitada para conocer de esta causa, motivo por el cual no se verá en la audiencia del día de hoy”, dice una certificación de la relatora Carmen Gloria Vargas, fechada el 16 de septiembre de 2016 por una causa de ese tipo vista en Valparaíso. Hay otras causas con similar expresión de inhabilidad.

El nombramiento de Repetto dejó sobre todo satisfecho a Francisco Chahuán, senador RN por la misma zona. De hecho, aunque no tiene militancia, algunos cercanos al parlamentario la vinculan con una sensibilidad de centroderecha. Es prima, además, del exrector de la Universidad de Los Andes Raúl Bertelsen. 

“Agradecemos el nombramiento por parte del Presidente Sebastián Piñera y del ministro de Justicia, de una jueza extraordinariamente competente, autónoma y que, sin lugar a dudas, va a prestigiar al Poder Judicial y a la Corte Suprema”, dijo el senador por Valparaíso, quien aseguró que “no me cabe la menor duda que va a tener el apoyo sustantivo de toda la sala del Senado”. 

El cambio de criterio y las reformas que vienen

El ministro de Justicia, Hernán Larraín, destacó la trayectoria judicial de Repetto, e incluso mencionó que su designación como ministra de Corte de Apelaciones en 2002 fue “efectuada por el Presidente Ricardo Lagos“. 

“El Gobierno compromete proponer al Senado personas que tengan los mayores méritos en su carrera judicial o profesional, según corresponda, con una trayectoria de excelencia, aquilatada experiencia, méritos reconocidos por su desempeño, antecedentes intachables en su comportamiento ético, que propendan a asegurar equidad de género y descentralización territorial, y que sean representativas de la pluralidad de nuestro país”, expresó la autoridad.

Su mensaje más reflexivo apuntó, sin embargo, a un cambio de criterio. No solo habrá un chequeo más exhaustivo de los antecedentes de los postulantes, sino que además el Ejecutivo no hará sondeos con los parlamentarios. No más. Y, muy importante, no consideraría las sensibilidades ideológicas de los postulantes.

“La experiencia ha mostrado que no obstante el esfuerzo por conversar y por llegar acuerdo, a la hora de las decisiones esos acuerdos, por distintas razones, no se cumplen. Eso genera distintos tipos de conflictos que hacen muy engorroso el procedimiento y la opinión pública con razón cuestiona con la falta de transparencia con la que se actúa”, dijo el titular de Justicia.

Las palabras del ministro fueron especialmente cargadas al reconocer la práctica de ir alternando las postulaciones según las aproximaciones ideológicas de los candidatos. “No estamos en el juego de nominaciones políticas ni de cuoteo”, expresó en forma explícita. “Si ha existido, eso se terminó. Vamos por los mejores jueces y esperamos que el Senado proceda con el mismo criterio”, agregó.

De hecho, desde La Moneda se está trabajando en una propuesta para cambiar las nominaciones de los jueces y fiscales, la que se sumaría al proyecto de ley que se está tramitando en el Congreso y que buscar cambiar la fórmula de designación de los notarios. La idea es presentar la iniciativa en los próximos días, siendo la modernización institucional uno de los focos claves de la cuenta pública del Presidente Piñera, el próximo 1 de junio. 

Hasta ahora, en cada nombramiento había una consulta informal a los comités senadores y, con ello, se calculaba si estaban los 29 votos que se necesita para que la nominación a la Corte Suprema tenga luz verde. Por ello, el caso de Lusic provocó recriminaciones cruzadas, de cómo se había socializado su nombre, que en un principio sí contaba con un apoyo más amplio. Incluso, desde el oficialismo apuntaron a la responsabilidad de la ex Nueva Mayoría y, en especial del PPD, que desde un comienzo no apoyaron la nominación. 

“Nosotros no queremos entrar aquí a analizar quién es el responsable, este tiene la culpa o el otro tiene la culpa, el Gobierno o la oposición, este comité o el otro. No ha funcionado el sistema en la forma que uno quisiera y, por lo tanto, más que seguir el mismo procedimiento, lo que estamos planteando es recurrir al sistema institucional que cada uno asuma su responsabilidades”, añadió Larraín.

El enojo de los senadores 

La decisión del Ejecutivo causó molestia en los parlamentarios de oposición, quienes más allá de la elección de Repetto, criticaron la forma en que se procedió. Varios incluso se enteraron por la prensa y acusaron falta de comunicación de La Moneda. 

“Se trata de una ministra con destacada trayectoria. De eso no hay duda y, por lo tanto, parto con una impresión favorable”, dijo el presidente de la Cámara Alta, Jaime Quintana (PPD). Sin embargo, el parlamentario PPD criticó la fórmula elegida por el Ejecutivo. “Si en el proceso anterior fallaron las formas, en esta propuesta claramente el diálogo estuvo completamente ausente en dicha proposición”, y señaló el diseño era “bastante singular, que no da cuenta lecciones aprendidas y mejorar los estándares”. 

Ese punto lo compartió el senador Felipe Harboe (PPD). “La institucionalidad implica”, dijo a PAUTA, “que el Gobierno propone y el Senado dispone. Si es sin escuchar de ida, será sin escuchar de vuelta”, advirtió. Harboe es el presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara Alta, instancia legislativa donde la jueza Repetto deberá presentarse. 

Desde el Partido Socialista también mostraron su disconformidad. “La composición de la Corte Suprema es un asunto que el Gobierno no se está tomando con la seriedad que se debe”, acusó el timonel PS, Álvaro Elizalde.

En la DC describieron la nueva postura de La Moneda como “un error político”. “El Gobierno tiene derecho a mandar el nombre de quien quiera y nosotros tenemos el derecho de votar también libremente. El Gobierno renuncia a hacer política con altura y se equivoca”, señaló el senador DC Francisco Huenchumilla a este medio.