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El casi fin del caso Caval

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Agencia Uno
POR Juan Manuel |

La justicia condenó a Natalia Compagnon por delito tributario y absolvió a su socio Mauricio Valero y a la empresa Caval por el delito de soborno. Pero este caso aún está lejos de terminar.

Una condena y dos absoluciones. Ese fue el resultado que obtuvo la Fiscalía Regional de O’Higgins en el juicio oral de la arista principal del caso Caval.

El caso partió en 2015 y llegó a tener 13 formalizados. Pero a medida que la investigación fue avanzando, la fiscalía sólo logró condenar a cinco personas que se vieron involucradas en las operaciones fraudulentas para comprar unos terrenos en Machalí y la operación para cambiar su uso de suelo con el fin de conseguir un millonario negocio inmobiliario.

A pesar de que la investigación del caso siempre fue compleja, ya que implicó un enfrentamiento directo del Ministerio Público con la familia de la expresidenta Michelle Bachelet, de los cinco, cuatro fueron condenados a través de procedimientos abreviados o salidas alternativas.

Mauricio Valero luego de ser absuelto del delito de soborno. Crédito: Agencia Uno

Sin embargo, el saldo es positivo para el fiscal Emiliano Arias en el caso de la nuera de Bachelet, Natalia Compagnon. Esto debido a que el Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua le dio la razón a Arias al dar por acreditados los hechos vinculados al delito tributario realizado por Compagnon.

La jueza Paulina Chaparro, quien fue la encargada de leer el veredicto, explicó que la condena se justifica, en términos generales, por permitir que la contabilidad de la empresa Caval tuviera facturas ideológicamente falsas. Eso, según dijo la magistrada, se tradujo en la realización de declaraciones de impuestos maliciosamente falsas entre los años 2012 y 2014, con el objetivo de defraudar al fisco.

Sin embargo, el saldo no es tan positivo respecto de los otros hechos que el Ministerio Público le imputó a Compagnon y que hacían alusión al presunto tráfico de influencias que la socia de Caval habría efectuado en la operación para comprar los predios en Machalí, por un supuesto uso de los privilegios de su relación familiar con la entonces presidenta Bachelet.

De hecho, toda la polémica que generó Caval para la administración de Bachelet giró en ese sentido e incluso también se centró en la supuesta participación del propio hijo de la exmandataria, Sebastián Dávalos, algo que la misma Corte Suprema se encargó de aclarar al sobreseerlo de forma definitiva.

Compagnon llegó al tribunal de Rancagua acompañada de su marido, Sebastián Dávalos. Crédito: Agencia Uno

Para el delito tributario por el cual Compagnon fue condenada, la fiscalía solicitó una pena de cuatro años y una multa por el 300% de lo defraudado, que equivale a una suma cercana a los $108 millones.

El detalle de la sentencia se sabrá recién el 24 de julio. En cualquiera de los escenarios posibles, la socia de Caval cumplirá su pena en libertad dada las atenuantes que tiene, como irreprochable conducta anterior, y por el hecho de que la pena solicitada es inferior a los cinco años y un día, límite respecto del cual se configura un presidio efectivo.

El epílogo de Caval

A pesar de la condena que acaba de recibir, Compagnon está muy lejos de alejarse de los tribunales.

Este viernes 13 de julio la socia de Caval volverá a ingresar a los tribunales de Justicia para protagonizar otra formalización en su contra. Esta vez será por infracciones a la Ley de Propiedad Intelectual.

Este otro capítulo del caso —que está recién en fase de investigación y tiene a tres personas formalizadas: Natalia Compagnon, Mauricio Valero y Sebastián Dávalos— corresponde a la arista por estafa de Caval hacia uno de sus clientes, el empresario Gonzalo Vial Concha. El primer cliente de la empresa creada por Compagnon y Valero asegura haber sido estafado en varios de los servicios supuestamente prestados por la empresa.

Uno de ellos son una serie de informes sobre minería que Vial Concha le encargó a Caval, según sus necesidades e intereses de nuevos negocios en la materia. Por dichos documentos, el empresario desembolsó alrededor de $162 millones. Lo que Compagnon y Valero no esperaban es que el Ministerio Público descubriera que la totalidad de esos informes fueron plagiados de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).