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El juicio de las escuelas de periodismo

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PAUTA.cl
POR Eduardo Olivares |

Decanos y directores de la especialidad observan que las decisiones de Copesa reflejan una crisis de la industria informativa.

El cierre de la revista Qué Pasa y la reformulación completa de la revista Paula (que conserva su nombre, pero cuyo contenido será elaborado ahora por el equipo del suplemento Mujer de La Tercera) se leyeron como escritas con tinta de luto el jueves en la tarde, cuando Copesa lo comunicó de manera oficial. Estas decisiones se unían al cierre del periódico de negocios Pulso, que quedó integrado como suplemento en la edición diaria de La Tercera desde el 19 de marzo en reemplazo de la sección Negocios del matutino. 

Tres reformulaciones editoriales en ocho semanas en uno de los principales grupos periodísticos del país impactaron también a quienes dirigen las escuelas de donde saldrán los futuros periodistas. Estas profundas modificaciones ocurren en Copesa (en cuyo set de revistas sólo estaría quedando, por ahora, el magazine ¡Hola!) podrían reflejar, creen algunos académicos del área, una crisis relevante en la industria informativa chilena.

En PAUTA.cl conversamos con decanos y directores de carrera de Periodismo de cuatro de las principales universidades del país. En otros casos, directoras como María Olivia Monckeberg (Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile) declinaron opinar sobre este tema.

“No es el cierre lo que impacta en los lectores”

Bárbara Fuentes

Decana (i) de la Escuela de Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez

Bárbara Fuentes.
Crédito de la imagen: UAI

-¿Cómo estas decisiones impactan en los lectores, en la actividad?

“No tengo ninguna evidencia para poder responder esta pregunta hoy a partir del caso específico de Copesa, pero creería que al menos estos medios cerrados o transformados no tenían lectores suficientes para mantenerlos a flote. Y ese es el gran tema: ¿Por qué? No son las primeras revistas que se cierran en todo caso. En Chile este proceso empezó hace un tiempo, al igual que en otros lados”.

“En el segmento de las revistas semanales de actualidad, a nivel mundial tenemos solo una formidable revista que es The Economist, pero otras como Time y Newsweek están muy lejos de lo que fueron sus mejores años. Las revistas de mujeres, que han tenido mejor suerte gracias a los avisadores de moda y belleza, tampoco se han mantenido al margen de los recortes. Condé Nast, la editorial de revistas de lujo más grande del mundo, no ha hecho no uno, sino varios cortes en sucesivas etapas tras la evidencia de que hoy la publicidad tiene muchas otras formas de llegar a su público y de que sus lectores también buscan otras formas de acceder a los contenidos que le interesa. Vogue US, por ejemplo, se ha demorado mucho en afinar la puntería para aprovechar a su favor la potencia de las redes sociales de millones de seguidores con el valor único que entrega el papel”.

“Creería entonces que no es el cierre lo que impacta en los lectores, sino que son los lectores los que están impactando las industrias de medios al buscar otras formas de acceder a contenidos de su interés”.

 -¿Es un reestructuración relevante?

“Sin duda. En un par de semanas tenemos un diario menos, dos revistas femeninas que se fusionan y la única revista de actualidad semanal importante que teníamos dejó el papel. Es cierto que hay un poco de nostalgia por el tema del papel. Algunos piensan que es la parada al cementerio. ‘Pucha, se fue a digital’. Pero podría ser una tremenda oportunidad para no quedarse solo en un recorte de presupuesto. Si es la misma revista Qué Pasa la que aterriza en la web, entonces es solo un cambio de plataforma sin ninguna aspiración por atraer a nuevos seguidores. En ese caso es mejor hablar de recorte de presupuesto que de reestructuración. Si esa revista quiere, en cambio, ganar en este nuevo formato, potenciar los beneficios que da la plataforma, el cambio puede ser más interesante. Estoy pensando en lo que hace Vox, por ejemplo, que también está en el rubro de la interpretación de las noticias”.

“Por eso es tan fascinante (y desafiante) formar profesionales que sean capaces de resolver problemas desde muchos puntos de vista, porque es muy probable que a ellos les toque continuar con estas transformaciones”.

“No se puede olvidar que los medios de comunicación son empresas”

Pedro Reyes

Director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Santiago de Chile

Pedro Reyes
Crédito de la imagen: Usach

“En la medida en que disminuya la cantidad de medios, en principio, podríamos decir que eso afecta las posibilidades de acceso a la información que tiene la ciudadanía, por lo que en ese caso sería negativo. Por otra parte, si esos medios pertenecen a una misma empresa podríamos decir que en el fondo existe un reacomodo desde un punto de vista de la gestión y administración de los mismos, lo que no incidiría necesariamente en el acceso a la información diversa. La concentración de medios por supuesto que es un problema, por la limitada oferta de líneas editoriales, pero no es un fenómeno solo chileno. Mantener medios es cada vez más difícil desde un punto de vista económico”.

“Por otro lado, no se puede olvidar que los medios de comunicación son empresas, y las empresas deben sostenerse en el tiempo, por lo que si enfrentan problemas económicos reaccionarán igual que cualquier otra empresa, reduciendo costos y fusionando áreas. Al parecer es el caso de Copesa. Desgraciadamente este tipo de situaciones no es para extrañarse. Es muy lamentable por la indefensión de los trabajadores (colegas), en el sentido de que pierden una fuente laboral que será muy difícil de recuperar, pero así es la economía de mercado en la que vivimos. Es lo que pasó en Canal 13 y lamentablemente es posible que ocurra en otros medios. No existe en Chile ningún medio estatal que tenga como fin mantener informada lo mejor posible a la población y financiarlo aunque sea deficitario. El caso de TVN es bastante excepcional”.

“Por otra parte, como sabemos, mucha publicidad se ha ido a la web, lo que en muchos casos ha desmejorado la salud financiera de los medios tradicionales que también han emigrado a la web sin aumentar necesariamente la publicidad. Actualmente todo es pantalla y no necesariamente la televisión, sino que el teléfono incluso más que el computador o el tablet”.

“Por otro lado, la existencia de internet ha permitido el desarrollo de un sinnúmero de medios, lo que de alguna forma, aunque tal vez para une cierta élite, ayuda en la diversificación de la oferta informativa”.

“Como director de una escuela de periodismo, esto nos preocupa enormemente, pero hay que considerar también que desde hace varios años lo menos que hacen los recién egresados es irse a los medios de comunicación. El campo de los periodistas se ha ampliado enormemente, y no solo al campo de las organizaciones, sino que como profesionales de la información, de su difusión, tratamiento y análisis, por lo que es muy probable que se abrirán nuevos espacios en vez de disminuir. Al menos en la Universidad de Santiago lo hemos entendido así. Pensamos que, en el futuro, los periodistas deberían ser considerados cientistas sociales al igual como se considera a los sociólogos o antropólogos. Para eso una formación teórica y metodológica es clave sin dejar de lado, obviamente, el desarrollo de habilidades comunicativas tanto orales como escritas”.

“Vemos una disminución de la diversidad”

María Pilar Bruce

Directora de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

María Pilar Bruce
Crédito de la imagen: PUCV

“Más allá del cierre de algunos medios, esto es indicativo de la crisis que está viviendo el periodismo en Chile. Es una señal de cómo la lógica neoliberal del mercado se instala y destruye medios que son relevantes. Al final, lo que me temo es que vemos una disminución de la diversidad y es acuciante la necesidad de que el Estado colabore con esa diversidad”.

“Con el diario La Época vimos algo similar: un buen producto periodístico que no tuvo financiamiento. Y en ese caso ni siquiera los gobiernos [de la Concertación] hicieron algo por salvar ese proyecto”.

“No quisiera ser agorera, pero parece que es la industria completa, no solamente la prensa escrita, la que está en crisis. Estamos viendo que los espacios los está ganando la entretención por sobre la información. Eso ocurre con claridad en la televisión abierta”.

“La ciudadanía pierde preguntas, pierde inquisición, pierde control”

Eduardo Arriagada

Decano de la Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica de Chile

Eduardo Arriagada
Crédito de la imagen: PUC

Extractos de la entrevista concedida este viernes 11 de mayo a PAUTA100.5:

“A diferencia de otros casos que hemos visto, los casos de Paula y Qué Pasa son mucho más graves por la fuerza de esas marcas. Son marcas muy poderosas. Ambas fueron compradas en su momento por ese grupo. Son marcas que tenían historias anteriores, grandes historias. “.

“En términos de calidad, quizás hemos perdido casi dos tercios de nuestras revistas en un día. Yo encuentro que eso es dramático”.

“A diferencia del último cierre que había tenido el grupo Copesa [con diario Pulso], que lo había presentado casi como una maravillosa fusión [con la sección de Negocios de La Tercera], esta vez por lo menos yo agradezco que en el comunicado se reconozca que esto es una mala noticia. Al menos se contextualiza en la crisis de medio. La vez pasada parecía casi como una oportunidad de mercado”.

“No es remediable. Estas cosas no se arreglan. Con estas cosas no solo se destruye un medio […], sino que además se destruyen audiencias que seguramente nunca más van a volver”.

“La ciudadanía pierde preguntas, pierde inquisición, pierde control, pierde gente profesional con mucha experiencia en hacer esas preguntas, en buscar pautas distintas, en buscar puntos de vista que no estaban en la sociedad. Eso es lo que no es remediable”.

“El proyecto Copesa, en esta idea un poco multimedial, dice que va a mantener las revistas, en el sentido de que va a mantener las marcas, pero la verdad es que esas marcas no son reales. Es decir, en la práctica la revista Mujer ya existe y lo que va a hacer es que le va a cambiar el nombre a una revista que ya existía”.

“Lo que la audiencia tiene que entender es que tras de una plancheta, en el caso periodístico, es decir, tras una marca como esta revista Paula había un equipo de gente que hacía un tipo de periodismo. Y esa es la gente con la cual la audiencia tenía sintonía”.

“Al final son medios que van a decepcionar a las personas que estaban acostumbradas a ellos”.