Luciano Pitronello muere a los 35 años: conoce su historia y de qué murió
Pitronello se encontraba en estado crítico desde la semana pasada luego de electrocutarse mientras operaba una grúa pluma durante su jornada laboral.
La mañana de este lunes se confirmó el fallecimiento de Luciano Pitronello, quien en 2011 se hizo conocido cuando una bomba explotó en sus manos mientras intentaba colocarla en un banco de la Región Metropolitana.
Quién era Luciano Pitronello y de qué murió
El 1 de junio de 2011, el joven llevó a cabo un ataque en la sucursal del banco Santander, ubicada en la calle Vicuña Mackenna, cerca de avenida Matta.
Durante el incidente, el artefacto explosivo que llevaba en su mochila explotó, lo que le causó quemaduras en el 70% de su cuerpo, la pérdida de una mano y tres dedos de la otra.
El viernes pasado, mientras Pitronello trabajaba en una grúa pluma, sufrió una descarga eléctrica cuando el vehículo tocó un cable de alta tensión, lo que provocó un incendio en el sitio.
El incidente le provocó heridas de extrema gravedad, por lo que fue llevado de urgencia a la Clínica Las Condes. Allí permaneció en estado crítico, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio a causa de la descarga eléctrica. Según información de Biobío, a pesar de los esfuerzos médicos, falleció durante la noche del domingo, debido a la gravedad de sus heridas.
Historia de Luciano Pitronello
A las 02:25 de la madrugada del 1 de junio de 2011, Luciano Pitronello, de 22 años en ese momento, llegó a una sucursal del Banco Santander ubicada en avenida Vicuña Mackenna 1347, en la comuna de Ñuñoa, llevando un extintor cargado con pólvora negra.
El artefacto explosivo se activó antes de lo esperado mientras Pitronello lo sostenía, provocando que comenzara a quemarse. Según las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar, el joven anarquista estuvo en llamas durante más de 43 segundos, hasta que un taxista que pasaba por allí lo apagó con su extintor.
Pitronello sufrió graves quemaduras en su cuerpo, perdió la mano derecha, tres dedos de la mano izquierda y parte de la visión en un ojo. A solicitud de su madre, fue trasladado de la ex Posta Central a la Clínica Indisa, donde permaneció en coma inducido durante diez días. Fue dado de alta el 20 de agosto de 2011.
Un año después, el Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago lo sentenció a seis años de libertad vigilada por los delitos de daños, posesión de una bomba y conducción de un vehículo con patente falsa. Esto ocurrió después de que el Tribunal rechazara la acusación de terrorismo presentada por la fiscalía.