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Los errores que han marcado las 22 semanas de Milad en la ANFP

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Agencia Uno
POR Francisca Vargas |

Desde que asumió en ente rector del fútbol nacional, el exintendente del Maule ha sido ampliamente cuestionado por su manejo del torneo en pandemia y las negociaciones por Reinaldo Rueda.

El 30 de julio de 2020 se produjo un cambio en la ANFP. Luego de que Sebastián Moreno perdiera el apoyo de sus directores, quedando solo con Marcos Kaplún, el organismo se vio obligado a llamar a elecciones para escoger una nueva directiva. Y es ahí donde el exintendente del Maule Pablo Milad adquirió un papel protagónico.

Cuestionado por algunos al renunciar a su cargo en un periodo complejo por la pandemia, el también expresidente de Curicó Unido fue electo como titular de la institución hasta fines de 2022, por 25 votos contra los 23 de Lorenzo Antillo. Hubo solo un voto en blanco.

De forma telemática, la votación tuvo más de alguna polémica. Se hablaba de impugnación, pero también de que algunos presidentes de clubes votaron acompañados para ejercer la voluntad del club y no cambiar su preferencia a último minuto.

Y si esta instancia se desarrolló con polémicas, es justamente esta última palabra la describe lo que sido la gestión de Milad desde que asumió en Quilín 5635.

En PAUTA revisamos algunos de los problemas que han marcado su gobierno.

Contra todo protocolo

“Cada integrante de las instituciones implicadas en el evento que ingresen y permanezcan en la zona 1 deberá proporcionar a la Comisión Médica de la ANFP un listado de las personas que asistirán al partido, con su encuesta Covid-19 completa y un test PCR o un test de antígenos según disponibilidad, cuyos resultados deben estar antes del evento tomados con un plazo no mayor a 72 horas. Esta información debe ser proporcionada entre 48 y hasta 24 horas previo al partido”.

El artículo, correspondiente al protocolo de vuelta a los estadios, es claro. Y si a eso se suma que Fernando Radice, de la Comisión Médica de la ANFP, aseguró que es de responsabilidad de los clubes cumplir con la normativa y jugar con juveniles en caso de tener casos de Covid positivo (sin contemplar suspensión de partidos), no parecía por ningún lado procedente postergar el encuentro entre Colo Colo y Antofagasta pactado para el 26 de septiembre.

No obstante, desconociendo la misma regla para la cual trabajaron en conjunto con el Ministerio de Salud, el partido se postergó. Hubo una serie de pasos tras esa decisión:

  • Un directivo de Colo Colo viajó con el primer equipo a Brasil, donde se enteró de que había sido contacto estrecho de un contagiado (su esposa).
  • En el lugar, rompió protocolo al salir del hotel. Algunos hinchas tuvieron contacto con miembros del plantel.
  • Colo Colo llegó el jueves por la noche a Chile, tras el encuentro con Paranaense, pero los PCR los realizaron a las 11:00 horas del día siguiente (no apenas pisaron territorio nacional).
  • A las 07:00 horas del sábado se conoció de un caso positivo en la delegación de los albos, cuando ya no había tiempo para determinar contactos estrechos.

A las 9:00 horas de ese día, la subsecretaria de Salud, Paula Daza, se contactó con la ANFP. Y la asociación aseguró que las autoridades habían determinado la suspensión del encuentro.

Horas después, sin embargo, tales autoridades sanitarias contradijeron la conclusión de los directivos del fútbol: “Es importante aclarar que la Seremi de Salud RM no suspendió el encuentro futbolístico”, dijeron en una declaración pública. 

No, no era el partido el asunto, sino quiénes debían jugarlo: ¿por qué la ANFP no programó el encuentro con juveniles?

Un precedente ya había quedado establecido desde ese momento.

Esto se ha reflejado en varios encuentros del Torneo Nacional. Pero, entre los más recientes, están la suspensión del partido de Unión La Calera y O’HigginsCobresal ante La Calera, Curicó Unido frente a Unión Española Colo Colo con La Calera.

El caso del juez Aquino

El 8 de octubre de este año bien podría haber sido recordado como histórico. Chile se medía con Uruguay en la doble fecha clasificatoria pensando en Catar 2022. Pero, una vez más, la polémica se tomó las portadas. A minutos del final, Víctor Dávila sacó un centro que pegó en la mano de Sebastián Coates en el área. Sin embargo, el juez Eber Aquino no sancionó penal.

Solo 24 horas pasaron para que el timonel de ANFP diera a conocer que había pedido a la Conmebol los audios y videos del encuentro con el objetivo de “que nosotros tengamos la tranquilidad de que esto fue un error y no una intención”. Luego de revisar el material, el directorio de la ANFP (de acuerdo con El Mercurio), decidió no pedir sanciones para el árbitro paraguayo.

Casi tres semanas después de la polémica, Aquino fue designado para arbitrar la Copa del Rey de Campeones, en Arabia Saudita.

No lo quieren, y no lo decían

Reinaldo Rueda no será más el director técnico de la Roja. El 31 de diciembre se selló su llegada como DT de Colombia. No obstante, el pronunciamiento de ANFP respecto de su futuro demoró. O al menos para concretarse con una vocería del mismo Milad.

Diferentes voces dentro del ente rector del fútbol salieron a hablar sobre el colombiano: que se iba, que se quedaba e, incluso, que ya no existirían problemas para su negociación con la Federación Colombiana de Fútbol. Pero las palabras del mandamás no se conocían. Llegaron tarde.

Luego de una cita que duró casi cuatro horas, para definir su continuidad, fue el mismo Rueda quien señaló que “fue una reunión con muchos cuestionamientos. Se hizo una evaluación de estas dos jornada y sobre la situación que vivimos, que no es fácil y es muy sensible por lo que aspiramos”. Hasta ese momento, él seguía al mando.

Siempre fue “Rueda tras reunión con Milad”, pero nunca “Milad tras reunión con Rueda”. Hasta que, finalmente, una vez que ya estaban en curso las negociaciones para el retorno del DT a Colombia, el presidente de la ANFP sacó la voz para informar que “Rueda tiene las puertas abiertas si se quiere marchar a otra selección”. Tarde.
Sin fe y con una renuncia

Histórica. Así ha sido para Universidad Católica y Coquimbo Unido, la edición 2020 de la Copa Sudamericana. En el caso de los cruzados, ya hace más de un año que son punteros en el campeonato y con buenas chances de lograr el “tri”, querían a toda costa coronar la temporada con un título internacional. Y si bien ese deseo no se pudo cumplir, en la Cuarta Región las opciones de pasar a la historia se mantienen intactas. 

Luego del triunfo por 2-0 ante Sport Huancayo, consiguieron por primera vez clasificar a cuartos de final. El próximo rival fue Junior de Barranquilla, ante quienes lograron el paso a semifinales de la copa. 

Pero tal parece ser que en la ANFP no se lo esperaban. 

En el caso de la UC, sufrieron la postergación de cuatro partidos en una semana. Al confirmarse que la vuelta ante Vélez sería el martes 15 a las 21:30 horas, la ANFP suspendió el partido que disputarían contra O’Higgins el 16 de diciembre (no se cumplen las 72 horas reglamentarias). De esta forma, se suma al Clásico Universitario, al encuentro con Santiago Wanderers y al que los enfrentaría con Palestino.

Los de la Cuarta Región, en tanto, sufrieron cambios en la programación de los duelos contra La Serena (clásico que perdieron por la cuenta mínima), y con Antofagasta (0-1 fueron derrotados).

Si bien el presidente de la ANFP señaló que “si Coquimbo Unido pasa a la final de la Copa Sudamericana, el torneo nacional terminará el 21 de febrero si no ocurren circunstancias mayores (…) Si no pasa eso, el término del Campeonato Nacional se organizó hasta el 17 de febrero”.

Pero la programación original realizada por la ANFP, que se conoció el 31 de octubre, no contemplaba la opción de que los equipos nacionales pudieran avanzar.

Con el desorden en términos de partidos pendientes, se sumó un problema más para el gobierno de Pablo Milad: renunció el Gerente de Ligas Profesionales, Rodrigo Robles.