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Sergio Vigil: “Nuestro desafío más importante es que Chile sea mundialista en adultas”

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Agencia Uno
POR Francisca Vargas |

El entrenador de la selección chilena de hockey césped conversó con Pauta de Juego sobre la construcción de las nuevas canchas y cuáles son las proyecciones para los próximos años.

“Chile mundialista”

Dos palabras que se pueden relacionar con más de algún deporte, pero que Sergio “Cachito” Vigil, entrenador de la selección de hockey césped femenina, considera como algo mucho más fuerte que dos simples palabras. Para él, son el próximo gran objetivo en el horizonte de las diablas.

En un 2020 complejo, dijo el entrenador en Pauta de Juego, de Radio PAUTA, el balance para “la familia del hockey” fue positivo. Una de las metas establecidas que tenían era aspirar a que todas las jugadoras pudieran crecer un 30% en cuanto a técnica y trabajar sobre los espacios de mejora. Y si bien no todo se pudo cumplir, las proyecciones para el futuro se mantienen intactas.

“Uno de los desafíos que tenemos este año es el Sudamericano y la Copa América, que clasifica al Mundial a tres equipos, y ese es nuestro desafío más importante: que Chile sea mundialista en adultas”, indicó.

Para lograrlo, “cada día de nuestra vida tenemos que tener esa visión y responder con nuestro compromiso mundialista. Ser un equipo que si se puede, sea el que más entrene del planeta, dentro de las posibilidades teniendo en cuenta que es un deporte amateur y que las chicas y chicos trabajan y estudian”.

En el mediano plazo, la tarea es clara: “Ser el equipo con las mejores transiciones del mundo”. “El espacio entre pérdida de la pelota y recuperación, entre recuperación y ataque, hay un espacio que es tiempo muerto”. Al trabajar esas transiciones, afirmó, “vamos a ser un equipo que sea indestructible en su búsqueda”.

Biotipo: más que algo físico

El biotipo sudamericano, particularmente el argentino y chileno, es similar. Contrario a lo que muchos podrían pensar, de acuerdo con el entrenador de las diablas son más similitudes que diferencias. Pero si hay un punto que marca diferencias, y que Vigil ve en las chilenas particularmente, es que el amor por el deporte y la camiseta es enorme.

Es un equipo que se compromete “con las causas de las próximas generaciones, y esto hace que sus mentes y físicos se extremen al máximo, porque el propósito que buscan las jugadoras va más allá de ellas”. Chile tiene un equipo que “puede llegar a ser muy intenso, porque es un equipo hambriento, que tiene ganas, compromiso con el entrenamiento. Una vez que están claros los objetivos, se entregan”.

Por lo mismo, hacer hincapié en aspectos únicamente físicos no corresponde a un análisis representativo de las seleccionadas. “Tiene que ver con lo cognitivo, lo emocional, con sus valores. Eso los hace diferentes. Yo creo que se está viendo de a poco en el mundo que este equipo de diablas tiene algo distinto: es familia, y no solo por el equipo que compone; es familia por el hockey que representa”.

Un sueño que se cumple

La ausencia fue protagonista. Una falta que marcaba más que el resultado de un partido. Sin canchas para entrenar, las seleccionadas y seleccionados nacionales debían llevar a cabo los entrenamientos en distintos clubes, muchas veces bajo el sol porque no existían más horarios disponibles.

“Cachito” recuerda que el seleccionado “estaba de prestado en las canchas y no podíamos entrenar todos los días, porque teníamos que estar sujetos a los espacios que nos podían proporcionar los clubes. Al no tener canchas, no se podía masificar el hockey”.

Pero de tanto pelear por lo justo, y lo que se hacía necesario para potenciar la disciplina, lo lograron: “[…] Sabíamos que había una deuda con el hockey, por lo tanto que Chile tenga su primera cancha pública era necesario, es un deporte que nos ha dado grandes logros, en donde hemos podido disfrutar, pero que también requería dejar de ser un deporte de élite”, comentaban desde el Ministerio del Deporte en 2019, al anunciar que las canchas se concretarían.

Ese compromiso que existe en el equipo, que llevó a las diablas a hacer frente a las dificultades, es también hoy una responsabilidad compartida: técnicos, preparadores físicos, jugadores y jugadoras. Todos, aseguró Vigil, cuentan con el “compromiso de regar esa cancha de aprendizaje permanente, de entrenamiento, y honrar esta posibildiad que nos han dado […] Vamos a quedar piel y hueso, porque vamos a transpirar no solo sudor, sino que tambien en todo el aspecto neuronal y también en todo lo que tiene que ver con entregar nuestro corazón”.