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El show de don Francis

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Agencia Uno / PAUTA
POR Andres Sepúlveda |

“Ocupó parte de su tiempo para acumular registros de lo que se ha dicho de él, y hasta quizás alguna alianza para cumplir con su plan”, dice Fernando A. Tapia: “Todo esto con un alto costo: el de dejar su cargo y estatus a un lado e involucrarse en una pelea en el barro”.

La batalla campal protagonizada por el director deportivo de la Federación de Fútbol de Chile, Francis Cagigao, con el periodista Juan Cristóbal Guarello, en radio ADN, ha sido uno de los temas más comentados esta semana en el medio deportivo nacional.

Una confrontación verbal que a ratos se transformó casi en una pelea callejera, con descalificaciones de lado y lado, y que terminó con la salida de dos comentaristas del programa y una posterior autocrítica por la forma en que se concertó la invitación del alto dirigente.

Ciertamente que no corresponde pronunciarse respecto de las decisiones editoriales de otros medios y mucho menos hacer leña del árbol caído.

Todos quienes ejercemos el periodismo estamos permanentemente expuestos al error, a no calibrar correctamente algunas situaciones e incluso a cometer injusticias con nuestras opiniones. Como suele suceder en hechos como éste, el comidillo quedó centrado en el polémico cara a cara de Guarello con Cagigao, dejando en en segundo plano las declaraciones que sí alcanzó a verter el máximo responsable de las selecciones nacionales y, especialmente, el trasfondo de su decisión de asistir al mencionado programa.

El 23 de diciembre de 2020, Pablo Milad, presidente de la ANFP, anunció la contratación del inglés de origen español, Francis Cagigao Souto, en el inédito cargo de Director Deportivo de la Federación de Fútbol. Su función en el papel es la de diseñar una política integral para el desarrollo de todas las selecciones nacionales, es decir, establecer una nueva estructura que perdure en el tiempo, y que no esté aparejada con el criterio de la directiva de turno. Sin embargo, la primera paradoja fue precisamente el tiempo de duración de su contrato: exactamente dos años, el mismo periodo de tiempo que entonces le quedaba al propio Milad a la cabeza del fútbol chileno -esto sin contar la posibilidad de reelección, lo que se definirá en las elecciones de fin de año-.

Fue el propio Cagigao el que de alguna manera evaluó su aporte en un año y medio de gestión en Chile: “No diría que empeoramos, pero tampoco mejoramos”, dijo textualmente en la acalorada intervención en radio ADN. Potente confesión que perfectamente daba para un titular.

Indudablemente que el dirigente no es el responsable de todos los males del fútbol chileno, pero debiera asumir con más humildad su alta incumbencia en el fracaso deportivo que significó la eliminación del mundial de Catar y el escaso avance que se observa respecto del objetivo original para el que vino.

Cagigao sí reconoció algo que en su momento negó a los cuatro vientos: la gravedad de la indisciplina ocurrida con algunos integrantes de la selección en la Copa América de Brasil el año pasado, a tal punto de admitir que él mismo debió revertir la decisión de renunciar en el acto por parte del entonces técnico Martín Lasarte. Es inverosímil que el entrenador haya pensado abandonar el cargo por la presencia de un par de peluqueros en la concentración; de hecho el propio Lasarte dio a entender que hubo situaciones más complejas de lo que se reconoce oficialmente. “La verdad es la hija del tiempo, no de la autoridad” dice la frase acuñada por el filósofo británico Francis Bacon, a quien seguramente Cagigao habrá estudiado en Inglaterra.

Hoy la selección tiene un nuevo entrenador. Eduardo Berizzo asumió justo antes de la gira por Asia. La convocatoria, según el alto dirigente, fue confeccionada por Patricio Ormazábal, ya que el argentino aún no sellaba su acuerdo con la Federación cuando se cumplió el plazo para entregar la lista. Los futbolistas debían presentarse un lunes en Juan Pinto Durán, entre ellos 7 jugadores de Colo Colo, equipo que ese mismo día debía jugar un importante partido con Ñublense. Hubo polémica y en conferencia de prensa el propio Cagigao golpeó la mesa con una contundente frase: “Nosotros en el aspecto calendario no tenemos nada que decir… es un tema ajeno a la selección y a la Federación”, dijo convencido.

En radio ADN, sin embargo, al hablar de los múltiples problemas del fútbol chileno reconoció que lo que ya todos sabemos, que la Federación y la ANFP son la misma cosa. Bastaba entonces una mejor coordinación con su jefe directo, Pablo Milad, y una instrucción de éste con el programador.

No dudo de la preparación y el curriculum de Francis Cagigao. Ganó su prestigio como ojeador del Arsenal de Inglaterra por más de 20 años. Esto es su principal aval, y lo protege con uñas y dientes. Probablemente esperaba una recepción diferente en el medio chileno. Quizás un mayor reconocimiento de un medio subdesarrollado comparado con el británico. Por eso el Director Deportivo de la Federación buscó su revancha personal con uno de sus críticos. Ocupó parte de su tiempo para acumular registros de lo que se ha dicho de él, y hasta quizás alguna alianza para cumplir con su plan. Todo esto con un alto costo: el de dejar su cargo y estatus a un lado e involucrarse en una pelea en el barro. El show de don Francis.

Fernando A. Tapia participa en Pauta de Juego, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 12:30 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en PAUTA.cl.