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Columna de Fernando Tapia: “Paren el leseo”

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Pauta
POR Equipo Radio Pauta |

“Pese a que esta vez fueron considerados para dar su opinión en la mesa constituida en la Dirección del Trabajo, con justa razón las instituciones de esta categoría han expresado su molestia por no tener ni voz ni voto”.

No alcanzó a pasar una semana desde la firma del acuerdo que puso fin a la amenaza de paro en el fútbol chileno, y otra vez surgen nuevos conflictos que ponen en jaque el normal desarrollo de la actividad. Diez equipos de la Segunda División Profesional, precisamente la categoría donde estaba centrada la preocupación del SIFUP, emitieron una declaración pública en la que rechazan los términos del convenio firmado entre el Sindicato de Futbolistas y la ANFP, con la mediación de la Dirección del Trabajo (DDT). Exigen una reunión urgente con el Presidente del Fútbol, Pablo Milad (a ver si lo encuentran), para expresarle básicamente que así como quedó el convenio simplemente no están dispuestos a  comenzar el campeonato.

Recordemos que la pugna surge de la intención de las instituciones de esta categoría por transformar su campeonato en un torneo Sub 23, con lo que un gran número de jugadores quedaban fuera de la posibilidad de continuar con sus contratos laborales, cuestión que fue desechada en la mesa de negociación. De esta manera, el comunicado conocido en las últimas horas con la postura de una amplia mayoría de los clubes que participan de esta división, nos pone nuevamente frente a una bomba de tiempo, ya que el principal objetivo del movimiento gremial, esto es salvaguardar los contratos de cerca de 300 jugadores, vuelve a quedar en tela de juicio. Habrá que decir que, pese a que esta vez fueron considerados para dar su opinión en la mesa constituida en la Dirección del Trabajo, con justa razón las instituciones de esta categoría han expresado su molestia por no tener ni voz ni voto en la máxima instancia de decisión de la ANFP, que es el Consejo de Presidentes. Mucho menos apoyo económico, cuestión que los llevó a presentar una demanda judicial en los tribunales.

Quizás sea éste el momento de sincerar el verdadero estatus de esta liga, que surgió de manera espuria en los inicios de la era Jadue, estableciendo por decreto la condición de profesional un torneo con demasiados rasgos amateurs. No es lo único. También esta semana la Asociación de Futbolistas del Fútbol Femenino (ANJUFF), denunció prácticas en varios clubes que vulneran los derechos laborales de las jugadoras, como por ejemplo la intención de iniciar pretemporadas “voluntarias” durante febrero, con el objetivo de ahorrarse un mes de contratos.

El fútbol femenino acumula cuatro meses sin actividad, y la sugerencia de iniciar los trabajos apelando a la buena onda de las futbolistas, no puede ser calificada sino como miserable. Por ley, aprobada con bombos y platillos en 2022, con el beneplácito de la propia ANFP, todos los clubes profesionales están obligados a partir de este año a tener el 100% de sus planteles femeninos con contratos. Está claro que la gran mayoría será por el sueldo mínimo, para cumplir,  pero además, como vemos,  ya hay señales en varias instituciones de buscar fórmulas de ahorrar a costa de los derechos laborales de las jugadoras. La crisis del fútbol no nos da respiro. Paren el leseo.