El renacer de Deportes Concepción: un ascenso hecho por su gente
Deportes Concepción consumó su esperado regreso a la Primera División del fútbol chileno, luego de vencer a Cobreloa en una emocionante definición que quedará en la historia del club. Con este ascenso, el cuadro “Lila” concreta una revancha largamente anhelada tras casi diez años de adversidades, períodos oscuros y un camino que solo fue posible gracias al compromiso de su gente.
Una década marcada por la lucha de hinchas y socios
El retorno del “León de Collao” adquiere mayor relevancia al considerar su dramática caída en 2016. Ese año, el Consejo de presidentes de la ANFP determinó su desafiliación argumentando inviabilidad económica debido a una deuda superior a $1.800 millones. La decisión se tomó sin considerar los antecedentes de fondo y sin reconocer las responsabilidades institucionales en la crisis, un hecho que golpeó duramente a la comunidad penquista.
En aquella oportunidad, solo Santiago Morning y Cobreloa votaron en contra de la expulsión. El resto apoyó una medida fuertemente influenciada por la cuestionada administración de Sergio Jadue, expresidente de la ANFP, hoy procesado por corrupción en Estados Unidos. Bajo su mandato, Deportes Concepción fue una de las entidades “beneficiadas” con millonarios préstamos asignados a discreción, cuyos destinos nunca fueron completamente aclarados.
Irregularidades que marcaron el descenso
Entre los protagonistas de ese período estuvo Nibaldo Jaque, secretario ejecutivo de la ANFP y, al mismo tiempo, miembro del directorio de la concesionaria “Fuerza Garra y Corazón”, encargada de administrar el club. Una doble participación que reflejó malas prácticas y conflictos de interés.
Investigaciones posteriores revelaron que Jaque avaló, desde su rol en la ANFP, millonarias operaciones con empresas de factoring, utilizando como garantía los ingresos futuros por derechos televisivos del club. Estos dineros tampoco tuvieron una trazabilidad clara. Aun así, ninguna de estas irregularidades fue considerada al momento de decretar la desafiliación, dejando al club a merced de la precariedad y la incertidumbre.
Del amateurismo al renacimiento
La sanción condenó a Deportes Concepción al fútbol amateur, obligándolo a comenzar desde la quinta división, el peldaño más bajo de la actividad en Chile. Pero la ciudad no lo abandonó. Por el contrario, este período marcó el renacer de una identidad colectiva.
Fueron los socios y miles de hinchas quienes organizaron campañas, denunciaron a los antiguos controladores e impulsaron el retorno del club al profesionalismo, pese a la falta de apoyo de la justicia ordinaria y deportiva. Su esfuerzo permitió que el equipo ascendiera escalón por escalón, hasta volver a competir en instancias de alto nivel.
Una celebración que refleja pertenencia
El reciente ascenso puso fin a una travesía heroica. Las calles de Concepción se tiñeron de lila en una celebración masiva que reflejó la esencia de este retorno: un club sostenido por su gente. En tiempos en que el fútbol se aleja cada vez más de sus comunidades, el caso del “Conce” destaca por su pasión, perseverancia y sentido de pertenencia.
Hoy, casi una década después del episodio más doloroso en su historia, Deportes Concepción vuelve a Primera División gracias al compromiso de quienes nunca dejaron de creer. Por eso, más que una consigna, la frase que resuena con fuerza en Collao cobra pleno sentido: el Conce es de su gente.