Manuel Suárez y Rusia 2018: “Estoy convencido de que fue exceso de confianza”

El exayudante de Pizzi habla sobre las fortalezas del equipo con que salió campeón de América en 2016 y ahonda en las razones que dejaron a Chile fuera del Mundial.

Es el recuerdo que muchos quisieran olvidar, pero no lo logran. Después de dos Mundiales consecutivos, Chile quedaba sin opciones de clasificar. Un proceso irregular y resultados inesperados dejaron a la Roja en la sexta posición de la tabla, igualada con Perú, pero con menor diferencia de gol.

¿Cómo quedaba entonces el panorama sudamericano?: Brasil, Uruguay, Argentina y Colombia con el pase a Rusia 2018. Perú al repechaje, y Chile fuera. “Fue muy fuerte, es uno de los dolores que me ha dejado hasta ahora el fútbol. Lo sentí mucho, y fue un gran fracaso, una gran frustración el no haber podido lograr eso porque al final, si miras la tabla quedas fuera por goles […]”, dijo Manuel Suárez, exayudante técnico de Juan Antonio Pizzi.

En diálogo con Pauta de Juego, de Radio PAUTA, comentó que “estoy convencido de que fue el exceso de confianza y audacia en un partido que quizá hubiera requerido de más calma, de posesión, de jugar de otra manera. Fuimos demasiado ambiciosos, el equipo es tan competitivo y son tan reverentes frente a fuerzas mayores que uno confía en eso, y creo que al final termina siendo una cuestión futbolística y yo lo asumo desde mi lugar, desde la conversación, desde el análisis que a mí me tocó opinar frente a esa estrategia que quisimos presentar ese día. Yo también me entusiasmé con lo que ellos logran darte siempre, y quizá tendríamos que haber sido más cautos”.

Junto con el sueño de la clasificación, también llegó a su fin el ciclo de Pizzi con la Selección, pero a diferencia de los nacionales, tanto él como su cuerpo técnico fueron al Mundial con Arabia Saudita. “Las sensaciones eran tremendas, porque en ese mismo lugar donde nosotros competimos con una selección árabe, que quizá tiene pergaminos en cuanto a lo que puedan ser las selecciones europeas, no deja de estar en el torneo más importante del fútbol. Claro que hubo sensaciones contradictorias de que estuvimos tan cerca y no lo pudimos hacer, y además con la selección de mi país”, añadió Suárez.

Un partido para el olvido

Si bien una derrota nunca debe ser opción, en ese momento para la Selección chilena, interiorizarlo era esencial. Estaba en juego gran parte de la clasificación al Mundial de Rusia 2018, y para tener opciones de llegar al partido con Bolivia con media sonrisa, había que ganar. El rival en cancha: Paraguay. El marcador final: 3-0, y no para Chile.

En el Estadio Monumental repleto, la Roja comenzó con un marcador cuesta arriba por el autogol de Arturo Vidal en la primera mitad. Después de esa acción, en los 55 minutos Víctor Cáceres anotó el 2-0 que comenzó a sentenciar el encuentro (el último fue en los descuentos). Pero no todo estaba perdido: Paredes y Valdivia entraron por Castillo y Díaz, en una acción que podía permitir mayor generación de fútbol y tenencia del balón.

“Con Valdivia la intención siempre es tener más la pelota, lo mismo que con Paredes, porque Paredes si bien es un nueve y un goleador tremendo, también te ayuda, a diferencia del Nico, a poder descargar de mejor manera, descargar, ir al espacio, cosa que el Nico no. El Nico es más frontal, hay que darle una pelota un poco más con ventaja y no estábamos teniendo el balón, y no estábamos generando las oportunidades de gol que requeríamos. Creíamos que con estos tres futbolistas, que son un poco más colectivos, podíamos hacernos más con la pelota y generar”, dijo en Pauta de Juego.

En ese encuentro en particular, recordó, “nosotros iniciamos con tres delanteros muy puntas, que eran Castillo, Sánchez y Vargas, y nuestra intención era, claro, ir desde el minuto uno a meternos al área de ellos y en base a la presión y velocidad de estos tres futbolistas, poder romper el partido rápidamente. Eso quizás nos hizo pecar de ambiciosos y terminamos desprotegidos, y esto lo hablo absolutamente con el diario del lunes, nos terminó dejando desprotegidos y nos terminan haciendo tres goles que fue fatal, porque ese partido era la llave al Mundial”.

Seguridad, competencia y el deseo de ganar

Selección chilena o la Roja. No se es uno sin lo otro, son prácticamente sinónimos. Pero pasar de cualquiera de los dos a “el Campeón de América” tomó toda la historia futbolística del país, y llegó gracias a un proceso de años en que comenzaron a formarse cada uno de los integrantes de la llamada generación dorada.

“El nivel de competitividad de los futbolistas de la Selección chilena es increíble. Para mí, ha sido el grupo más competitivo, desde lo deportivo, con el que trabajé. Fue un placer poder descubrir ese nivel de seguridad, de competencia, de ganas de ganar siempre de esos futbolistas”, dijo el exmiembro del cuerpo técnico de la Roja.

En 2015 había llegado el primer título internacional en la Copa América. Una final contra Argentina que pocos imaginaban se repetiría un año más tarde. Pero si de “poco probables” se habla, la goleada en cuartos de final de la Copa América Centenario a México es, seguro, uno de ellos.

Fue un 7-0 con póker de Eduardo Vargas, dos tantos de Edson Puch y una conquista de Alexis Sánchez. Todo ante más de 70 mil espectadores en el Levi’s Stadium, la mayor asistencia registrada para un partido de fútbol en el lugar.

Desde el punto de vista deportivo, aseguró Suárez, la goleada a los mexicanos fue un punto de inflexión para obtener el título: “La seguridad que generó el equipo después de eso nos dio la posibilidad para ir a jugar con Colombia, un equipo fuertísimo, que tenía en ese momento jugadores más desequilibrantes. Llegamos a ese partido de otra manera, de otra forma, pudimos hacer los goles rápido, en fin. Después sucede esto de la tormenta que nos permitió analizar de mucho mejor manera, durante esas casi dos horas, lo que podíamos hacer el segundo tiempo”.

Uno de los valores dentro del plantel que se quedó con la copa en Estados Unidos fue José Pedro Fuenzalida. El volante anotó en dos ocasiones durante el torneo: en el inicio, en el 1-2 contra Argentina y en semifinales contra Colombia (2-0).

“Yo creo que uno de los rendimientos altos del proceso en general fue el de José Pedro, sin ninguna duda. En el sentido que fue muy parejo siempre, siempre estuvo de la mitad hacia arriba en su rendimiento, lo cual creo que aportó mucho a la selección y desde ese minuto siempre ha sido considerado un jugador importante”, comentó.

¿Recambio, hay?

Si existe un aspecto que complica a la Selección chilena es el recambio. Los titulares indiscutidos sobrepasan los 30 años, el promedio de edad está muy cercano a ese número y Reinaldo Rueda no ha logrado consolidar a nuevas figuras dentro de sus oncenas. Un proceso que debiera ser algo lógico, para Chile es un misterio.

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“[…] Yo tampoco veo muy lejanos el ir complementando a este grupo de futbolistas e ir insertando a otros que te dan la posibilidad de seguir compitiendo a ese nivel. Tú nombrabas a algunos, yo te sumo a [Óscar] Opazo, a Brayan Cortés. Hay un grupo, pero como no tenemos tanto me parece a mí que hay que ser cuidadosos en el sentido de irlos involucrando, pero no hacerlos responsables, porque al final la competencia chilena de una u otra manera tampoco les da el ritmo que ellos logran tener en otras ligas”, sostuvo Manuel Suárez.

A pesar de esa incertidumbre que vive la Roja, algo sí es seguro para él: “No dejo de tener fe en esta selección, con los recambios incluidos”.

Escucha la entrevista con Manuel Suárez en Pauta de Juego.