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Los números de Pat Mahomes, el deportista más caro de la historia

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POR Francisca Vargas |

El quarterback de los Kansas City Chiefs, que ganó el Super Bowl en febrero pasado, firmó una extensión de su contrato por 10 años: recibirá US$ 503 millones en ese período.

Béisbol. Básquetbol. Fútbol Americano. Tres deportes que comparten un elemento esencial: la fuerza y precisión al momento de un lanzamiento. El jugador mira el objetivo, idea una jugada rápidamente, se posiciona y gira la parte superior del cuerpo al mismo tiempo que el brazo se recoge para luego ir al frente. Tres deportes estrechamente relacionados en Estados Unidos y que encuentran conjugación en un nombre y apellido: Patrick Mahomes.

El quarterback de los Kansas City Chiefs que puso su sello en la historia. Y no porque en el Super Bowl de febrero pasado haya jugado un papel trascendental, llevando a su equipo a quedarse con el Vince Lombardi luego de 50 años, sino que de su sello real. Una firma que lo convirtió en protagonista del contrato de más alto valor en la historia del deporte. 

Un total de US$ 503 millones por la extensión de 10 años de contrato, superando todos los márgenes impuestos en la NFL y en deportes como el boxeo e incluso el béisbol (uno de sus primeros deportes), que lo mantendrán vinculado hasta 2031 con los dirigidos por Andy Reid.

Si la temporada pasada no figuró entre los 25 quarterbacks mejor pagados, ni mucho menos entre los mayores 100 a nivel general de la NFL, los nuevos US$ 450 millones, sumados con los US$ 27,6 restantes hasta 2021 de su contrato como novato, aumentarán su ranking entre los jugadores con mayores ingresos. Eso, sumado con una serie de bonos adicionales, completan el contrato más caro de la historia.

Pero, ¿qué pasa si Mahomes se lesiona? Con o sin la posibilidad de jugar, tiene asegurados US$ 140 millones. Pase lo que pase. ¿Si algún equipo está dispuesto a llevárselo o lo quiere en sus filas? Imposible, así no funciona la operación para la franquicia: su cláusula es que no hay cláusulas. Así de simple. No podrá ser traspasado de equipo.

Batiendo marcas desde un comienzo

Yardas aéreas: 4.619.

Yardas terrestres: 948. 

Touchdowns: 41.

Lugar: Whitehouse High School en Whitehouse, Texas.

Esos números, al cambiarse de deporte, mostraron que el futuro estaba en un polo opuesto. Tal fue su rendimiento en su etapa escolar, que la Universidad Tecnológica de Texas se convirtió luego en la plataforma que lo llevaría a la NFL.

En ese lugar comenzó suplente de Davis Webb, cuando una lesión lo marginó del encuentro ante Oklahoma State. Un total de dos de cinco pases para 20 yardas, un touchdown y una intercepción fueron sus “discretos” primeros registros. Ya en su primer partido entrando al campo desde un inicio, completó 13 de 21 pases para 109 yardas. ¿Al final de la temporada? 1.547 yardas, 16 touchdowns y cuatro intercepciones.

Su paso a la NCAA fue solo para continuar agrandando su huella en el deporte: rompió los registros por ofensiva en un mismo juego, empató en pases para yardas, lideró a nivel nacional en touchdowns totales. Eso, sin embargo, llegó a su fin en 2017. No porque una parada en su carrera fuera necesaria, sino porque ingresó al Draft de la máxima división de fútbol americano.

Destino: la historia

Los Chiefs de Kansas City lo seleccionaron nº10 en la primera ronda del Draft de 2017. Desde 1983, cuando el escogido fue Todd Blackedge, los dirigidos por Andy Reid no se habían inclinado por un QB en primera ronda.

A diferencia del contrato de este año, el 20 de julio de 2017 Mahomes firmó su contrato rookie por cuatro años (con opción a un quinto), por US$ 16,4 millones más un bono de US$ 10,1 millones.

Fue en la semana 17 que debutó en la victoria de su equipo contra los Broncos por 27-24. Su aporte: 22 de 35 pases para 284 yardas, y una intercepción. Pero eso no era suficiente. Mahomes quería el protagonismo, quería iniciar cada una de las jugadas, quería demostrar su habilidad para leer el juego, para lanzar aún sin mirar la marca. Lo quería para él y nadie más.

Su deseo, o más que eso, su rendimiento, le permitieron dar en 2018 los primeros pasos hacia convertirse en el estandarte. Uno en cual Reid confiaba y confía a ojos cerrados. De él dependía gran parte de la victoria; de él también sería parte de responsabilidad la derrota. Pero triunfaron.

Durante 2019, en la campaña regular que lo consolidó con Kansas, completó 319 de 484 pases (65,9% de efectividad), para 4.031 yardas, 26 touchdowns y cinco intercepciones. En los playoffs fueron 72 de 112 pases (64,3%) para 901 yardas, 10 TD y dos intercepciones.

Pat Mahomes celebra la victoria en el Super Bowl. Créditos: www.chiefs.com
Pat Mahomes celebra la victoria en el Super Bowl. Créditos: www.chiefs.com

¿Jugará a favor o en contra de Mohomes la extensión del contrato? ¿Correrá la misma suerte de algunos jugadores que terminaron saliendo antes de tiempo? La respuesta solo la tendrá él. La presión de encumbrar a un equipo que desde medio siglo no se tornaba realmente competitivo, también. ¿Serán Reid y Mahomes la próxima dupla estrella de la NFL, relevando al tándem Brady-Belichick?