Economía

La fiscalía de las nueces

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POR Gabriela Villalobos |

Desde hace años que la industria reclama por los robos de frutos secos. Ahora, el Ministerio Público tomó cartas en el asunto.

El plan era simple, pero no por eso menos hollywoodense. Un día de mayo, el conductor Samuel Ortega estaba listo para concretar el atraque. Manejaba un camión en el sector de Quilicura, pero había decidido desviar su camino siguiendo a un Hyundai Elantra gris. Atrás de Ortega, iba otro camión, de marca Volvo. En el sector de Buenaventura todos los vehículos se detuvieron. Ortega desenganchó el chasís y la carga fue tomada por el Volvo. Minutos después, manejó hasta Chicureo, donde detuvo el camión a un costado de la ruta y se amordazó para simular un robo. Mientras, el Volvo era manejado hasta un galpón en la carretera Los Libertadores para dejar el motín. Se trataba de mercadería por $68 millones. No era droga. Eran veinte toneladas de nueces.

El caso hubiese pasado inadvertido por la prensa si no hubiese sido por el mediático organizador del robo. Se trataba de Michael Ríos, exmediocampista del equipo de fútbol de la Universidad Católica, quien fue formalizado por el caso en noviembre de 2015. Tras cerca de seis meses de investigación, el futbolista fue condenado a 300 días de pena remitida y al pago de una multa por 11 UTM ($498 mil). Con él, se hizo público un problema que venía reclamando el agro hace ya algún tiempo. Pero tuvieron que pasar varios años más para que el robo de nueces fuese abordado por el Ministerio Público como una temática más allá de los casos puntuales. La espera está dando sus frutos: ya fue designado el primer fiscal de las nueces.

La siembra

Era septiembre de 2016 y la Fiscalía Metropolitana Occidente contabilizaba 500 delitos de asaltos de camiones de carga ocurridos en los últimos dos años. La recientemente creada Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos de la Fiscalía Occidente se encontraba analizando el caso, el primero desde la creación de este nuevo departamento. Por un año siguieron las pistas que lograron recopilar y detectaron a dos bandas que se dedicaba al asalto de camiones y a la comercialización de la mercadería. Bautizaron la investigación como “Operación El Patrón”, porque así se hacía llamar el líder de unas de las bandas. Finalmente, en septiembre de 2017, la Fiscalía Occidente formalizó a 14 personas y 10 quedaron en prisión preventiva.

El caso no quedó sólo en eso. Durante la investigación, se analizaron los productos más comunes que transportaban los camiones robados. Varios de ellos transportaban nueces. La razón era seguramente la misma que motivó el famoso robo en el que se vio involucrado Michael Ríos: se trata de un producto de alto valor que puede ser comercializado fácilmente en el mercado formal, según aseguran los agricultores. Por lo mismo, se resolvió nombrar a un fiscal para investigar este tipo de robos. El elegido fue Andrés Castellanos, el mismo que había participado en la investigación del caso Tsunami y el asalto a clientes bancarios en San Bernardo.

La investigación se encuentra en la fase de levantamiento de datos. Para ello, se está contactando a agricultores para determinar cuántos robos se realizan en Chile y a cuánto asciende actualmente el valor de los bienes. “Sabemos que el robo de nueces es un delito que ha afectado a la industria por muchos años, pero no sabemos cómo se ha comportado y las cifras reales. Eso nos preocupa”, dice Castellanos.

Uno de los objetivos de la investigación será determinar qué sucede con los productos robados. Aunque desde la industria aseguran que la mayoría se vende a nivel local, desde la fiscalía no descartan que parte de las nueces hurtadas sea vendida en el extranjero. Sobre todo, considerando que el mercado local solo consume cerca del 2% de la producción formal de nueces, la cual ascendió a 100 mil toneladas el año pasado. Estas cifras se traducen en US$ 456 millones de nueces con y sin cáscara.

Los peligros de la cosecha

Desde hace más de una década que el precio de las nueces ha ido en aumento. Aunque los valores han sufrido vaivenes en el tiempo, la tendencia ha sido al alza. En 2002, el precio promedio de las nueces se ubicaba en torno a los US$ 2 por kilo de acuerdo con cifras del gremio Chilenut. En 2015, alcanzó un máximo de US$ 6 por kilo y actualmente se encuentra en torno a los US$ 3 por kilo. La caída desde el peak ha sido grande pero, según representantes de la industria, los precios continúan siendo atractivos. Esto, considerando que actualmente los costos de producción se mueven entre los US$ 1,15 y US$ 1,60 por kilo.

Las cifras también son atractivas para ladrones que sustraen la mercadería tanto en la planta como en el trayecto entre esta y el destinatario final. De acuerdo con el presidente de Chilenut, Nicolás Di Cosmo, un camión con nueces con cáscara podría transportar mercadería por $30 millones, mientras que uno con nueces sin cáscara traslada productos por entre $60 millones y $80 millones.

Además, se trata de un producto que —según Di Cosmo— es fácilmente introducido en el mercado formal. “Un camión robado se puede vender a pequeños comerciantes, a campos, partidores (personas que separan la cáscara del fruto), pueden comprar nueces, partirlas y la venden (…), es fácil hacer circular las nueces que se roban por cadenas formales, nadie controla el origen de las nueces que adquiere”, dice Di Cosmo.

Por lo mismo, en la industria ven con esperanza el nombramiento de un fiscal para llevar el caso. “En estos momentos no hay una persecución real, tampoco tenemos penas reales. Ha habido casos en que han encontrado a los que han robado y muchas veces terminan con penas muy bajas y eso no desincentiva a seguir robando”, advierte Di Cosmo.

Aunque no existen cifras de los hurtos, en la industria aseguran que la mayoría de ellos se producen entre abril y julio, durante la temporada de cosecha y procesamiento. Por lo mismo, en la fiscalía esperan levantar datos suficientes para la investigación durante los próximos meses.

Mientras, en la industria utilizan cercos eléctricos y camiones con GPS, entre otros mecanismos de control, para hacer frente a los robos. Los agricultores también han contratado seguros especiales para proteger las cosechas de los robos, ya que la mayoría de las primas —incluidas las que cuentan con subsidio estatal— sólo protegen de las heladas y otros problemas meteorológicos. Para ello, contrataron los servicios del corredor de seguros Raúl Fuenzalida.

Pero según los agricultores, estas medidas no son suficientes. Por lo mismo, tienen esperanza en que el fiscal de las nueces dé un golpe definitivo. Quizás, en la próxima temporada.