Crecer en torno a 3%: la “nueva normalidad” para la economía
El nuevo escenario presentado por el Banco Central sincera que 2018 será el año de mayor avance del PIB en la administración Piñera.
Las expectativas eran altas y se esperaba un verdadero salto en la economía, que tuvo sus hitos con el avance de 5,2% en el segundo trimestre de 2018 y un incremento del PIB de 4% ese año. Pero ese dinamismo quedó atrás y en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, el Banco Central certificó que la nueva normalidad de la economía es más modesta: si bien el crecimiento potencial de Chile se ajustó al alza, abriendo espacio para un mayor dinamismo futuro, el PIB este año será menor al esperado y el más bajo de la segunda administración del Presidente Sebastián Piñera.
¿Qué pasó? Simplemente, que tras el bajo dinamismo del primer trimestre de 2019, llegó el momento del sinceramiento. Este vino asociado a lo que el presidente del Banco Central, Mario Marcel, resumió este lunes 10 de junio como una recalibración de la política monetaria. Con ello aludió a la actualización de los parámetros estructurales que caracterizan la situación macroeconómica, incluyendo la menor inflación resultado de la nueva canasta de IPC, que llevó al sorpresivo ajuste a la baja de la tasa de interés de 3% a 2,5% anunciado el 7 de junio.
Marcel dejó en claro que el desempeño reciente de la economía también formó parte de la decisión de reducir la tasa, pues “un mismo ritmo de crecimiento efectivo se ve más débil al compararlo con un crecimiento tendencial mayor”. Con todo, se espera un mayor dinamismo en la segunda parte del año, clave para lograr el crecimiento proyectado entre 2,75%-3,5% para 2019. La cifra estará en el marco del crecimiento potencial de corto plazo para el periodo 2019-2021, que se ajustó desde 3,1% a 3,4%.
Por otra parte, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dijo que la revisión a la baja para el crecimiento 2019 responde “a factores puntuales del primer trimestre del año y también a un escenario internacional más complejo”. La autoridad ratificó que la economía crecerá entre 3% y 3,5% este año y que Chile “va a ser uno de los líderes de América Latina, vamos a resistir en mejores condiciones que muchos países la situación externa”.
Para el economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira, estos niveles de crecimiento en torno al 3% “me parecen que son la nueva normalidad, pero una normalidad que no es solamente actual, de este IPoM, sino que es lo que hemos tenido en los últimos años”. Añade que por factores tanto internos como externos, “hoy no estamos viendo un impulso que permita que la economía pueda cerrar las brechas y mostrar mayor dinamismo”.
Inversión, a la baja
El escenario hacia adelante no es negativo, pero tampoco boyante. Mario Marcel precisó que el impulso externo que recibirá la economía chilena en los próximos dos años será menor al previsto y añadió que si los riesgos internacionales se intensifican podrían impactar negativamente en las expectativas y decisiones de inversión locales.
De hecho, como advierten desde Itaú, “por primera vez desde diciembre de 2015, el balance de riesgos para la actividad está sesgado a la baja”. Esto quiere decir que es más probable que se concreten noticias que sean adversas para la economía que aquellas que la dinamicen.
Una de las sorpresas del IPoM fue que se recortó la estimación para uno de los principales motores de la economía: la inversión. En diciembre el BC proyectó que crecería 6% en el año en curso, en marzo actualizó a 6,2% y ahora (luego que creciera apenas 2,9% en el primer trimestre), la ajustó a 4,5%.
“El ajuste se explica por los resultados del primer trimestre que mostraron una baja en el ritmo de la inversión en maquinaria y equipos. El contexto internacional de mayor incertidumbre y un dólar más apreciado tampoco ayudan”, comenta el analista de Banchile Inversiones, Matías Solorza. Agrega que, en lo positivo, los datos de la Corporación de Bienes de Capital y la oficina de Gestión de Proyectos Sustentables de Economía muestran que se han mantenido estables los catastros de proyectos para 2019 y nque aumentan para 2020 y 2021.
“Estamos suponiendo que la inversión irá recuperando su ritmo de crecimiento el resto del año. Además de una política monetaria más expansiva, cifras positivas para la construcción y que el Gobierno anunció una agilización de proyectos de inversión en infraestructura, no vemos por ahora cambios en los planes de inversión de los proyectos de mayor envergadura”, sostuvo Mario Marcel.
Las buenas noticias que podría traer la inversión más adelante se conjugan también con los efectos del flujo migratorio. Nathan Pincheira destaca que el BC ratifica que la inmigración tendrá un impacto positivo en crecimiento. “Si bien hay un costo de ajuste de corto plazo, nuestra estimación de PIB potencial mejora por un mayor crecimiento de la fuerza de trabajo y también aportará productividad una vez que los inmigrantes se ubiquen en tareas acordes a su mayor calificación”, afirma.