Economía

El cierre de 2019 tuvo otra sorpresa: peak en inversiones sujetas a impacto ambiental

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Parques solares figuran entre los proyectos de energía ingresados. En la foto, Quilapilún, ubicado en la región Metropolitana, . Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

El ingreso de proyectos en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental se aceleró en noviembre y diciembre, de acuerdo con el Banco Santander.

Tras los sucesos del 18 de octubre,  los índices de confianza empresarial han registrado retrocesos históricos. Pero contrario a lo que podría pensarse, el flujo de proyectos de inversión ingresados al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) no fue afectado. Más aun, según detalla el reciente informe anual del banco Santander, entre noviembre y diciembre de 2019 hubo una importante alza en nuevos proyectos presentados, tanto en su número como en los montos involucrados.

¿Hay una contradicción? El economista de ese equipo Fabián Sepúlveda lo descarta. Explica que las nuevas obras que se someten a evaluación ambiental suelen incluir inversión específica de difícil reversión, lo que implica procesos de decisión y planificación de largo aliento.

“Así, no resulta contradictorio que el flujo de presentaciones se haya mantenido robusto en medio de la coyuntura iniciada en octubre. Si bien ahora existe una mayor incertidumbre que posiblemente afecte el ambiente de negocios, estimamos que el impacto en cuanto a proyectos de mayor envergadura se verá en el mediano plazo y no de forma inmediata”, sostiene.

En el total, en 2019 se ingresaron proyectos por  US$ 53,4 mil millones, destacando los del rubro energético, que suman US$ 30 mil millones, lo que refleja relevancia que continuará teniendo este sector hacia adelante. Se trata del monto más alto desde 2013, cuando se totalizaron US$ 63,9 mil millones, y revierte en forma considerable el dato de 2018, que con US$ 20 mil millones es el más bajo de la década.

Con todo, las cifras de 2019 también tienen un lado oscuro y es que la inversión que recibió aprobación por parte del SEIA fue de US$ 17.800 millones, la cifra más baja al menos desde 2010.

Aunque en el resultado final inciden tiempos de tramitación que se mantienen altos para proyectos bajo US$ 200 millones, Fabián Sepúlveda suma otra explicación: “En 2018 hubo un bajo volumen de inversión ingresada al SEIA, en torno a US$ 20 mil millones, lo que naturalmente implicó menores montos aprobados en 2019. Esta disminución fue generalizada a nivel de sectores, con la excepción del inmobiliario, que tuvo un repunte y fue el más relevante con más de un tercio de la inversión total (US$ 6.840 millones) aprobada ese año”.

Pesimismo para el año

El economista advierte que la aprobación de un proyecto no siempre se traduce en la concreción del mismo. Por ello, conviene complementar estos indicadores con otros, como el catastro de inversión de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), que considera los proyectos que ya cuentan con un cronograma de ejecución. Aunque la baja aprobación de 2019 se podría reflejar en un menor volumen de inversión a ejecutar en el mediano plazo, esto podría ser compensado si se reducen los tiempos de evaluación que hemos visto en los últimos años.

En cuanto al panorama general de la inversión para este año, la proyección de Santander es de -4% anual (menos pesimista que la fluctuación de -4,7% anual estimada por el Banco Central), pero con el componente de maquinaria y equipos registrando el peor desempeño (-10,9%).

Consultado sobre el peso en esa estimación de lo que ocurre con los proyectos en el SEIA, el analista dijo que la proyección considera que la construcción tiene cierta inercia, derivada de decisiones de inversión de largo plazo que no se pueden revertir automáticamente, lo que junto a la fuerte recuperación exhibida el año pasado por el sector le da un piso a su desempeño en 2020.

Añadió que, por el contrario, las decisiones de gasto en equipamiento “son de rápido ajuste, lo que significa que este componente verá el mayor impacto negativo del estallido social, lo que se suma a la desaceleración que ya venían mostrando antes de octubre”.