Economía

Así será el fondo Covid que apuntalará a Chile por los próximos 24 meses

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Fachada del tradicional edificio donde funciona del Ministerio de Hacienda. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

El ministro de Hacienda contará con facultades extraordinarias, pero con escrutinio del Congreso, para definir cómo se gastarán hasta US$ 12 mil millones.

Una de las propuestas del grupo transversal de 16 economistas, que quedó plasmada en el acuerdo entre el Gobierno y parte de la oposición para enfrentar la pandemia, fue centralizar en un fondo especial los US$ 12 mil millones que se dispondrán para apoyar a familias, trabajadores y empresas.

Inspirado en el modelo uruguayo, este fondo Covid permite un manejo flexible de estos recursos, ya que no habría que ir al Congreso con cada medida. Pero, incluso más importante, su diseño busca cautelar que las iniciativas que financia sean transitorias y el gasto se retire a medida que la economía se vaya recuperando.

Así se evitaría el dudoso “legado” de crisis anteriores respecto de medidas transitorias que siguen vigentes. Dos ejemplos que repiten los conocedores: los programas proempleo creados a fines de los 90 en la crisis asiática, que se mantienen hasta hoy; o el “bono marzo” que se entregó por primera vez en plena crisis subprime en 2009 y luego se institucionalizó como un aporte permanente.

Hoy, en la Dirección de Presupuestos (Dipres) se trabaja aceleradamente en el diseño de este inédito instrumento y el proyecto de ley que lo creará.

¿Cómo opera?

Todos los años en el Presupuesto se discuten los recursos que se asignarán a las 30 partidas: Congreso, Poder Judicial, ministerios, organismos autónomos (como Servicio Electoral) y el Tesoro Público. En esa ley también se incluyen gastos extrapresupuestarios, como los bonos de reconocimiento y las compras de gran envergadura de las Fuerzas Armadas, como naves y aviones (que ahora se ejecutarán mediante un fondo plurianual). Estos gastos no son objeto de discusión en el Congreso, porque están fuera de las partidas.

“Propusimos un fondo extrapresupuestario porque de las crisis anteriores aprendimos que es importante no eternizar medidas que se usan para las emergencias”, dice el académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica y exdirector de Presupuestos, Rodrigo Cerda. “Este fondo tiene fecha de inicio y de término. Sus recursos no deberían incorporarse en los presupuestos de los ministerios. La idea es tratar de sacarlos de la discusión general del presupuesto”, añade el también integrante del grupo transversal de economistas que propuso esta fórmula.

Explica que la creación de este fondo plurianual debe realizarse mediante una ley, que faculte en forma excepcional al ministro de Hacienda a ejecutar gastos para diversos objetivos: aumentar inversión, transferencias corrientes a familias y disminuciones transitorias de impuestos, entre otras.

La autoridad deberá dar cuenta del uso del fondo en forma mensual a la Comisión Especial Mixta de Presupuestos y habrá un portal web especial que consolide toda la información.

Los recursos del fondo Covid, dice el economista, se asignarán mediante decretos según lo defina el ministro de Hacienda, tal como ocurre cuando por distintas razones se reasigna parte del presupuesto destinado para un ministerio por otros fines.

A su juicio, todos los resguardos en materia de transparencia y rendición de cuentas deberían contribuir a que no existan reparos a este fondo en materia de contabilidad fiscal. “Cuando se ve el manual del FMI sobre estadísticas de las finanzas públicas, obviamente la idea es que se rija por esos requerimientos de información”, afirma.

Cláusula de escape

Si bien este mecanismo siempre se pensó como transitorio, impone un estándar para la institucionalidad fiscal chilena, hoy objeto de debate y nuevas propuestas, como sumarle un techo de deuda.

Rodrigo Cerda comenta que en las reglas fiscales existen las llamadas “cláusulas de escape”, que son mecanismos que habilitan eventuales incumplimientos de parámetros comprometidos (como la meta de consolidación fiscal en el caso de Chile) cuando se verifican circunstancias económicas excepcionales.

“En 2009 se ocupó implícitamente una cláusula de escape en medio de la crisis. Hoy también, ya que había una meta de déficit estructural de -3%, se cambió a -3,2% [después del estallido social] y ahora se está hablando de -3,5%”, comenta. Y añade que con el fondo Covid “estamos, de alguna manera, institucionalizando una cláusula de escape, le estamos poniendo ciertos límites, cierta cancha”.

Al final del día, afirma, el tener un Fondo de Estabilización Económica y Fiscal (FEES), que está hecho para gastárselo en crisis, implica tener ese tipo de cláusulas. “Lo que le faltó al FEES [cuando se creó] no fue solo tener las reglas de cómo acumular recursos, sino reglas de cuándo se puede ocupar, en qué condiciones y para qué propósitos. Eso es lo que está haciendo este fondo Covid”, concluye.