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Subsecretario de Minería reconoce que la protección de glaciares aumenta los costos de la minería

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Agencia Uno
POR Maria del |

Ricardo Irarrázabal refutó las críticas de la Sofofa que plantean que la ley afecta el crecimiento.

A dos meses de que la principal cumbre respecto del cambio climático, la COP25, se lleve a cabo en el país, los temas medioambientales han ganado en los últimos meses mayor visibilidad. Precisamente uno de los proyectos que ha concentrado la atención de la industria minera en cuanto a los recursos natuales es el de los glaciares. Hoy en día estas masas de hielo se protegen a través del trámite ambiental. Sin embargo, actualmente se está discutiendo una ley que busca regular la actividad económica que se realiza cerca de ellos de manera más específica. Esta iniciativa ha sido criticada por la industria minera por considerarla demasiado restrictiva para su actividad y también por la industria, a través de la Sofofa que la ve, junto con otros proyectos, como una “piedra en el zapato” para el crecimiento económico. 

Entre quienes manifiestan que se puede proteger a los glaciares y al mismo tiempo sostener en su entorno actividad económica de forma regulada está el subsecretario de Minería, Ricardo Irarrázabal, quien reconoce que lo anterior implica mayores costos para la industria. “Lo importante que hay que entender acá es que, técnicamente hablando, obviamente la actividad minera sí puede proteger a los glaciares. No intervenirlos. Aunque eso signifique mayores costos en cuanto a la explotación”, asegura.

Según Irarrázabal, a propósito de la moción propuesta por el senador Guido Girardi (PPD) de avanzar en esta línea, el Gobierno creó un comité técnico en el que participaron expertos de distinta índole para realizar un nuevo planteamiento desde el Ejecutivo. “Al convencimiento al cual se llegó es que efectivamente se podía llevar adelante la actividad minera, pero una actividad minera que no interviniera glaciares”, plantea el subsecretario.

Sin embargo, ese nuevo estándar no fue bien recibido por la Sofofa, ya que implicaría mayores costos para la actividad empresarial. “Yo creo que siempre la Sofofa va a estar un poco en el sentido de disminuir los costos, porque efectivamente esta aproximación del Gobierno le aumenta los costos a la minería, porque ya no es posible cualquier tipo de explotación”, sostiene Irarrázabal en conversación con PAUTA Bloomberg. “Esa es justamente la aproximación de las indicaciones del Ejecutivo, en que se genera una prohibición general para glaciares ubicados en parques nacionales respecto de cualquier actividad económica y también una prohibición específica respecto al 98,5% de la superficie glaciar del país, que son los glaciares descubiertos y cubiertos, prohibiendo la remoción, el traslado y la utilización de los glaciares como depósito de escombros”, especifica el subsecretario.

Derretimiento de 8% en 5 años

La discusión respecto de la protección de estas masas de hielo se da en circunstancias en que la Dirección General de Aguas se encuentra elaborando un informe que asegura que si en el año 2014 había en Chile 23.6421 km2 de glaciares, actualmente esa cifra es de 21.647 km2, lo que equivale a una disminución de 8% en un período de 5 años. 

A propósito de esta realidad, Irarrázabal plantea que lo importante considerando este derretimiento es pensar cuál es la mejor aproximación desde el punto de vista de las políticas públicas, teniendo en cuenta que los glaciares son dinámicos. “Cuando es algo que va cambiando y es muy dinámico, obviamente la aproximación desde la gestión ambiental es mucho más válida y mucho más certera desde el punto de vista de las políticas públicas, porque se hace cargo justamente del problema, que es la contribución hídrica”, comenta el subsecretario.

“Lo que tú tienes que hacer es tener dos bienes jurídicos protegidos, la actividad económica y el cuidado ambiental y […] lograr gestionarlo y compatibilizarlo. Aquí lo que hacemos es subir el estándar actual, a través del tema de los parque nacionales y también a través de lo que significa esta prohibición específica para actividades económicas respecto de la remoción, traslado y depósito de escombros en glaciares”, reitera Irarrázabal.

Menos restrictiva

Más allá del impacto en la industria, hay quienes perciben la propuesta del Gobierno en la materia como menos restrictiva que la planteada por la oposición, la cual suponía la prohibición total de la actividad económica en el entorno de los glaciares. Consultado sobre cómo se entiende esta regulación para algunos más laxa en en el contexto en el que Chile organiza la COP25, Irarrázabal mostró sus reparos.

Es que yo difiero del tema de la protección. Porque aquí son dos posturas. Una es la prohibición. Es no hacer nada. Aquí es cero, versus una propuesta que apunta a la gestión ambiental. Y cuál es la propuesta de la gestión ambiental, apunta finalmente a lo mismo, a no intervenir el glaciar, pero es una cuestión que tú tienes que analizar caso a caso”, argumenta el subsecretario. 

La idea defendida por el Ejecutivo es la de establecer ciertos mínimos de protección a estas masas de hielo a través de la ley, pero al mismo tiempo evaluar si se puede o no desarrollar la actividad económica cerca de ellos caso a caso a través del Sistema de Evaluación Ambiental (SEA). Sobre si esto no crea un espacio de discrecionalidad, Irarrázabal admitió que esto existe. “Claro, ese es un punto válido y tú tienes que llegar a un punto medio, en que a través de la ley tú le generas un rayado a la cancha a la administración, pero evidentemente ese rayado de la cancha no puede ponerse en el caso a caso. Entonces eso obviamente tiene que ser un resorte administrativo, dentro del rayado de cancha que te fije la ley”, afirma el subsecretario. 

Es subir el estándar actual. El estándar actual es un análisis caso a caso a través del SEA, que eventualmente te podría generar medidas de compensación ambiental, que podrían significar algún tipo de intervención a glaciares. Ahí se sube el estándar porque se prohíbe la intervención de glaciares. Esa es la subida del estándar. Y para el tema del área de influencia, que nosotros denominamos el entorno del glaciar, tiene que definirse caso a caso porque depende de cada proyecto si afecta o no afecta al glaciar”, concluye Irarrázabal. 

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá:

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