Economía

Lucarelli y los cambios en el sistema de isapres: “Constituye una reforma tributaria encubierta”

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POR Cristián Rodríguez |

El académico de la U. de Pennsylvania prevé que modificaciones crearán discriminación de precios donde antes no la había.

El miércoles 11 de diciembre, la circular n° 343 de la Superintendencia de Salud impartió instrucciones a las isapres con el objetivo de “introducir mayor solidaridad en el sistema privado de salud previsional mediante la creación de una tabla única de factores que elimina la discriminación de precio basada en el sexo”. De ese modo, se busca igualar los cobros que se realizan para los cotizantes hombres y mujeres del sistema privado de salud, con aplicación desde abril de 2020.

De acuerdo con datos entregados por el regulador, esto se traducirá en que una mujer de 35 años -en plena edad fértil- que hoy paga en promedio $140.500 pasará a pagar $69.700, la misma cifra promedio de un hombre.

Adicionalmente, el Ministerio de Salud está trabajando con las aseguradoras por la vía administrativa en la creación de un fondo de compensación interisapres, para traspasar fondos desde carteras menos riesgosas a otras con mayor riesgo.

Quien tiene una visión crítica respecto de la fórmula que está impulsando el Ejecutivo es el profesor asociado de Healthcare Management en la Wharton School de la Universidad de Pennsylvania y uno de los principales expertos en temas de salud, Claudio Lucarelli.

En entrevista con PAUTA, el académico cuestiona la transferencia de riesgo entre personas de mayor riesgo a los que tienen menos, y asegura que no es una forma eficiente de manejo, ya que incluso puede terminar siendo injusto para personas de escasos recursos frente a grupos de mayores ingresos.

-Hace un tiempo, usted publicó una columna en El Mercurio planteando que el cobro de primas iguales para todos, lo que se conoce como primas comunitarias, es precisamente lo que no se debe hacer al impulsar una reforma a la salud, de acuerdo con toda la evidencia internacional. ¿Cuáles son las razones?

“Este es un mecanismo que tiene su origen en dos errores fundamentales con respecto a nociones básicas de cómo opera un seguro y cuál es su precio. Primero, el seguro debe agrupar y no transferir riesgo, y el segundo, la prima no es el precio del seguro. Al implementar primas comunitarias, se transfiere riesgo desde aquellos que tienen mayor riesgo a los que tienen uno menor, y se transfiere dinero desde los de bajo riesgo a los de riesgo alto, lo que constituye una reforma tributaria encubierta, con una focalización pésima, porque los de bajo riesgo no son necesariamente de altos ingresos”.

“Las primas comunitarias generan equilibrios tremendamente inestables, que es necesario parchar con regulación adicional. Ya estamos viendo eso en Chile. Luego del anuncio de igualar las primas entre hombres y mujeres, un par de días después se anuncia que es necesario crear un fondo de compensación de riesgo para disminuir los incentivos de las isapres por reclutar mayoritariamente hombres, cuyo gasto es menor durante la mayor parte del ciclo de vida, pero pagando primas promediadas con mujeres. Y así seguiremos con una seguidilla de regulaciones para evitar que los de bajo riesgo, a quienes se los grava con este impuesto encubierto, no se ‘sub-aseguren’ con menor cobertura porque los planes se han vuelto artificialmente caros. Entonces, ahí entra el plan único, otra mala idea que suprime la expresión de las preferencias de los beneficiarios, y probablemente sigamos con las cortinas de hierro discriminatorias entre Fonasa e isapres para evitar comportamientos oportunistas, y una larga lista de parches”.

-¿Por qué una medida de este tipo puede terminar creando una “discriminación de precios” si, de acuerdo con lo que plantea el Gobierno, lo que busca es precisamente evitarla?

“Precisamente porque la prima no es el precio del seguro. La prima contiene una parte mayoritaria de gasto esperado, que es la contribución que los beneficiarios reciben de vuelta cuando el evento incierto de una enfermedad ocurre, y contiene otra parte bastante pequeña en mercados competitivos, que es lo que el asegurador cobra para cubrir sus gastos operacionales de procesar reembolsos, venta de planes, y también obtener utilidades. Esta última parte es el precio del seguro, la cual no difiere mayormente entre distintos perfiles de riesgo. Sería discriminación de precios si los aseguradores cobraran más por procesar los reembolsos de las mujeres, o si les cobraran más por el esfuerzo de venta, lo que no me parece que esté ocurriendo. La diferencia de primas entre distintos perfiles de riesgo viene dada principalmente por diferencias en el beneficio esperado. Pero si igualamos las primas entre grupos de distinto riesgo, el precio del seguro aumenta para los individuos de bajo riesgo, ya que a igual beneficio esperado pagan una prima mayor, creando discriminación de precios donde antes no la había”.

– ¿Cuáles son las experiencias de medidas similares en otros países y qué resultados han generado?

“Muchos países han implementado primas comunitarias. El ejemplo más reciente a gran escala es Estados Unidos con Obamacare, y todos estos países han tenido que aumentar la regulación para poder hacerlas viables. El objetivo que buscaba Obamacare era terminar con el problema de la gente no asegurada en los Estados Unidos, y no ha podido solucionarlo, porque para las personas de bajo riesgo, que son la mayoría de la población no asegurada, los planes se encarecieron mucho. La gran diferencia que veo en los países que han implementado sistemas como este es que existen subsidios para la gente de bajos ingresos para mitigar la mala focalización de las transferencias de dinero, pero sigue siendo una distorsión sobre otra distorsión”.

El impuesto encubierto

-En su columna usted aseguró también que “medidas de este tipo constituyen un impuesto a aquellos de menor riesgo para ir en ayuda de aquellos de mayor riesgo”. ¿Considera regresivo un cambio como el que plantea el ministro de Salud, Jaime Mañalich?

“Se piensa poco en las personas que están en el margen; es decir, aquellos que están a punto de salir o de entrar al sistema privado. Los beneficiarios del sistema de isapres, que con mucho esfuerzo pueden acceder a planes de salud privada, y que como la mayoría de la población son relativamente sanos, se ven perjudicados por este tipo de medidas para ir en ayuda de personas de alto riesgo, que no son necesariamente de bajos ingresos”.

“Pensemos en el caso de una familia compuesta principalmente por hombres y de ingresos relativamente bajos. Posiblemente esta familia tendrá que volver a Fonasa, porque sus primas aumentarán para financiar las de una familia compuesta principalmente por mujeres que pueden ser de ingresos muy altos. Aquí queda en evidencia la mala focalización de estos impuestos encubiertos. No veo en el horizonte subsidios para financiar planes privados y de esa forma mitigar los efectos de esta mala política pública”.

-¿Cómo responde a que un cambio en esta línea apunta a tener un modelo más solidario y menos individualista?

“Pienso que debemos escuchar a la sociedad en los objetivos que se pretenden alcanzar, y la solidaridad es uno importante. Sin embargo, las soluciones a estos problemas tan complejos difícilmente vendrán de la calle. Distorsionar el mercado es la peor forma de implementar un sistema solidario. Chile tiene una larga tradición de programas solidarios con transferencias directas y focalizadas. Si el objetivo es la solidaridad, y estamos de acuerdo cuáles son los grupos que debemos beneficiar, entonces los subsidios directos son más eficientes”.

“Esta solución no les gusta a los políticos porque es demasiado transparente: se conoce claramente quién se beneficia y cuánto nos cuesta. Importantes asesores del presidente [Barack] Obama declararon que para que pasara Obamacare debieron apelar a la estupidez del votante norteamericano. Sería interesante que los políticos chilenos nos contaran su opinión con respecto a sus votantes al impulsar este tipo de medidas. Me parece que gran parte de lo que vemos en las manifestaciones es la reacción de la gente, que dista mucho de ser estúpida, pero que ha sido tratada como tal por sus representantes”.

-Después de la aplicación de una medida de este tipo, ¿qué impacto sistémico ve en la industria de seguros de salud?

“Mi proyección es que el sistema de isapres se transformará en un pool de alto riesgo para gente de ingresos altos, similar a lo que está ocurriendo con Obamacare, el cual ha evolucionado hacia un pool de alto riesgo pero para gente de bajos ingresos. La diferencia está en los subsidios que contiene Obamacare y en que los empleos de altos ingresos por lo general vienen con beneficios en términos de seguros por parte del empleador”.